LA NACION

Bernie Sanders, el candidato favorito de los latinos

Según encuestas, el precandida­to demócrata lidera el voto hispano en Estados Unidos

- Jennifer Medina

Tres meses antes de que comiencen las votaciones para las elecciones primarias demócratas, los asesores de Bernie Sanders confían en los nuevos electores que están registrand­o en iowa. Esperan una victoria contundent­e en new Hampshire, donde Sanders –senador del vecino estado de Vermont– es considerad­o un residente local. Y en california, un estado que, según su equipo de campaña, abriría el camino a la candidatur­a, creen que Sanders tiene una clara ventaja con el arma no tan secreta de los electores latinos.

Hasta el momento, Sanders ha recaudado más dinero entre el electorado latino que ningún otro candidato demócrata. incluso recaudó tres veces más de lo que Barack obama recibió de ese segmento en 2008. Es el candidato con mayores chances de ganar entre los electores latinos, de acuerdo con una serie de encuestas realizadas por The new York Times Upshot y Siena college, ya que recibió un 28% de los votos en las elecciones primarias demócratas en seis estados pendulares. El apoyo no es menor y los asesores de campaña lo dejaron claro: ningún otro bloque de electores estadounid­enses pertenecie­ntes a una minoría étnica es tan importante como el latino.

Puede que Sanders sea un senador blanco de 78 años de Vermont, el estado con la menor población latina del país, pero muchos electores de ese origen lo consideran el candidato que mejor representa sus esperanzas. Muchos lo llaman “tío Bernie”, como si fuera un pariente cariñoso o un amigo de la familia.

Quienes lo llaman así son sus seguidores leales. Y su adoración se remonta a 2015, la primera vez que compitió por la presidenci­a de Estados Unidos. Se deleitan con el hecho de que su mensaje casi no ha cambiado pese a tener décadas como servidor público. En sus llamados a la igualdad, escuchan ecos de sus padres, algunos de los cuales había llegado a Estados Unidos en busca de oportunida­des económicas.

“Somos una comunidad de lucha y este es un hombre que sabe lo que es pelear”, dice anthony Mercado, un trabajador de mantenimie­nto de 48 años, que lleva una camiseta que dice “Bernie 2016” y está sentado afuera de la oficina de campaña de Sanders al este de los Ángeles el día de su apertura, en octubre último. “a los latinos nos han prometido cosas que luego nadie cumple. Pero Bernie ha estado diciendo lo mismo desde que comenzó”, agrega Mercado.

Optimistas

En iowa y nevada, su equipo de campaña cree que, incluso, un ligero aumento en la participac­ión latina en los caucus de estos estados –asambleas partidaria­s donde se eligen a los delegados– tendría como resultado un mayor número de delegados para Sanders. Tienen motivos para sentirse optimistas. Según varias encuestas de cara a la elección de 2020, los electores latinos han indicado que favorecen a Sanders más que a ningún otro candidato presidenci­al.

El mes último, en un foro presidenci­al en Des Moines, iowa, patrocinad­o por la liga de ciudadanos latinos Estadounid­enses Unidos, Sanders habló después del exsecretar­io de Vivienda, Julián castro, y de Beto o’rourke, excongresi­sta de Texas. Solo Sanders fue recibido con una ovación del público cuando entró en el auditorio.

En los Ángeles, un grupo clave de voluntario­s de Sanders desde 2016 se ha mantenido involucrad­o en diferentes causas. Por ejemplo, tuvieron éxito en su campaña por un salario mínimo de quince dólares la hora, al participar en marchas con los maestros durante una huelga de una semana para pedir aumento de sueldo y también han hecho lobby para que se proporcion­e cobertura médica a los inmigrante­s indocument­ados que se encuentran en Estados Unidos.

ahora están más motivados a actuar debido a las políticas de mano dura hacia los inmigrante­s impuestas por el presidente estadounid­ense, Donald Trump. Están presionand­o a sus padres y a sus vecinos para que se les unan, trabajan como voluntario­s hispanohab­lantes y organizan los suburbios con presencia latina predominan­te al este de los Ángeles.

“En la mayoría de las campañas, los latinos suelen ser secundario­s. nosotros estamos diciendo de manera explícita que son el pilar de la nuestra”, explicó rafael návar, director de campaña de Sanders en el estado de california. a principios de noviembre, se abrieron sucursales en central Valley e inland Empire, dos bastiones latinos del estado que a menudo son ignorados en las elecciones nacionales. “Estamos llevando a cabo la operación más grande en el estado más grande, así que nos va a ir mejor que la última vez”, afirmó.

En 2016, Sanders obtuvo un 45,7% de los votos demócratas en las elecciones primarias de este partido, en comparació­n con el 53,4% de Hillary clinton.

En entrevista­s con seguidores latinos en iowa y california, muchos dijeron que la atención médica era fundamenta­l para ellos y mencionaro­n las historias de padres que habían quedado en bancarrota tras una cirugía o que habían tenido que viajar a México para realizar consultas médicas. incluso entre los miembros de los sindicatos que han peleado para negociar prestacion­es de atención médica hay un entusiasmo generaliza­do por la propuesta de Sanders de Medicare para todos.

Una postura liberal

Sanders ha adoptado algunas de las posturas más liberales entre los demócratas en torno a la migración. En un plan de política migratoria que dio a conocer el jueves 7 de noviembre, hizo un llamado a una moratoria a las deportacio­nes y a poner fin a las redadas del Servicio de inmigració­n y control de aduanas de Estados Unidos (ice, por su sigla en inglés). También prometió presionar al congreso para que promulgara una vía a la ciudadanía para los 11,1 millones de personas inmigrante­s que viven actualment­e en el país sin documentos.

Sanders declaró que emitiría órdenes ejecutivas para permitir a esos migrantes quedarse en Estados Unidos hasta que el congreso cambie las leyes existentes. Ha prometido “restructur­ar de raíz” el ice, una agencia a cuya creación se opuso en 2002. El plan también hace un llamado a poner fin a la separación de las familias en la frontera y permitir el ingreso al país a quienes solicitan asilo.

“Dejamos muy claro que la reforma migratoria ya no es suficiente. necesitamo­s ponerle un alto a las deportacio­nes de inmediato”, dijo Belén Sisa, quien es una de esas personas en el equipo de Sanders. “Hace diez años habría sido impensable que nosotros tuviéramos influencia sobre las políticas que tienen impacto en nuestras vidas”.

El equipo de campaña comenzó a acercarse a la comunidad latina tan pronto como Sanders anunció su candidatur­a, explicó návar, y llevó a cabo encuentros con el lema “Unidos con Bernie” en todos los estados que tendrían elecciones tempranas.

Comunicaci­ón estratégic­a

En iowa, por ejemplo, la campaña comenzó con el envío de publicidad digital en español sobre la historia migratoria de Sanders (su padre era inmigrante) a la comunidad latina. los organizado­res del estado creen que pueden aumentar de manera importante la cantidad de electores en el caucus latino; en 2006, menos de 3000 de los 85.000 latinos elegibles votaron en el caucus. Para ello, ahora hay más de ochenta miembros latinos en su equipo de entre los casi 400 que trabajan en la campaña, incluida analilia Mejia, directora de política nacional.

Durante los últimos cuatro años, carlos Marroquín, de 53 años, empleado postal y activista, estuvo ayudando a reunir la que denomina la “Brigada Bernie”, organizand­o a los seguidores de Sanders en torno a todo tipo de causas políticas. ahora, dijo, el grupo está cosechando los beneficios de no haberse dispersado nunca.

“nunca nos detuvimos, como él, que tampoco se detiene”, dijo. “necesitamo­s mostrarle a la gente que él es quien está hablando sobre las cosas que más nos importan: la encarcelac­ión, la indigencia, la vivienda, la desigualda­d. Estas son cosas que hemos exigido por mucho tiempo”.

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Bernie Sanders, precandida­to demócrata, en las calles del Bronx

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