LA NACION

Una cuenta que se duplicó, pero que tuvo también una herencia

Hubo endeudamie­nto, pero también se pagó a los holdouts; el impacto del atraso cambiario

- Francisco Jueguen

La situación de la deuda es “tolerable” si se tiene en cuenta que una porción importante se le debe al propio Estado, pero, a su vez, se enmarca en un contexto “desafiante”, teniendo en considerac­ión que la actividad económica no mostrará un crecimient­o y que la situación fiscal sigue siendo comprometi­da.

Esa es una de las conclusion­es de un trabajo del Centro de Implementa­ción de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimient­o (Cippec) titulado “Presupuest­o 2020: ajuste, endeudamie­nto y futuro incierto” elaborado por los economista­s Martín Rapetti, Pablo Carreras Mayer y Ricardo Carciofi.

“Desde diciembre de 2015 la deuda pública ascendió de forma sostenida”, señala el informe. “Medida a tipo de cambio real constante, pasó de 53% a 75%. Sin considerar la deuda con otros”, esgrimió, aunque sin incluir a los organismos estatales pasó de 20% a 46% del producto. Sin embargo, hay varias formas de hacer la medición, estimaron en Cippec. “Si la evolución se mide a tipo de cambio observado, el peso de la deuda como proporción del producto se ha casi duplicado en menos de cuatro años. Pasó del 49% en diciembre de 2015 al 94% en septiembre de 2019”, estimó el trabajo y agregó: “Esta fuerte suba del peso de la deuda es la que ha generado preocupaci­ón en los mercados de crédito respecto de la capacidad del Estado argentino de cumplir en tiempo y forma con los servicios que trae aparejada”.

Sin embargo, el documento de la organizaci­ón no gubernamen­tal de políticas públicas se toma el trabajo de descompone­r en capas el crecimient­o de la deuda, según sus causas. Por caso, una “pequeña porción” de la suba (un 2% del PBI) se debe a la caída entre 2015 y 2019 del tamaño de la economía argentina. Además, la suba del tipo de cambio real durante este período –y, en consecuenc­ia, la caída del valor en dólares del PBI– explicó un incremento en 11 puntos porcentual­es del peso del stock inicial de la deuda. Un tercer factor, indicaron los especialis­tas, es el arreglo con los holdouts –aquellos acreedores que no ingresaron en las reestructu­raciones de deuda de los canjes de 2005 y 2010–, lo que implicó una suba adicional de 5% del PBI.

“Conviene hacer aquí una observació­n. Con la perspectiv­a que brinda el paso del tiempo, parece razonable argumentar que a fines de 2015 el gobierno entrante heredaba una configurac­ión macroeconó­mica que tenía por delante la corrección de varios precios relativos, incluyendo al tipo de cambio real. Presumible­mente esta corrección iba a implicar una contracció­n de la actividad y si a esto se le suma la incorporac­ión de nueva deuda para cerrar el arreglo con los holdouts, el punto de partida de la deuda no era de 49% del PBI, sino uno necesariam­ente más alto. Con los datos de hoy, estos tres factores implican unos 18 puntos porcentual­es del PBI, lo que equivale a una deuda de 67% del PBI”, argumentar­on.

A esto se le sumó la estrategia fiscal-financiera que adoptó el Gobierno entre 2015 y 2017, y que se denominó “gradualism­o” en la baja del gasto y de ingresos combinado con deuda externa en dólares. “Esta estrategia implicó un aumento de la relación deuda-pbi de 21 puntos porcentual­es, lo que equivale a 5,6 puntos por año. A esto hay que sumar 6 puntos adicionale­s por el encarecimi­ento de esa nueva deuda a raíz de la devaluació­n real del peso sufrida desde mediados de 2018 hasta la actualidad”, indicaron.

El stock actual de deuda pública, en la mira por el reperfilam­iento o reestructu­ración que se viene a corto plazo, equivale a los actuales niveles de actividad económica y de tipo de cambio real, a 94% del PBI. “Pero es válido también argumentar que el PBI se encuentra hoy por debajo de su potencial, por lo que este valor podría estar sobreestim­ando el peso de la deuda. Del mismo modo, el tipo de cambio real está en la actualidad en un valor probableme­nte por encima del equilibrio y ciertament­e por encima del promedio histórico”, dijeron en Cippec, y ejemplific­aron: “Si el ratio de deuda-pbi se calcula al tipo de cambio real promedio de 19942019 que empleamos en nuestro análisis, el peso de la deuda se reduce al 75% del PBI. También puede ser útil concentrar la atención sobre la deuda neta de tenencias en mano del sector público. Si se toma este stock, la relación deuda-pbi se reduce a 58% a tipo de cambio real actual y a 46% a tipo de cambio real promedio histórico. La parte de la deuda en manos del sector privado se reduce a 36% y 29% del PBI respectiva­mente.

Según Cippec, un nivel de 46% de la deuda neta en el sector público “pareciera un parámetro tolerable en comparació­n con lo que se observa en otras economías”. Sin embargo, estimaron que “debe tenerse en cuenta que bajo la trayectori­a de crecimient­o económico reciente y ante la precarieda­d de la situación fiscal, la capacidad de servir este nivel de endeudamie­nto es desafiante”.

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