Guzmán dijo que buscará una rápida negociación de la deuda y que seguirá el cepo
El ministro de economía aseguró que quiere una relación constructiva con los acreedores y que no habrá ajuste fiscal en 2020; sostuvo que llevará tiempo bajar la inflación a un dígito
El flamante ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó anoche los lineamientos generales de lo que será su programa macroeconómico integral y sostuvo que para poder quitar el cepo cambiario la “situación se tiene que tranquilizar”. Al referirse a la deuda, sostuvo que quieren “tener una relación constructiva con todos los acreedores” y que “ellos puedan cobrar”. De inmediato aclaró que para eso será necesario tener
“superávit fiscal y comercial consistentes con la estructura de deuda”. En ese sentido, informó que ya está negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque evadió la pregunta sobre si pagarán o no los vencimientos inmediatos de deuda.
En su primera conferencia de prensa, afirmó que bajar la inflación a un dígito llevará tiempo, que no habrá ajuste fiscal en 2020, pero que buscará instalar un sendero para llegar al superávit. Así, dejó abierta la puerta para nuevos impuestos.
Guzmán indicó que buscará frenar la caída del PBI, por lo que requerirán “aire fiscal” en un contexto de limitaciones. Sin embargo, aclaró que no habrá emisión monetaria descontrolada porque “sería desestabilizante” en el marco de un programa integral. Dijo además que habrá un plan antiinflacionario y descartó, por ahora, cambios en las actuales restricciones cambiarias instaladas por la última gestión económica de Mauricio Macri.
La única medida concreta anunciada fue que presentará en los próximos días en el Congreso, en las sesiones extraordinarias, un proyecto de ley de solidaridad y reactivación productiva, del que no dio mayores detalles, pese a que adelantó que allí dentro estarán las mejoras prometidas por Fernández a los ingresos más bajos y algún cambio en jubilaciones. Allí fue crítico además de las modificaciones aplicadas por Cambiemos a la fórmula de cálculo de los haberes jubilatorios. Por otro lado, Guzmán presentó a su flamante equipo de trabajo, una incógnita hasta el momento. El secretario de Política Económica será Haroldo Montagu; secretario de Hacienda, Raúl Rigo; de Finanzas, Diego Bastourre, y de Política Tributaria, Roberto Arias. Además, estarán la directora de la Unidad de Relaciones Internacionales, Maia Colodenco, y será propuesto por la Argentina como director del Cono Sur ante el FMI Sergio Chodos.
Por otro lado, aseguró que creará una unidad de gestión y seguimiento de la deuda externa y que habrá una comisión de exsecretarios de Finanzas para aprovechar el expertise en la negociación de la deuda, sobre la que aclaró que ya existen contactos con acreedores privados. “Queremos que puedan cobrar”, dijo el funcionario. Sin embargo, no precisó, por ejemplo, si habrá igual tratamiento a los bonistas que tienen papeles con ley local o extranjera.
Guzmán se sentó solo frente a un microcine del Palacio de Hacienda repleto de periodistas. Su equipo se ubicó en la primera fila. Ordenó su discurso en un cuadro de situación, los lineamientos de su política macroeconómica y, por último, la presentación de sus funcionarios.
“Vinimos a resolver una crisis social y económica muy profunda”, dijo al comienzo, para luego presentar datos de pobreza, indigencia, desempleo y actividad. Señaló que el modelo de Macri fue una “apuesta irresponsable” y dijo, con cierta mesura en el trazado de objetivos, que busca un plan sustentable “para frenar la caída y tranquilizar a los mercados”.
Habló de “múltiples desequilibrios”, entre ellos, el fiscal, “por la carga de intereses de la deuda”. Indicó que si hoy se pagara la deuda en las actuales condiciones “habría que hacer un brutal ajuste”. En ese camino, afirmó que buscará “ordenar los desequilibrios de manera consistente”.
“Hay un problema de default”, dijo. Y enseguida se corrigió: “Virtual default”. Estimó que “hay que converger al equilibrio fiscal”, pero dijo que eso no puede hacerse de golpe. “En 2020 no se puede hacer más ajuste”, adelantó. En ese sentido, ratificó que se requiere “más aire”, pero que no hay “recursos extraordinarios”, porque se perdió el crédito. “Más emisión monetaria sería desestabilizante”, aclaró. Aunque no precisó si se abrió allí la posibilidad de más ingresos (impuestos) o de solo una renegociación de la deuda. “Para poder pagar hay que tener capacidad de pago, y para eso la economía se tiene que recuperar”, dijo, y señaló que buscará una relación “constructiva” con el FMI, con el que ya hay negociaciones.
“Debemos detener la contrac
ción, pero no contamos con recursos para hacer una expansión fiscal fuerte”, afirmó, para bajarles el precio a las demandas sociales actuales. Habló también de un plan de “desinflación” y reconoció, como nunca lo hizo el kirchnerismo, que “la inflación es mala”. En ese sentido, también fue mesurado.
“El FMI va a ser parte de esto”, dijo Guzmán, que admitió no solo conversaciones, sino reconocimientos por parte del organismo. “Hay un reconocimiento del fracaso y de la situación económica”, señaló. “Este es un proyecto diseñado por nosotros”, ratificó, como lo hizo en su momento el equipo de Nicolás Dujovne, a la hora de legitimar la adecuación del actual programa stand-by (SBA). A diferencia de Fernández, dijo que lo que resta llegar de los desembolsos del Fondo sería bienvenido si el programa finalmente se adapta y se modifica su uso hacia “inversiones públicas que generen capacidad productiva”, lo que no sería un SBA.
Finalmente, negó, como lo había hecho a la mañana el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que se venga un desdoblamiento cambiario. “En extrema ansiedad, el gobierno pasado instaló un cepo. Para sacarse eso de encima la situación se tiene que tranquilizar”, indicó, y ratificó que por ahora no cambiarán las restricciones cambiarias actuales, pese a que se irá “evaluando” el régimen a futuro “en la medida de las medidas que vayamos tomando”.