Policías usaron una ambulancia para superar los controles narco
SAN MARTÍN. El operativo permitió atrapar a una banda en la villa Loyola
Para no levantar sospechas y poder ingresar sin problemas en un asentamiento, el grupo de policías que integraba el operativo se escondió en una ambulancia. El plan fue entrar por sorpresa y desbaratar una banda dedicada al narcomenudeo que operaba desde la villa Loyola, en San Martín. El operativo fue exitoso: detuvieron a 18 sospechosos y secuestraron 26 kilos de droga.
“La ambulancia fue una estrategia para realizar la principal estocada contra la organización sin levantar sospechas en los encargados de custodiar el ingreso a la villa”, informó uno de los detectives policiales que participaron de la investigación.
Según las fuentes consultadas, la banda –liderada por un hombre conocido como el Negro– tenía “vigías y soldaditos” en distintos puntos del lugar para protegerse y alertar del ingreso de la policía o personas extrañas.
Los vendedores de la banda cambiaban de lugar y se alternaban en sus horarios para no ser detectados. En una de las casas del lugar había carteles que decían: “Entrás acá y te morís”.
“Por la cercanía a la General Paz muchos de los compradores venían desde la ciudad de Buenos Aires, aunque la mayoría de ellos eran del asentamiento y del partido de Vicente López”, agregó una fuente vinculada con el caso.
En los allanamientos fueron secuestrados 24 kilos de marihuana (en trozos compactos y en envoltorios preparados para su distribución), más de 2 kilos de cocaína distribuidos también en envoltorios, $50.000, teléfonos celulares, varias armas, municiones y anotaciones que serán analizadas por los investigadores para avanzar sobre la red que abastecía a esos vendedores minoristas de drogas.
Otro procedimiento con características similares fue realizado por policías porteños contra una banda de narcomenudeo que operaba en un asentamiento de la zona sur de la ciudad.
Según informó la Policía de la Ciudad, fue detenida una mujer que estaba a cargo de uno de los puestos de venta de drogas minorista instalados en la villa 21-24. Ese grupo criminal, que respondía a las órdenes de la jefa narco, conocida como Vilma la Bella, utilizaba la fachada de un local comercial para vender marihuana y cocaína.
“Luego de la investigación, que incluyó análisis fílmico y tareas de campo, se corroboró que las actividades ilícitas eran desplegadas por una mujer de 30 años conocida en el barrio como Vilma la Bella, quien usaba como fachada para la venta de estupefacientes una casa de comidas”, explicaron voceros de la Policía de la Ciudad.
El grupo narco tenía como centro operativo un puesto de venta de empanadas.
Más allá del arresto de la sospechosa y del decomiso de dosis de marihuana preparadas para la venta minorista, los policías secuestraron una pistola 9 mm y se busca determinar mediante peritajes especiales si esa arma estuvo relacionada con otros crímenes.