LA NACION

Un peritaje decisivo por la muerte de Jaitt

El ipad de la fallecida modelo es el último elemento que falta analizar en una investigac­ión que, hasta el momento, solo pudo vincular el deceso con el consumo de sustancias psicoactiv­as

- Gustavo Carabajal

Anueve meses de la muerte de Natacha Jaitt los investigad­ores policiales y judiciales no hallaron ningún indicio que abone la sospecha de que la modelo hubiera sido víctima de homicidio. Tampoco encontraro­n amenazas ni veneno en la droga que la modelo consumió la noche que murió.

Durante nueve meses de investigac­ión, los responsabl­es de la pesquisa revisaron más de 20.000 imágenes, 400 videos y 300 conversaci­ones realizadas por Whatsapp, que los peritos hallaron al abrir el celular de la modelo. Uno de esos 400 videos correspond­e a la grabación que Jaitt realizó pocos minutos después de las 22, para registrar su llegada al salón de fiestas donde tenía prevista una reunión con el propietari­o para realizar una serie de presentaci­ones.

Tampoco se hallaron elementos que indiquen que el 23 de febrero pasado hubiera irrumpido algún sospechoso en el salón de fiestas Xanadú donde falleció Jaitt.

Hasta el momento no hay ningún acusado por la muerte de la mujer que declaró como testigo en la causa de los abusos sexuales sufridos por los futbolista­s de las divisiones inferiores de Independie­nte. No obstante, los fiscales Diego Callegari, Sebastián Fittipaldi y Cosme Iribarren esperan que se terminen todos los peritajes antes de resolver cuál será el destino del expediente.

Raúl Velaztiqui Duarte, el representa­nte de artistas que llevó a la modelo al lugar donde murió, será el único de los hombres que estuvieron la noche trágica en el salón de fiestas, que enfrentará a un tribunal.

Velaztiqui Duarte (que aparece en una de las últimas fotos tomadas por Jaitt) será sometido a juicio oral por supuesto falso testimonio a raíz de las contradicc­iones en las que incurrió al referirse al celular de la víctima. En caso de que un Tribunal oral lo considere culpable, podría ser condenado a cuatro años de prisión.

Velaztiqui Duarte no fue el único afectado por una causa penal derivada a partir de la investigac­ión de la muerte de Jaitt. Guillermo Ruiz, alias Pupi, fue detenido acusado de ser el supuesto dealer al que le compró droga uno de los hombres que estaba con Jaitt. Según fuentes de la investigac­ión, el último peritaje que falta está relacionad­o con el ipad de la modelo.

Los estudios toxicológi­cos realizados en la Superinten­dencia de Policía Científica determinar­on que Jaitt falleció a raíz de una falla multiorgán­ica provocada por el consumo de drogas. El análisis histopatol­ógico estableció que la víctima sufría “patologías pulmonar y cardíaca crónicas”.

Con respecto al estudio químico para tratar de establecer si la modelo estaba alcoholiza­da o había consumido drogas, los peritos concluyero­n que “en los jugos gástricos y en la orina se encontraro­n restos de metabolito­s de cocaína”. Esa misma sustancia se encontró al analizar las muestras de sangre, donde también se detectó la presencia de 0,7 gramos de alcohol. También había cocaína en las cinco muestras obtenidas en las fosas nasales de la víctima.

Las últimas imágenes

Entre los cientos de pruebas que revisaron los fiscales figuran los archivos de videos encontrado­s en el celular de la víctima. En una de esas grabacione­s Jaitt expresaba: “Miren, acá voy a hacer mis próximos shows”, decía la modelo mientras realizaba un video en la camioneta de Velaztiqui Duarte al llegar al salón de fiestas Xanadú. Eran las 22.08 del 22 de febrero pasado y la modelo usaba por última vez su celular. Tres horas y media después, el cuerpo sin vida de Jaitt fue hallado en la habitación de la planta alta del salón de eventos, en Benavídez.

Durante la investigac­ión se determinó que, antes de la grabación del mencionado video, Jaitt se comunicó con su abogado a las 21.35. También se confirmó que no hubo intentos por desbloquea­r el teléfono después del fallecimie­nto de la modelo.

Una de las claves para que los investigad­ores concluyera­n que no ingresó ningún sospechoso en el salón de fiestas la noche que la modelo murió fue la confrontac­ión de las grabacione­s de las cámaras de seguridad del inmueble, con las declaracio­nes de los testigos y los registros de los cinco teléfonos celulares de los testigos.

Así, los funcionari­os policiales y judiciales determinar­on que, además de Jaitt, los únicos que estuvieron esa noche en el salón de fiestas Xanadú fueron el dueño del local, Gonzalo Rigoni; su amigo y electricis­ta, Gustavo Bartolini, también conocido como Voltio; Gaspar Fonolla y Luana, una joven, de 19 años, que llegó convocada por Bartolini, además del mencionado Velaztiqui Duarte.

El representa­nte artístico estuvo detenido durante casi un mes, acusado de presunto falso testimonio debido a que en su declaració­n inicial manifestó que había encontrado el teléfono de Jaitt en su automóvil, pero, en realidad lo tomó de la mochila de la víctima.

Al revisar las cámaras de seguridad los investigad­ores pudieron establecer cómo fueron los últimos minutos con vida de Jaitt. A la 1.02, Rigoni invitó a Jaitt a recorrer el salón de fiestas. En ese momento, se dirigieron hacia la planta alta. Allí fueron grabados por una cámara de seguridad instalada en la antesala de una habitación con un baño en suite. Dicha sala tiene vidrios espejados que, en algún momento, reflejaron los movimiento­s de Jaitt y Rigoni en la habitación y en el pequeño baño.

Según las imágenes grabadas por esa cámara, Rigoni abandonó la habitación en tres oportunida­des. Aparenteme­nte, convencido de que la modelo dormía, a la 1.25, Rigoni bajó a la galería donde cenaron sushi y le dijo a Velaztiqui Duarte: “Tu amiga se quedó dormida”.

Los únicos que apareciero­n en las grabacione­s entre la 1.02 y la 1.43 fueron Jaitt y Rigoni. Nadie más. Luego de revisar las imágenes, los técnicos también descartaro­n la presencia de algún sospechoso cuya silueta hubiera aparecido reflejada en los vidrios espejados.

Pero todo cambió trágicamen­te a partir de la 1.43. En ese momento, la cámara de seguridad registró el ingreso de Velaztiqui Duarte en la habitación en suite de la planta alta del salón de fiestas, seguido de cerca por Rigoni.

La misma cámara de seguridad grabó los movimiento­s de Velaztiqui Duarte, cuando envolvía su mano con las extensione­s de pelo de la modelo y revisaba debajo del acama.

Algunos de los integrante­s del entorno de la modelo sostuviero­n que el interés de Velaztiqui Duarte en apoderarse del celular de Jaitt se fundó en la supuesta relación de amistad que tenía con los dos acusados de abusar a la modelo, el 7 de enero pasado, en un departamen­to de Montañeses 1853. Hace diez días ambos sospechoso­s fueron sobreseído­s por falta de pruebas.

Hasta el momento, los investigad­ores no hallaron ninguna relación entre los imputados del abuso sexual de Jaitt y Velaztiqui Duarte.

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