EMERGENCIA SANITARIA LA DECLARÓ LA CIUDAD POR EL CONSUMO DE DROGAS
Regirá hasta el 31 de diciembre de 2021; la Ciudad diseñará planes de prevención y monitoreo; se hará un diagnóstico anual para verificar las políticas por aplicar
Por el creciente aumento de sustancias legales e ilegales que producen complicaciones en la salud, la ciudad de Buenos Aires declaró la emergencia sociosanitaria en materia de consumos problemáticos de sustancias como drogas, tabaco, alcohol y psicofármacos, a fin de garantizar un abordaje integral de la problemática, cuyos ejes principales serán la prevención y la asistencia para la ciudadanía.
Regirá hasta el 31 de diciembre de 2021 y, durante ese tiempo, el gobierno porteño deberá diseñar, implementar y monitorear un plan de acción que aborde integralmente esa problemática. También tendrá que implementar servicios ambulatorios de asistencia en hospitales públicos, CeSACs, Centros Médicos Barriales (CMB) y Centros de Salud Mental (CSM).
La normativa establece elaborar un diagnóstico sobre el consumo de esas sustancias, que se actualizará anualmente y será el sustento para la implementación de diversas políticas públicas.
Esta fue una de las iniciativas más importantes de la sesión, junto con las nuevas reglas para alquilar viviendas temporarias y el régimen para residentes (ver aparte).
El diputado de Evolución y uno de los autores de la ley, Leandro Halperín, explicó que en el país “el consumo de sustancias psicoactivas se inicia desde muy jóvenes, a partir de los 12 o 13 años”. Y resaltó: “No hablamos solo de consumos problemáticos de sustancias ilegales como el paco, sino de sustancias legales como los psicofármacos, que producen los mismos estragos que las ilegales”.
Según el informe sobre el consumo de drogas en las Américas que la Organización de los Estados Americanos (OEA) presentó este año, la Argentina se encuentra entre los países con las tasas más altas de consumo de alcohol de América con un 52%; casi el 80% de los estudiantes secundarios tienen un gran riesgo de embriagarse con ese tipo de bebidas. Mientras que el 28,7% de la población argentina consume tabaco.
Halperín precisó que se definió “el contexto en el que se tienen que aplicar las políticas públicas, esto tiene que ver con abocarse a la prevención y reducción de daños. Desde nuestra mirada, el Estado asoció consumos problemáticos con lo que son las adicciones y el delito, esto si bien es parte del problema, no lo es todo”.
Sobre esa misma línea consideró que “esta mirada con un sesgo muy fuerte de política criminal, al utilizarse a los agentes del sistema penal para intervenir en estos consumos, es decir, agentes, policías, jueces y cárceles, ha sido ineficaz y por eso debe tener un abordaje responsable y democrático”. Y concluyó que hay que “usar el sistema educativo y de salud para prevenir daños y reducir los estragos que ya se han generado, tenemos que tener una mirada integral del problema”.
Según un informe que la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar) emitió en 2017, el 5,3% de la población de entre 12 y 65 años consumió cocaína alguna vez en su vida. En el ranking de las sustancias más consumidas se encuentran, entre otras, las sustancias ilícitas–como pasta base, éxtasis, inhalables, opiáceos y anestésicos, anorexígenos, crack y alucinógenos– con un índice del 1,76% y la marihuana con un 10%.
En el contexto nacional, el consumo de alcohol en la ciudad está por encima de la media total país (66,18%), ubicándose como el distrito con mayores niveles de consumo reciente de esta sustancia. El boletín estadístico del perfil de pacientes asistidos, transferencias por subsidios a tratamiento y línea de atención 141 del primer trimestre de 2018 de Sedronar detalla que cerca del 90% del total pertenecen a la provincia de Buenos Aires y a la ciudad de Buenos Aires.