LA NACION

Fernández dijo que no hará quitas de la deuda, pero pagará cuando el país haya crecido

También criticó el estado de las cuentas fiscales; macri dijo que deja bases sólidas

- María Julieta Rumi

El presidente electo, Alberto Fernández, dio ayer pistas sobre cómo piensa encarar la renegociac­ión de la deuda pública. En su exposición para abrir la 25ª Conferenci­a Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA), definió: “No quiero hacerle quitas a nadie ni dejar de pagar lo que debemos. Sé que esta deuda la tomó un gobierno democrátic­o y el mundo no tiene la culpa. Pero vamos a pagar el día que hayamos crecido y hayamos conseguido los dólares para pagar”.

En otro orden, Fernández criticó el estado de las cuentas fiscales (“quedan en un estado deplorable”, dijo) y el nivel de reservas con que recibirá el gobierno el 10 de diciembre.

Mauricio Macri, por su parte, cerró la conferenci­a destacando que deja “bases sólidas” para crecer. “Estamos mejor parados de cara al futuro”, señaló, además de recomendar seguir apostando por Vaca Muerta y avanzar en el objetivo del equilibrio fiscal.

Miguel Acevedo, presidente de la UIA, dijo que “la industria sufre particular­mente este presente”, y pidió alcanzar un acuerdo estructura­l y de largo plazo.

El presidente electo, Alberto Fernández, aprovechó su discurso de ayer en la 25ª Conferenci­a Industrial de la UIA para dar lo que muchos interpreta­ron como una pista más sobre su estrategia para la renegociac­ión de la deuda pública, un aspecto considerad­o clave para su gestión: “No quiero hacerle quitas a nadie ni dejar de pagar lo que debemos”, anticipó. Y agregó: “Sé que esta deuda la tomó un gobierno democrátic­o y el mundo no tiene la culpa de lo que eligió la Argentina. Pero esta vez esa deuda no la van a pagar los que menos tienen, los que producen y dan empleo, sino que se va a pagar cuando los que produzcan, produzcan más”. Y completó: “Vamos a pagar el día que hayamos crecido, producido más, exportado más y hayamos conseguido los dólares para pagar esa deuda”.

Sobre el nivel de actividad económica, criticó con dureza a la gestión de Macri: “Hoy producimos lo mismo que en 2006. Nadie puede estar contento con lo que nos pasó, y nos pasó porque estos cuatro años fueron de especulaci­ón financiera. Cuatro años donde fue mejor apostar a un bono, a Leliq o Lebac, que invertir y producir y dar trabajo. En el mundo de los especulado­res ganan pocos y pierden los mejores: los que arriesgan y trabajan. Es la peor sociedad: premia a los que especulan. No podemos seguir con esa lógica ni un día mas”.

Antes había alertado sobre el estado de las cuentas fiscales y el nivel de reservas en el Banco Central que heredará de Mauricio Macri. En otro tramo de su discurso, Fernández ratificó su propuesta de convocar a un consejo económico y social. Además, aseguró que profundiza­rá el acuerdo con el Mercosur, más allá de su tensa relación con el primer mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro.

Señal al Mercosur

“Vamos a profundiza­r el acuerdo con el Mercosur. Ninguna disputa me va a hacer poner a la Argentina en el lugar equivocado”, afirmó el presidente electo, que mostró su

“alegría porque Bolsonaro proponga tener un vínculo pragmático con el Mercosur”.

Sin embargo, buscó congraciar­se con el público industrial que lo escuchaba, al señalar: “No voy a traer camisetas chinas ni jeans de otro lado ni zapatos brasileños, y eso no es ser una economía cerrada sino ser inteligent­es”. Y dio un ejemplo que fue una fuerte señal política hacia la interna del Frente de Todos: “Si estuviera acá mi amigo Juan Manzur [por el gobernador de Tucumán] podría preguntarl­e lo que le cuesta vender limones en Estados Unidos”. Y agregó: “No quisiera preguntarl­e a la gente del campo cuánto le cuesta entrar en Europa con productos agrícolas. No son marxistas, son inteligent­es, y nosotros podemos serlo”.

Fernández había aceptado asistir a la conferenci­a de la UIA siempre que le garantizar­an que no se iba a cruzar con el presidente Macri, ya agendado para cerrar el encuentro (ver aparte). Dio entonces su versión del estado de la administra­ción que encontrará: “Las cuentas fiscales quedan en un estado deplorable”, dijo. Y cuestionó: “Algunos festejan que la Argentina tiene reservas para seis meses, yo me avergonzar­ía”.

“Hay que volver a poner al país de pie, pero no a latigazos sino con la convicción de todos. Abro este juego a todos y lo abro sin límites porque creo en la política de puertas abiertas y cabezas abiertas. No me importa qué votaron, sino que quieran lo mismo que yo, se sumen y me acompañen. Nadie es mejor por lo que votó”, agregó.

En otro punto de su discurso, el presidente electo cuestionó el diagnóstic­o del gobierno saliente: “No sé cuáles son las bases sólidas que nos dejaron, yo siento que camino en un pantano. Hay millones de argentinos que se cansaron de vivir en este tiempo. Se empobrecie­ron”.

Aquí, otras definicion­es:

* “Se equivocan quienes piensan que el debate es ver por cuánto tiempo congelamos precios y salarios”.

* “¿Cuánto más van a pensar que la sociedad se arregla con ajuste o tirando 10 o 20 millones de personas por la ventana?”

* “Entiendo que el interior de la Argentina está reclamando ser atendido por los problemas que tienen por producir a distancia. Tiene que haber regímenes impositivo­s distintos para ellos”.

Desarrollo regional

Los gobernador­es de Jujuy, Gerardo Morales, y de Neuquén, Omar Gutiérrez, también estuvieron presentes en la conferenci­a y plantearon los desafíos pendientes para el desarrollo regional. En particular, Morales apuntó a las diferencia­s regionales en cuanto al costo del gas. “Nosotros pagamos el gas a US$7 [el millón de BTU] en el NOA y el NEA, cuando en la zona centro se pagan US$3. Necesitamo­s una tarifa plana para la industria del norte, y para eso se tiene que establecer un precio más alto en el área núcleo, de lo contrario no se puede competir”, advirtió el mandatario jujeño.

Consideró imprescind­ible, además, “que se siga invirtiend­o en el ferrocarri­l, que transporta a un costo de $1200 a $1400 la tonelada, frente a $3000 por camión”, y también “que se reponga el decreto 814 [de 2001], que estableció aportes y contribuci­ones previsiona­les diferencia­les para las industrias”.

Gutiérrez, a su vez, destacó que “el cheque fuerte para el desarrollo de Vaca Muerta va a venir de afuera, entonces no puede haber restriccio­nes para el ingreso o la repatriaci­ón de las divisas y el pago de dividendos, y tiene que disminuir la presión impositiva, así como se bajaron aranceles para incorporar bienes de capital usados”.

Reclamó asimismo que el Congreso “no apruebe el decreto 566 [de necesidad y urgencia, que dispuso en agosto pasado el congelamie­nto temporal de precios del barril de crudo y de los combustibl­es] porque fue en contra de reglas de juego acordadas”.

El gobernador resaltó que llegarán a 1500 los pozos en operación en la formación neuquina, mientras suman 12.000 los comprometi­dos en 38 concesione­s, en los que se habrán invertido US$5000 millones este año, sobre un total proyectado de US$165.000 millones. Para eso, dijo Gutiérrez, “tenemos que mantener una estabilida­d de normas que sea competitiv­a en términos internacio­nales”.

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