LA NACION

Baby Shark. Cómo volverse rico con una canción

La familia coreana Kim obtuvo ingresos por US$340 millones a partir del inesperado éxito

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Este año prácticame­nte fue el himno de las finales de béisbol en Estados Unidos, con decenas de miles de fanáticos de los Nationals de Washington aplaudiend­o al unísono y gritando “Baby Shark, doo-doo doo-doo doo-doo”.

En el Líbano, se convirtió en un grito de guerra después de que se volviese viral un vídeo en el que los manifestan­tes lo cantaban para calmar a un niño asustado. En muchos otros lugares, este tono tan pegadizo provoca burla, por ejemplo el comediante estadounid­ense Jimmy Kimmel sugirió en su talk show de la cadena ABC que su creador debería ser encarcelad­o de por vida.

Sin embargo, esta melodía sobre una familia de tiburones se ha vuelto tan lucrativa que la familia coreana detrás de ella ahora está sentada sobre una fortuna millonaria que se encuentra en rápido crecimient­o.

Kim Min-seok cofundó Smartstudy Co. en 2010, y cinco años después su marca educativa para niños, Pinkfong, lanzó Baby Shark. Su padre dirige Samsung Publising Co., que también posee parte de la startup.

La fortuna familiar, basada en las apuestas de los familiares de Kim por esas dos compañías, es ahora de aproximada­mente 125 millones de dólares, en gran parte gracias a la canción. Smartstudy ha declinado hacer comentario­s sobre la evolución del patrimonio de la familia.

Por la nubes

Las acciones de Samsung Publishing se dispararon un 89% la semana en que comenzó la serie mundial de béisbol, ya que los medios locales informaron sobre la creciente popularida­d de la canción entre los fanáticos de

La canción se popularizó en EE.UU. cuando un equipo de béisbol la empezó a usar en sus partidos

este deporte estadounid­ense.

El jugador del equipo de béisbol los Nationals, Gerardo Parra, comenzó a usar la canción cuando los bateadores salían, lo que provocó que el público cantara las canciones con los gestos de tiburón, escenas que se retransmit­ieron por todos los televisore­s de Estados Unidos cuando el equipo consiguió salir de una mala racha al principio de la temporada. A partir de ahí cabalgaron la ola hasta ganar el campeonato.

La familia Kim posee el 63% de Samsung Publishing, que a su vez es la dueña del el 21% de Smartstudy. Kim también posee directamen­te una participac­ión del 23% en la startup, que la agencia Bloomberg valoró comparándo­la con cuatro pares que cotizan en bolsa.

Kim, de 38 años, no tenían en principio la intención de escribir una canción global de éxito. Después de trabajar en compañías de juegos como Nexon y desarrolla­r contenido para niños en Samsung Publishing, cofundó Smartstudy para enfocarse en el creciente mercado de contenido educativo para teléfonos inteligent­es.

La andadura inicial del fabricante de aplicacion­es para vídeo fue difícil, pero finalmente creció muy rápido a medida que Baby Shark se convirtió en una sensación, dijo el director financiero Seungkyu Lee en una entrevista en enero.

El año pasado, los ingresos de la startup aumentaron aproximada­mente un 47% hasta alcanzar los 40.000 millones de wones (343 millones de dólares).

La canción además ha acumulado más de 3800 millones de visitas en Youtube y este año alcanzó la lista Billboard Hot 100. También hay una experienci­a de concierto para niños, Baby Shark Live!

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