LA NACION

Joy Canela, la potranca que ilusiona a un martillero

Catorce yeguas ganadoras en 131 versiones registra el ilustre clásico de San Isidro, que se correrá el sábado y que el rematador Arturo Moscón vivirá del otro lado del mostrador

- Gustavo S. González

La semana más emocionant­e para un aficionado al turf es la del Gran Premio Carlos Pellegrini. Para un propietari­o o un criador, ni hablar. ¿Y para un martillero, acostumbra­do a vender en un ring de remates a cada producto que se muestra como la ilusión que no tiene precio? Para él, la satisfacci­ón de que un cabañero le confiara su potrillo o potranca y que saliera tan bueno como para correr los clásicos ya es un triunfo.

Desde la firma Agencia Fallow, Arturo Moscón está acostumbra­do a esta vivencia, pero el sábado vivirá la que está del otro lado del mostrador: Joy Canela, su potranca, estará en una de las 24 gateras que se posarán en los 2400 metros del clásico que todos los hípicos en América del Sur querrían correr.

“Creemos que va a correr la carrera, por el peso que le toca por el sexo y la edad. Siempre ha corrido la carrera, la Polla, el Acebal, el Selección. Nos encantó la forma en que remató el Acebal”, dice Moscón tras el sorteo, en el que eligió la puerta 8. Su análisis se refiere al hecho de que la yegua no anda a las perdidas en el desarrollo, para pescar al final, sino que busca su suerte entre los punteros. Quizá buscando emular a Potri Pé, aquella yegua de 3 años del stud Tori que ganó el Pellegrini de punta a punta con un magistral Pablo Falero, en 1992.

“Hay varios antecedent­es de hembras ganadoras, Potri Pé, una yegua muy puntera; la brasileña Inmensity, Rafale... Si se mira la estadístic­a de la cantidad de yeguas que corrieron y las que ganaron da un promedio altísimo. En los últimos diez años, siete yeguas ganaron el Arco de

Triunfo, Treve, Enable, Zarkava, incluso siendo de 3 años; Winx, la mejor yegua de Australia; Rachel Alexandra (ganadora del Preakness) y Zenyatta (Breeders’ Cup Classic), dos grandes de Estados Unidos; Enable ganó el King Geroge. Yo no sé por qué hay que tenerle miedo a correr el Pellegrini contra los machos”.

El stud de Moscón se llama Puey, por el club de rugby Pueyrredón, en el que jugó “de octavo y de pilar, siempre forward”. Y agrega: “Fue donde hice gran parte de mis amigos, me enseñó valores. En su honor bautizamos a la caballeriz­a junto con mi padre –Santo–, hace unos diez años”.

El martillero tuvo que seguir la victoria de Joy Canela en el Acebal desde Bariloche, donde estaba jugando al golf. “Fue buenísimo. De las 32 personas que estaban viéndola por Internet creo que había 5 o 6 que entendían lo que era una carrera de caballos y el resto jamás había visto una carrera, pero compartier­on la emoción, fue muy movilizant­e. Y muchos de ellos vendrán al Pellegrini; a lo mejor la experienci­a termina “enganchand­o” gente para el turf. Es un grupo que se llama ‘Copa Don Yayo’, como el haras; lo organizan los Solveyra. No tenemos cancha propia, rotamos”.

Otra potranca de Moscón fue Solo Para Ti, que ganó el Güiraldes, (“le sacó el invicto a Kalitea”), fue 3ª en la Polla de La Plata y 5ª en la de Palermo. “No soy de tener muchos caballos, entro en sociedades. A Joy Canela la elegí en la liquidació­n de La Biznaga y después hicimos una sociedad con Quique Martín Ferro, él y su hijo Nico la entrenan”, recuerda. –Parece difícil que un martillero le erre...

–No, le errás mucho. Una de las grandes cosas de esta actividad es que te enseña a perder. Son muchísimas más las veces que perdés que las que ganás. Saber perder te forja como persona, el carácter, y una vez que tenés la suerte de disfrutar los caballos que ganás, la Polla y el Acebal, incluso el Selección, que perdimos, pero yo quedé muy conforme con la forma en que corrió la yegua. Es importante valorar lo que tenés; no es todo o nada, hay matices, grises.

Moscón elogió a Fortify, el padre de Joy Canela: “Fue un fenómeno en La Biznaga, ha demostrado ductilidad, versatilid­ad en todos los rubros. Las dos primeras de la Polla, las tres primeras del Selección, las dos primeras del Acebal... sólo este año, todas hijas suyas. Es una lástima que haya cerrado La Biznaga, con un material genético que se diseminó, como les pasó a otros grandes, Ojo de Agua, el Argentino, Comalal, La Irenita. Siempre pensamos que esas líneas quedarían, pero se han dispersado. Gran parte de las yeguas de La Biznaga fueron a haras chilenos. Quedaron pocas líneas, la de Nipona (Ojo de Agua), por ejemplo. De Comalal aprendí mucho, los hermanos Martínez de Hoz me dieron su experienci­a y me cuentan que Joy Canela les hizo recordar a Rafale, que ganó el Pellegrini a los 3 años”.

Un análisis propio de un entendido y también de quien hace de las ventas su oficio: “Soy martillero porque siempre me apasionó esta industria y me apasionaro­n los remates. Antes estuve en la producción de forrajes, en los servicios de pensionado en un haras (Pueyrredón) que manejé, pero en esencia me pareció que había una demanda de alternativ­as comerciale­s. Me recibí de martillero y lancé mi compañía sin ayuda de un haras o una caballeriz­a importante. Agradezco muchísimo a los que en estos casi veinte años han confiado en nosotros”.

Lejos de los análisis y las controvers­ias, el titular de Puey confiesa: “Vamos por la gloria, vamos por vivir algo que nunca vivimos, muy pocas veces en la vida te toca correr la carrera más importante de tu continente y con un animal competitiv­o; esa fue la razón de la anotación”.

 ?? Gza. hapsa ?? Con anteojos oscuros, en el centro, Moscón celebra el primer gran triunfo de Joy Canela, en la Polla de Potrancas
Gza. hapsa Con anteojos oscuros, en el centro, Moscón celebra el primer gran triunfo de Joy Canela, en la Polla de Potrancas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina