Ruiz, Wilder y Farías: tres grandes expectativas
El estadounidense Andy Ruiz, hijo de mexicanos, de bigote simple y sonrisa aniñada, con un cuerpo poco atlético de 1,88 m y 113 kg de peso, donde cuesta encontrar músculos, es uno de los personajes de 2019. No solo por lograr el campeonato mundial de los pesados sino por la inesperada eyección que tuvo hacia él mismo. Su llegada a Diriyah (Emiratos Árabes) provocó un suceso curioso en un área de pasiones desconocidas en boxeo. Inició, además, la promoción para el combate desquite que el próximo sábado 7 de diciembre afrontará contra el inglés Anthony Joshua, por el cetro pesado (AMB-OMBFIB), considerado como el máximo evento de este año.
Ruiz, que posó alternando su tradicional sombrero mexicano y el clásico turbante desértico, anticipó que sorprenderá a todos con su nuevo cuerpo, de estructura atlética mucho más atildada que la expuesta cuando noqueó a Joshua, en el 7º round, el 1 de junio, en el Madison Square Garden. Al respecto, el ex campeón mundial Mike Tyson, aseveró: “Es un error quitarle kilaje a Ruiz. Debe pelear igual y en base a su fuerza. No debe cambiar nada”.
El promotor inglés Eddie Hearn corroboró que los inversionistas locales aseguraron 40 millones de dólares para los púgiles. Ruiz recibirá 9 –tal lo estipulado en el contrato firmado en el match anterior– y los ingresos de Joshua, superarán los 30. Se estima que se agotarán las 15.000 en el impecable estadio Diriyah Arena. A siete días del primer campanazo… el combate ya está en marcha.
Tras el espléndido KO logrado ante el cubano Luis Ortiz, el sábado último, en Las Vegas, el norteamericano Deontay Wilder, campeón CMB, anunció que reanudará sus entrenamientos el 31 de diciembre con el objetivo de concretar su pleito desquite, a la brevedad, con el inglés Tyson Fury, con quien empató el 1 diciembre de 2018. La fecha sería el 22 de febrero de 2020. De ser así, daría a la categoría pesado una continuidad de grandes peleas que elevarían su expectativa y su nivel en un modo insospechado.
La gestión no será fácil dado que la relación de los promotores, Bob Arum (Fury) y Al Haymon (Wilder), no es la mejor. Quizá los números finales simplifiquen todo.
La bonaerense Érica “Pantera“Farías, ex bicampeona mundial CMB, fue invitada por la Federación Argentina de Box (FAB) a integrar el equipo femenino que participará de las clasificatorias a los Juegos de Tokio 2020.
Pese a que aun se ignoran las reglas que impodrá el Comité Olímpico Internacional (COI), la FAB aparentemente dará su apoyo para que los profesionales representen al país. ¿Qué pasará con los amateurs de la selección nacional, tras tanto sacrificio para llegar a Tokio 2020? ¿Habrá, además, algún firmante responsable para aprobar el choque entre un amateur y un profesional, de aprobarse esta regla olímpica? Todo esto resulta tan pobre como penoso. Parece sintetizar el presente del boxeo amateur, cercano a su extinción y sepultado por un profesionalismo amarillo y codicioso, que se lo apoderará a la brevedad.