LA NACION

Una fiesta incompleta: Estudiante­s empató en una tarde de emoción

En el primer partido oficial en el remodelado estadio de 1 y 57, igualó con Atlético Tucumán; a la euforia le faltó el esperado triunfo

- Máximo Randrup

LA PLATA.– La inauguraci­ón y el león de fuego habían quedado atrás. Era momento de estrenar la flamante cancha con un encuentro formal. ¡Por los puntos! Esos que Estudiante­s tanto necesita para fortalecer su promedio y, así, sacarse esa tabla de su lista de preocupaci­ones. ¿Qué pasó? Después de la emoción de los hinchas, orgullosos por tan coqueto estadio, el Pincha igualó 1-1 contra Atlético Tucumán; Ángel González y Marcelo Ortiz, ambos en el segundo tiempo, marcaron los goles.

Para el club platense no fue un compromiso más. Es entendible.

El club albirrojo volvió a 1 y 57 tras más de 14 años y luego de refugiarse en otros escenarios durante 310 partidos. Estudiante­s, desde fines de 2005 en adelante, deambuló por diferentes canchas: el Único, Quilmes, Arsenal, Gimnasia y Racing.

Ya no más. El León recuperó su hábitat; no es una selva, pero el lugar es hermoso. Tiene capacidad para 30 mil personas, es ambientalm­ente sustentabl­e y cuenta con caracterís­ticas que lo convierten en el estadio más moderno de la Argentina. Todo eso, sin embargo, los simpatizan­tes ya lo sabían. La ansiedad pasaba por ver al equipo ahí por primera vez.

Julieta llegó caminando, sola, con una hora de anticipaci­ón: camiseta del Pincha modelo 2009, época en la que Estudiante­s festejaba mucho aunque también extrañaba tener su propio hogar. “Esto es un sueño; se me vienen a la cabeza un montón de recuerdos: como el título en la B

Nacional, la etapa difícil con el Tecla Farías como gran figura o el último partido con triunfo en el clásico. Volver a nuestra casa es impagable”, le dijo a la nacion. Se emocionó. Intentó seguir y no pudo. Carlos, en cambio, llegó con amigos. Cantando, casi eufórico. “Pensé que este día no iba a llegar nunca. No lo puedo creer. Volvimos y encima a una cancha hermosa”, aseguró. Siguió cantando.

La salida de los jugadores al campo de juego fue una fiesta adentro de la fiesta: globos, humo rojo y blanco, y cuatro banderas enormes que bajaron desde cada costado como si fuesen gigantesco­s telones. Pasión en envase de recibimien­to.

La mala noticia para Estudiante­s fue que los festejos por el regreso no se trasladaro­n al campo de juego. El conjunto local nunca se sintió cómodo ante un rival que sacó a relucir el libreto que mejor le sienta, el del orden. En el primer capítulo pasó muy poco. Algunas aproximaci­ones y no mucho más. Ni el Pincha con la precisión ni la visita con ataques directos lograron inquietar a los arqueros, Mariano Andújar y Cristian Lucchetti, quienes casi no participar­on.

Si bien en la etapa final Estudiante­s se paró unos metros más adelante, jamás pudo poner en aprietos reales a su adversario. Ni siquiera cuando abrió el marcador, por el tanto de Angel González; el que hace unas fechas volvió tras superar una mononucleo­sis, el que acababa de ingresar, el que solo tuvo que empujarla pero quedará en la historia por convertir el primer gol en el nuevo Jorge Luis Hirschi. Un tanto que ya es parte de la leyenda.

Podría haber sido el inicio del momento del León. No. Atlético conservó la calma, el Pincha se quedó y su rival lo llevó –sin prisa, de modo cansino, superficia­l– contra su arco. En uno de esos avances sin chispa, cuando restaban 16 minutos para el final, llegó el empate: tiro de esquina desde la izquierda de Rojas y soberbio cabezazo de Ortiz. Por primera vez en la tarde, hubo silencio. También, un poco de bronca.

“Tuvimos pasajes buenos y otros no tanto, pero creo que el equipo hizo méritos para ganar. Nos faltó hacer algún gol más o defender mejor esa diferencia que habíamos sacado”, explicó Gabriel Milito, DT de Estudiante­s, y agregó: “Atlético no es un rival sencillo, por algo pasa por una racha positiva”.

A comienzos del siglo pasado, cuando el Pincha se mudó a 1 y 57, la historia había sido similar: primero, una gran fiesta de inauguraci­ón (en diciembre de 1907); después, el debut oficial (en marzo de 1908 y con una victoria). Esta vez, el triunfo no pudo ser. A Estudiante­s, feliz por el retorno, le quedó una cuenta pendiente: celebrar el triunfo en casa.

 ?? Eva Cabrera / Telam ?? Una postal conmovedor­a: el León volvió a rugir en su casa, con la estirpe del pasado
Eva Cabrera / Telam Una postal conmovedor­a: el León volvió a rugir en su casa, con la estirpe del pasado

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina