Iberá se transforma
La reintroducción de especies extintas en el parque nacional genera un impacto económico en unos 200.000 habitantes; en 2020, liberarán a cinco yaguaretés
La reintroducción de especies extintas dinamiza el área.
PARQUE NACIONAL IBERÁ, Corrientes.– Evangelina Fernández está apurada. Debe dejar listas cinco viandas para un grupo de turistas que llegará al día siguiente. Todavía le queda pendiente limpiar la histórica capilla Virgen del Rosario; preparar mbeyú, una tradicional torta frita de almidón de mandioca, y alimentar a las gallinas.
Desde que empezó el proceso de reintroducción multiespecie en Iberá, liderado por CLT Argentina, hoy conocido como Fundación Rewilding Argentina, en conjunto con el gobierno provincial y autoridades nacionales, los 200.000 habitantes que se encuentran en la zona del parque experimentaron un giro económico por el turismo de naturaleza.
“Vivo acá y me dedico a esto hace rato. Pero, ahora, hay días que la cantidad de gente es un caos. Por eso, convencí al director de turismo del pueblo que me llame siempre un día antes de que vengan las excursiones, así me da tiempo a preparar la comida”, sostiene Fernández.
Según cifras oficiales, hace tres años las visitas al parque no superaban las 22.000 personas por año y el ingreso se reducía solo a Colonia Carlos Pellegrini; hoy la cifra alcanza los 80.000 y la llegada de los turistas se distribuye a través de cinco pueblos.
“Ahora dicen que dentro de poco van a liberar a los yaguaretés y eso va a traermuchagente“,señalafernández.
Rewilding Argentina se dedica a la restauración de ecosistemas y potencia la reintroducción de especies extintas o amenazadas para recomponer su rol ecológico en el ambiente y motivar el desarrollo de un turismo de naturaleza sustentable. El jueves pasado, la ONG anunció el comienzo de la última fase del proyecto de reintroducción de yaguaretés, que empezó en 2012. En el plazo de un año liberarán de forma progresiva cinco ejemplares que originarán la primera población autosustentable en los Esteros del Iberá tras más de medio siglo de su desaparición en Corrientes. Este parque, creado en diciembre del año pasado sobre 150.000 hectáreas de tierras donadas por CLT Argentina y las otras 550.000 declaradas parque provincial, representa el hábitat mejor protegido para el yaguareté.
El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, sostiene: “Poder tener al yaguareté en libertad es un paso gigante en materia de preservación y conservación en todo el mundo y potenciará el turismo de naturaleza en la provincia”.
Para estar a la altura del desafío, el Comité Iberá, una unidad ejecutora dentro del Ministerio de Turismo, impulsó asociaciones de guías capacitados y asociaciones de transfers en cada uno de los 10 pueblos con los que trabajan de forma directa. “También capacitamos a hosterías, posadas y casas de familias para que sean receptores de turistas. Afianzamos tecnicaturas de turismo, gastronomía y biología. Incluso este año mandamos a varios guardaparques a aprender inglés en Inglaterra”, manifiesta el presidente del comité y senador provincial, Sergio Flinta.
Las comunidades rurales del Iberá aprovechan estas oportunidades y las potencian. Federico Fernández, de 23 años, es de Concepción del Yaguareté Corá y creó Rancho Los Piris, un servicio que ofrece paseos en canoa con botador y almuerzos tradicionales en una casa en el Paraje Carambola. “Antes de la reintroducción de animales, los jóvenes tenían que esperar a cumplir 18 años para ir a buscar trabajo a otro lado. Hoy la juventud se queda en el pueblo. El sector turístico es amplio y hay que estar preparado para la liberación del yaguareté”, indica.
Sergio Bergman, secretario de gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable, señala sobre el proyecto: “Este paradigma de reintroducción de yaguaretés no solo agrega vida, sino que exporta naturaleza. Preserva los recursos naturales y además ofrece una experiencia para que ingresen divisas al país”.
Hace 32 años que Pili Ávalos, de 49, cumple tareas de limpieza y mantenimiento en la municipalidad de Concepción. Pero en 2016 participó del Pueblo Abierto, una feria que revaloriza los tesoros de la gastronomía regional, y su amor por la cocina salió a la luz. Hoy esa pasión se convirtió en un ingreso importante para su familia gracias a la formación de Red de Cocineros Iberá. “Hay algunos compañeros que tienen miedo porque piensan que [el yaguareté] se va a comer el ganado, pero en realidad hay mucha comida en Iberá, no se van a acercar al humano. Está lleno de carpinchos para que se alimenten”, argumenta.
Al respecto, Sofía Heinonen, directora de Rewilding Argentina, afirma: “Las 700.000 hectáreas tienen abundancia de presas suficientes para el yaguareté. Por eso, nos dedicamos primero a restaurar el entorno y a reintroducir otras especies, para generar un ecosistema saludable. El objetivo es que la gente de los alrededores tenga la posibilidad de sustentarse no solo a través de la ganadería, si así lo desea, sino con el turismo”.
Pedro Cassani, subsecretario de Turismo provincial, avala la postura y agrega: “La reintroducción del yaguareté permitió demostrar la autosustentabilidad del modelo turístico. Los Esteros antes eran zonas anegadas que tenían poco desarrollo económico. La experiencia Iberá revalorizó no solo a los Esteros, sino a sus pobladores”.