Con un triunfo, Estudiantes dejó el Único
En el inicio de la 13a fecha, el Pincha derrotó a Talleres por 1-0 en su despedida del escenario al que le dio vida desde 2006
LA PLATA.– El Pincha impidió que el Estadio Ciudad de La Plata se convirtiera en un elefante blanco; le dio vida y color. El Único le permitió a Estudiantes jugar de local en su ciudad más de 200 partidos; lo hizo sentir como en casa. Tuvieron química desde el principio al fin, que fue la victoria de anoche por 1-0 sobre Talleres de Córdoba. Fueron felices.
Más que un adiós definitivo, se trata de un punto y aparte. En el futuro, quizá, por qué no, el equipo platense podría necesitar un escenario de mayor capacidad. En un clásico, en una final, cuando vuelvan los visitantes y reciba a un grande. ¿Quién lo sabe? Sin embargo, la realidad marca que por un tiempo el León jugará en otra cancha. En la suya, ni más ni menos que su casa.
La historia de amor se extendió más de una década. Fueron por 13 años con unas cuantas alegrías y de las grandes. Momentos malos, en cambio, vivió pocos.
Su aventura en el Único, en condición de local, empezó de manera inmejorable y no es para creer que eso es una exageración: superó por 7-0 a Gimnasia en un clásico platense que enseguida se ganó la perennidad. En ese Apertura 2006 disputó cinco encuentros en el Único y los ganó todos. En ese torneo, además, el Pincha volvió a gritar campeón luego de 23 años.
Estudiantes utilizó el Estadio Ciudad de La Plata en las campañas de dos de sus últimos tres títulos. La otra fue, por supuesto, la Copa Libertadores de América 2009. En el certamen continental de aquel año jugó allí ocho partidos, terminó invicto y no recibió siquiera un gol, un récord que todavía no fue igualado.
El Apertura 2010, el tercero de esa camada, no ingresa a la estadística porque al Único le estaban colocando el techo y el León debió mudarse a Quilmes. Hubo, claro, otras alegrías. Como por ejemplo el festejo en el primer cruce internacional contra el Lobo, su tradicional rival, en la Copa Sudamericana
2014.
Fueron, en total, 208 cotejos como local y los números resultan elocuentes: ganó 120, empató 50 y perdió 38, con 294 tantos a favor y 157 en contra. ¿Efectividad en la cosecha de puntos? El 65,70% por ciento. ¿Y como visitante? Cinco encuentros y todos en ediciones del clásico platense: tres victorias para el Pincha y dos empates.
Alejandro Sabella, director técnico del mencionado equipo de
2009, fue uno de los que no se quiso perder la despedida. Y de paso, fiel a sus costumbres, aprovechó para agradecerle a una cancha que le dio varias alegrías. Pachorra sirve para graficar lo que hizo todo el club: dar las gracias a un estadio que lo cobijó durante tanto tiempo. La institución platense dejó una placa por tanta hospitalidad y el presidente Juan Sebastián Verón se sacó una foto con todo el personal.
El capitán Mariano Andújar, en cambio, decidió adelantarse y lo hizo anteayer a través de su Instagram personal. “¡Mañana (por el partido ante Talleres de anoche) será la despedida de un gran amigo nuestro! Gracias Estadio Único por todos estos años juntos, fuiste testigo de grandes triunfos y campeonatos”, escribió el arquero, protagonista importante en los títulos de 2006 y 2009.
¿Por qué la despedida no estuvo signada por la tristeza? Por 1 y 57: el lugar en el mundo de Estudiantes, al que regresará en unas horas. El nuevo estadio, con capacidad para 30.000 personas, está listo y los simpatizantes ya palpitan el estreno. ¡Una fiesta histórica! Ese capítulo es el que viene, en dos fechas, frente a Atlético Tucumán, ¿para qué adelantarse si todavía resuenan las repercusiones del adiós al Único?
Osvaldo Fanjul, un reconocido periodista platense que cubre los clubes de La Plata desde hace 35 años, así retrató la ligazón del León con el Estadio Ciudad de La Plata: “Fue un lugar en el que se sintió muy cómodo. Desde los jugadores, que se adaptaron enseguida, hasta los hinchas, que pudieron ver a su equipo sin realizar grandes traslados. Ahí fue feliz y ya es parte de su historia. Además, el haber aceptado usarlo fue clave para destrabar cuestiones legales vinculadas a la construcción de su cancha. Fue, aunque parezca mentira, el primer paso para que el Pincha pudiera construir su propio escenario”.
Estudiantes, como ocurre en esas parejas que se separan pero no definitivamente, le pidió un tiempo. El Único, también agradecido con el conjunto albirrojo, aceptó. Punto y aparte para un romance sano, repleto de alegrías. Ni más ni menos que 13 años de amor.