“Mente fría, corazón caliente”, Tomás de Vedia
Tomás de Vedia presenta su libro “Mente fría, corazón contento”. El ex Puma nos cuenta cómo surgió la idea y qué lo motivó a escribir su segundo libro
La idea del libro surge hace 35 años cuando salía a correr con su papá. Tomás cuenta que el siempre soñaba con jugar al rugby en la primera. “Las personas soñamos todos el tiempo. El problema es que la mayor parte del tiempo estamos soñando cosas trágicas”, dice y agrega que “No usamos la imaginación para nuestro beneficio, sino para nuestro perjuicio”.
En su libro habla primero de cómo usar la capacidad de proyectar y después de cómo mientras perseguimos nuestros objetivos aparece el estrés. El ahora perioodista de ESPN se pregunta: ¿Qué genera el exceso de estrés? Y se responde que “la imaginación mal usada repercute en el cuerpo y se convierte en tensión”. A Tomás le gusta investigar lo incómodo, es inquieto, disfruta del estar en movimiento y eso, sin duda, lo alimentó para escribir su libro.
“Cuanto más consciente seas de tu experiencia, más posibilidades tenés de actuar”, y asegura que “el estrés no es malo, es problema es el sobre estrés”. La bajada de su libro es el manejo del estrés para alto rendimiento. Con alto rendimiento no se refiere necesariamente al deporte sino al poder desempeñarse en el ámbito de cada uno de la mejor manera posible. El ex Puma cree fervientemente que el estrés funciona como motor, como es
DEJÓ EL RUGBY A LOS 29 AÑOS PARA DEDICARSE AL PERIODISMO, A LA LITERATURA Y A SU CARRERA COMO MÚSICO DE ROCK.
3 VECES CAMPEÓN CON EL SIC. JUGÓ PROFESIONALMENTE EN SARACENS Y LONDON IRISH DE INGLATERRA Y VISTIÓ LA CAMISETA DE LOS PUMAS. EN 2010 PRESENTÓ SU PRIMERA NOVELA EL RAGBIER POETA. ACTUALMENTE TRABAJA COMO PERIODISTA EN ESPN.
tímulo para dar respuestas y asegura que el estrés justo es necesario. No así el sobre estrés que tiene más que ver con nuestros miedos. “Hay aprender a usar el estrés como motor e intentar que el miedo deje de estar presente en lo que hacemos”, concluye De Vedia.
Su inspiración para la literatura que ahora lo atrapa tiene nombre y apellido. Y con estricta relación con el rugby contó: “el primer libro que leí fue Las pelotas del rugby son libres, del arbitro Horacio Pichot. Era de dibujos donde había historias de las pelotas que se hablaba como de realismo mágico. Para mi era groso. Nunca fuí muy lector pero era lo máximo y mi papá me contaba cuentos de rugby”.