LA NACION

La mesa judicial se despidió, pero algunos seguirán las causas contra el Presidente

Hicieron un almuerzo final; algunas espadas jurídicas de Macri se mantendrán atentas

- Maia Jastreblan­sky

Sobre el mantel había un surtido de entradas y bebidas sin alcohol. Los miembros de la “mesa judicial” de Mauricio Macri compartían un almuerzo en La Recova, de la calle Posadas, a modo de despedida. Optaron por una comida frugal, a pesar de que la casa se destaca por la parrilla y el buen vino. En medio del encuentro, sonó un celular. Era un juez federal. La llamada interrumpi­ó la comida de camaraderí­a de las espadas jurídicas del Presidente. Y varios cambiaron la cara.

La mesa judicial del Gobierno, que durante los últimos cuatro años asesoró al Presidente en los temas tribunalic­ios más sensibles y lo aconsejó para cubrir vacantes en la Justicia, dio por culminada su tarea el pasado martes. A partir de ahora, cada uno seguirá su camino, en el llano o en la función pública. Pero varios orbitarán cerca de Macri para ayudarlo si los nuevos tiempos políticos lo complican en Comodoro Py.

En la tertulia de despedida estuvieron el habitual anfitrión, el jefe de asesores, José Torello; el secretario legal y técnica, Pablo Clusellas; el ministro de Justicia, Germán Garavano; el exsecretar­io de Justicia y miembro del Tribunal Superior de Justicia porteño, Santiago Otamendi; el procurador del Tesoro, Bernardo Saravia Frías, y el fiscal general porteño, Juan Bautista Mahiques, exrepresen­tante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratu­ra.

No estuvo invitado el diputado Pablo Tonelli, quien será, sin embargo, un hombre clave para Pro en el Consejo a partir del recambio presidenci­al.

Pocos en la mesa reconocen tener preocupaci­ón por el futuro de las causas en las que están imputados miembros del gobierno saliente. El argumento que repiten hasta el cansancio es que hay “cientos de denuncias”, que tienen “poco sustento y escaso grado de avance”, porque no llegaron a la etapa de indagatori­as. Apuntan a “denunciado­res seriales” y aseguran que “no se trata de causas por delitos graves de corrupción”.

Sin embargo, según pudo reconstrui­r la nacion, algunos colaborado­res del Presidente sí están en guardia. Mahiques viene manifestan­do en distintas conversaci­ones que se ocupará personalme­nte de seguir de cerca a la evolución de las causas contra Macri.

Nacido y criado en la familia judicial, Juan Bautista es hijo de Carlos Mahiques, juez de la Cámara de Casación Penal, el máximo tribunal penal del país. Y trabajó en distintos juzgados federales, entre otros, en el de Ariel Lijo y el de Rodolfo Canicoba Corral.

Hoy integra los círculos sociales de Comodoro Py. Incluso, más que uno de sus padrinos políticos, el presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici.

Estrategia­s

Macri siempre manejó a sus espadas jurídicas de manera radial para atender las cuestiones más sensibles en la Justicia, mientras reposa en sus dos históricos abogados defensores, Alejandro Pérez Chada y Ricardo Rosental. El Presidente conversó del devenir judicial con uno de sus hombres de confianza en los últimos días.

“Macri está tranquilo con este tema. Sabe que las causas que hay en su contra no tienen sustento. Y confía en el 40% de la gente que lo votó y en la mala imagen que tiene la Justicia Federal. Confía en que la sociedad no va a permitir atropellos”, dice un colaborado­r del Gobierno que dialogó con el Presidente.

La mesa judicial tiene un gráfico, en el que volcó los datos de todas las denuncias contra los integrante­s del gabinete. Hay informació­n (nutrida de la mesa de entrada de los tribunales) de todos los expediente­s, con su juez, su fiscal y su grado de avance. Macri tuvo cerca de 150 denuncias, muchas de las cuales se archivaron o acumularon. Hoy la atención de las espadas judiciales está puesta en 22 expediente­s.

“Algunos creen que no hay nada de qué preocupars­e. Otros consideram­os que hay que ocuparse de pensar una estrategia conjunta y poner en contacto a los abogados, porque puede haber jueces dispuestos a avanzar”, dijo a la nacion un miembro de la mesa judicial.

Si bien la mayoría de los expediente­s está, por ahora, en una etapa preliminar, algunas causas pueden complicar a Macri y a sus ministros. Entre otras, la causa del Correo Argentino, en la que fueron indagados el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y empleados de Socma; el caso de los parques eólicos, que apunta a negocios de las empresas de la familia de Macri, y la causa por la concesión que favoreció a Autopistas del Sol (donde Socma era accionista) y donde exfunciona­rios fueron citados a declarar como testigos.

Nadie descarta que se conforme una apoyatura jurídica para asesorar a los funcionari­os que queden en el llano. Garavano, por lo pronto, volverá a ejercer la profesión de abogado con un estudio en la calle Paraguay.

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