Tottenham despidió a Pochettino por malos resultados
El club justificó la sorpresiva medida en los malos resultados; estaba desde 2014 y tras desechar ofertas había renovado hasta 2023
Hasta no hace mucho había declinado con cortesía cualquier cortejo recibido del seleccionado argentino y de Real Madrid, antes de la vuelta de Zinedine Zidane. El compromiso de Mauricio Pochettino estaba con Tottenham, su club desde mediados de 2014 y con el que había renovado contrato hasta 2023. Y si bien atravesaba por el peor comienzo en la Premier League en seis temporadas –14º, a seis puntos del primer equipo en puesto de descenso–, no dejó de ser una noticia inesperada que Tottenham anunciara el despido del entrenador argentino, tras dirigir 293 partidos oficiales (160 victorias, 60 empates y 73 derrotas). Como posible reemplazante, The Guardian mencionó a José Mourinho, inactivo desde que fue despedido de Manchester United.
La novedad sorprendió a Pochettino de regreso de Barcelona, donde había pasado unos días aprovechando la pausa por la fecha FIFA destinada a los seleccionados. En un comunicado, la entidad londinense justificó la decisión en que “los resultados al final de la temporada pasada y en el comienzo de la actual han sido extremadamente decepcionantes.” Y amplia: “Fuimos extremadamente reacios a hacer este cambio y no es una decisión que la junta directiva haya tomado a la ligera, ni con prisa”.
Hace unas semanas, cuando surgieron algunos rumores sobre el futuro de Pochettino, desde Tottenham los descartaron porque implicaba una indemnización de 36 millones de euros.
Al margen de la Premier, Tottenham ocupa el segundo lugar en su zona en la Champions League, cerca de conseguir la clasificación a los octavos de final, ya que restan dos fechas y le sacó cuatro puntos de ventaja al tercero, Estrella Roja. De todas maneras, en la competencia europea, el equipo de Pochettino sufrió una de las derrotas más humillantes de su historia con el 7-2 que le infligió Bayern Munich en Londres por la segunda jornada. En septiembre, Tottenham había sido eliminado por penales en la Copa de la Liga (Carabao Cup) por Colchester, un equipo de la cuarta división.
Más allá de estas decepciones, cabía suponer que Pochettino tenía crédito y espalda para sobrellevarlas en virtud de que el club vivió una de sus etapas más fructíferas en su gestión. Tottenham llegó por primera vez a la final de la Champions League, en la que hace menos de seis meses cayó ante Liverpool por 2-0, y a lo largo de cinco años y medio promovió y potenció a numerosos futbolistas. Con su conducción, Harry Kane, un delantero que había deambulado por varios equipos menores, fue el goleador de la Premier en 2016/17 y dio el salto al seleccionado inglés. Otros jugadores que evolucionaron a su mando son Dele Alli, Eric Dier, Kieran Walker (transferido a Manchester City), Harry Winks y Danny Rose.
Pochettino no sale bien parado si es medido por la vara resultadista: No obtuvo ningún título. Algo tan real como que nTottenham, en 137 años de existencia, solo conquistó dos ligas inglesas y ocho FA Cup. A flata de una coronación, Pochettino instaló a los Spurs en el top-seis de Inglaterra, junto con los dos Manchester, Liverpool, Chelsea y Arsenal. Y había desplazado a este último, sobre todo después de la salida de Arsene Wenger.
Después de un par de mercados de pases sin refuerzos porque el club destinaba los ingresos a la construcción del nuevo estadio, para este curso había llegado Giovani Lo Celso. Enseguida se mencionó a Bayern Munich –tiene DT interino– como un posible destino para Pochettino, pero para ese caso primero debería aprender bien alemán como requisito indispensable.