Ómnibus de doble piso, el eterno debate sobre su uso
Especialistas sostienen que son más peligrosos ante eventos imprevistos
El accidente en Lezama en el que murieron dos niñas volvió a poner en debate la utilización de los ómnibus de doble piso para el traslado de pasajeros. Mientras en algunos países europeos solo se usan para realizar trayectos urbanos o interurbanos a baja velocidad y en Estados Unidos están prohibidos, en el país circulan por toda la Argentina, como ocurre en la autovía 2, donde, según datos oficiales, en 2018 murieron 21 personas en 16 accidentes, algunos de los cuales involucraron a este tipo de vehículos.
Estas unidades se crearon hace décadas para garantizar la ecuación económica de las empresas, ya que ofrecen 54 lugares, contra 42 de los ómnibus tradicionales. A pesar de nuevos estudios que se realizan para aportar medidas de seguridad, los especialistas en seguridad vial coinciden en que son más peligrosos y técnicamente, inviables.
“El problema aparece cuando se supera la velocidad permitida y el conductor tiene que resolver una situación crítica. Se reduce el margen de maniobra, sobre todo cuando hay pasajeros, porque la mayoría de estos colectivos no tienen control de estabilidad”, afirmó Gustavo Brambati, subgerente de seguridad vial del C es vi. Según opinó, los nuevos vehículos poseen un control de estabilidad que a través del frena do, cuando se detecta des estabilización, equilibra el vehículo. “Sin embargo, en un accidente la caída es más violenta desde el piso superior porque está a más metros del piso. Los efectos pueden ser más graves en el piso de arriba”, agregó Brambati.
Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam), explicó que el centro de gravedad de los vehículos de doble piso es más alto y, por eso, las consecuencias son más graves en accidentes como el de ayer. “Cuando hay un acontecimiento, como un volantazo, se genera una transferencia de pesos que produce un par de vuelcos. Es un vehículo más esbelto, y en consecuencia, más peligroso”, sostuvo. Volcar sobre el asfalto, según Pons, resultó un agravante porque se trata de una superficie más abrasiva que cualquier otra. El especialista consideró que hay nuevos estudios para que las carrocerías de doble piso superen una prueba de vuelco, pero son estáticos y no dinámicos, es decir, no se realizan en rutas, sino en situaciones que no contemplan el factor humano, el clima y otras variables.