Polémica tras el atentado en el Puente de Londres
El hombre que mató a dos personas en el Puente de Londres era un exconvicto que estaba en un programa de reinserción; EI se atribuyó el atentado
El atacante había estado ya en prisión.
LONDRES.– La conmoción por el atentado que dejó dos muertos y tres heridos en el Puente de Londres cedió paso ayer a una creciente controversia sobre las fallas que facilitaron el ataque, cometido por un exconvicto de terrorismo y reivindicado por Estado Islámico (EI).
El asesino fue identificado como Usman Khan, un hombre de 28 años condenado en 2012 y puesto en libertad el año pasado por un sistema de reinserción que debía incorporarlo nuevamente a la vida en sociedad.
Según informó la policía, Khan fue sentenciado por delitos de terrorismo y liberado “bajo licencia”, lo que significa que debía cumplir con ciertas condiciones o sería devuelto a la cárcel. Al momento del incidente llevaba puesta una tobillera que permitía seguir sus movimientos.
Esa fisura en el sistema hizo estallar al primer ministro británico, Boris Johnson, que fustigó a la Justicia por las facilidades concedidas y pidió endurecer las penas. Johnson recordó que había argumentado “durante mucho tiempo” que era un error liberar “antes de tiempo” a quienes cometen delitos graves.
“No tiene sentido que nosotros, como sociedad, liberemos antes de tiempo a personas condenadas por delitos de terrorismo y de violencia grave”, declaró el premier durante su visita a la zona del atentado. Agregó que el sistema de justicia penal “simplemente no funciona”.
El ataque se produjo cuando faltan menos de dos semanas para que Gran Bretaña celebre elecciones el 12 de diciembre, para las cuales Johnson es favorito. Los principales partidos suspendieron sus actos de campaña en señal de respeto a las víctimas.
El exjefe de la Oficina Nacional de Seguridad contra el Terrorismo de Gran Bretaña, Chris Phillips, dijo que era un error pedir a la policía y a los servicios de seguridad que mantengan a salvo al país y que dejen salir presos que siguen siendo una amenaza.
“Estamos jugando a la ruleta rusa con la vida de la gente, dejando que criminales jihadistas condenados, conocidos y radicalizados caminen por nuestras calles”, afirmó.
Khan fue condenado por formar parte de un grupo acusado de preparar ataques contra sitios importantes, como el Parlamento y la embajada de Estados Unidos, y personalidades como Johnson, entonces alcalde de Londres, un decano de la catedral de San Pablo y dos rabinos.
El sospechoso admitió un cargo menor por conducta para la preparación de actos de terrorismo, luego de ser grabado en secreto tramando ataques y hablando del martirio como una posibilidad.
Pese a que los primeros datos del asesino mostraban un pasado vinculado a Al-qaeda, el grupo terrorista que se atribuyó la responsabilidad fue EI, que aseguró que Khan era uno de sus miembros.
“La persona que llevó a cabo el ataque en Londres era un combatiente de Estado Islámico, y lo hizo siguiendo el llamado a atacar a ciudadanos de los países de la coalición”, señaló EI en un comunicado.
El jefe de la policía antiterrorista de Londres, Neil Basu, indicó que el agresor terminaba de asistir a una conferencia vinculada al programa de reinserción. Precisamente una de las dos víctimas fue identificada como Jack Merritt, un joven graduado de Cambridge que coordinaba uno de los cursos del proyecto de rehabilitación de prisioneros. El nombre de la segunda víctima, una mujer, aún no se hizo público.
Con esa finalidad, varios docentes, estudiantes y exconvictos se habían reunido en un edificio adyacente al puente, el Fishmongers Hall, incluido el propio Khan, que lo atacó a la entrada del puente antes de ser reducido por otros transeúntes y abatido por la policía.
A pesar de las críticas de Johnson a la salida precipitada de los detenidos, algunos de los que se lanzaron sobre el agresor eran también exconvictos. Uno de esos héroes sería incluso un asesino en libertad condicional. Según el diario Mail Online, el “héroe con condena” es James Ford, un hombre de 42 años condenado a cadena perpetua en abril de 2004, con un mínimo de 15 años.
Basu dijo que se habían cumplido todas las condiciones para la liberación anticipada de Khan. La Junta de Libertad Condicional dijo por su parte que no tuvo nada que ver con la liberación anticipada y afirmó que el convicto “parece haber sido puesto en libertad automáticamente bajo licencia [como lo exige la ley], sin haber sido remitido a la junta”.
Por su parte, Jeremy Corbyn, líder del opositor Partido Laborista, criticó las políticas de seguridad del gobierno. “Debe haber una investigación muy completa”, dijo Corbyn, que busca derrotar a Johnson en las elecciones. “Creo que también hay preguntas sobre qué está haciendo el servicio de libertad condicional”, añadió el líder del principal partido opositor.