LA NACION

Diego Alves. El fenómeno atajapenal­es de Flamengo

El arquero del conjunto brasileño rechazó casi la mitad de los remates desde los 11 metros; cómo construyó su carrera un guardament­a que no es de los más conocidos

- Sebastián Prats

Parece imposible de creer que un arquero haya atajado casi la mitad de los penales que le patearon en toda su carrera. Pero ese es el dato que sorprende de Diego Alves, el arquero de Flamengo que este sábado enfrentará a River por la final de la Copa Libertador­es.

Alves no es ni siquiera de los arqueros más conocidos de Brasil: apenas si llega a una decena de partidos con la selección. Pero es dueño de una historia bastante peculiar que lo consagra como el mejor atajador de penales del mundo. Llegó al equipo carioca a mediados de 2017 con una enorme fama bien ganada en España, donde en las diez temporadas que jugó para el Almería y el Valencia se convirtió en el hombre récord de La Liga al tapar 22 de los 47 que le patearon y fueron al arco (hubo dos que salieron desviados). Es decir, casi el 50%.

Pero, ¿quién es este fenómeno y qué dice de su habilidad para contener remates desde los 12 pasos? Nacido hace 34 años en Río de Janeiro, su carrera profesiona­l empezó sin embargo en el Atlético Mineiro de Belo Horizonte, desde donde saltó a España en 2007. Allí le costó muy poco ganarse un lugar primero en el Almería y luego en el Valencia, donde a pesar de sus históricos récords terminó envuelto en algunas polémicas.

“Nunca tuve una obsesión por los penales, nunca fue un objetivo. Las cosas se dieron naturalmen­te, los números fueron creciendo y se me fue haciendo esa fama”, dijo hace poco Diego Alves en una entrevista que le dio a la Conmebol, en la previa del partido decisivo con River. Y no era para menos: todos los grandes jugadores de la liga española sucumbiero­n ante él, incluidos Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.

Las dificultad­es del portugués para marcarle penales jugando con el Real Madrid hicieron que los periodista­s de la península empezaran a mirar a este portero con otros ojos. Cristiano falló primero cuando Alves atajaba para el Almería. Y luego lo hizo dos veces más enfrentand­o al Valencia. Lo curioso es que todas ocurrieron en el Santiago Bernabéu. Solo logró convertirl­e una vez y de visitante.

Un poco más esperanzad­or para los hinchas millonario­s es pensar que con Messi tan bien no le fue a Diego Alves, porque la Pulga le marcó cuatro de cinco. La única vez que Lio falló ante el brasileño fue en 2012 en el Mestalla por la Copa del Rey. Era el primer penal que a Alves le tocaba defender para el Valencia. Y se lo atajó al mejor jugador del mundo. Lo que nunca pudo el argentino es anotarle de tiro libre.

Como sea, la fama de Diego Alves llevó a los periodista­s españoles a repasar todas sus atajadas desde los 12 pasos. Y descubrier­on que, además de hablarle al pateador antes de la ejecución, la gran mayoría de los remates los contenía arrojándos­e sobre su derecha.

Sin embargo, el hoy arquero del Flamengo no reconoce tener grandes secretos para su virtud. “Existe la presión para el que va a patear y nosotros intentamos usar todas las armas para poder sacar ventaja. Es necesario controlars­e en ese momento”, señaló en la misma entrevista antes de agregar que hoy todos esperan de él que ataje el penal. “Yo también tengo una gran responsabi­lidad y una gran presión”, añadió.

Más allá de los penales parados, la historia de Diego Alves en Valencia no terminó del todo bien. Su salida del club llegó después de algunos encontrona­zos con los hinchas y de un desgaste evidente en el vestuario. En su última temporada, vivió algunas situacione­s polémicas. Como cuando en un partido contra el Deportivo La Coruña les gritó a los hinchas “son un desastre, pitando a favor de casa”, al salir en defensa de un compañero que estaba siendo silbado por los aficionado­s. La relación del arquero con los fanáticos y el club se siguió deterioran­do, hasta que la transferen­cia al Flamengo derivó en un win-win para ambas partes.

“No quiero que haya penales”

Con secretos ocultos o sin ellos, lo cierto es que Diego Alves ocupará el arco del Flamengo este sábado y su destreza con los penales será un condimento más de una final a la que no le faltan atractivos. El buen nivel del Flamengo y su impresiona­nte racha de partidos invicto se encontrará­n con un River copero que también sabe desplegar juego en los partidos decisivos.

Y si la final termina en empate, o si el VAR les concede a los millonario­s algún penal durante el encuentro, enseguida empezará a pesar el prestigio de Alves. Aunque él mismo prefiere que eso no suceda. “Espero que no haya que llegar a la instancia de los penales porque es mucho sufrimient­o”, declaró. “Pero si llega a pasar, estoy preparado”, agregó. En esta Copa, Diego Alves ya mostró sus virtudes cuando Flamengo eliminó a Emelec desde los 12 pasos en octavos de final, donde le contuvo el remate a Dixon Arroyo.

Aunque hoy Diego Alves es indiscutid­o en el Flamengo, también en Río vivió su pequeña tormenta, como allá por 2017 en Valencia. Fue exactament­e hace un año, cuando habiendo perdido la titularida­d por una lesión se negó a viajar para un partido y terminó discutiend­o con el entrenador de aquel entonces, Dorival Junior, delante de todos sus compañeros. Terminado el certamen, el DT se fue y con Jorge Jesus en el banco Alves se volvió a adueñar del arco. Ahora sus manos van por el título más importante de Sudamérica y de su carrera.

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Afp Diego Alves, a los 34 años, tendrá un papel protagónic­o en la gran final de Lima

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