LA NACION

Sólido relato apocalípti­co de Affleck

- Javier Porta Fouz

★★★ (lIGht oF My lIFe, 2019, estaDos unIDos). DIreccIón y GuIon: Casey Affleck.FotoGraFía: Adam Arkapaw. eDIcIón: Dody Dorn, Christophe­r Tellefsen. MúsIca: Daniel Hart. elenco: Casey Affleck, Anna Pniowsky, Tom Bower, Elisabeth Moss, Hrogarth Mathews. DIstrIbuID­ora: Digicine. DuracIón: 119 minutos.

Después de una pandemia que liquidó a la mitad del mundo, un padre y su hija buscan sobrevivir. Estamos ante un film enrolado en la ciencia ficción de la tenue, alejada de los grandes despliegue­s, centrada en esa relación paterno-filial y en su escasa relación con el escaso mundo de alrededor. Asistimos a algunos flashbacks, a algunos peligros crecientes, a algo de acción sobre el final. Y a la cariaconte­cida convicción de Casey Affleck (director, guionista, protagonis­ta) para narrar con solvente parsimonia una historia tendiente a los trazos mínimos y la abundancia de palabras, y plagada de conexiones, por ejemplo, con La carretera, con Viggo Mortensen y basada en la novela de Cormac McCarthy, con High Life, de Claire Denis, y también con Cómprame un revólver, de Julio Hernández Cordón.

A diferencia de su hermano mayor Ben, Casey Affleck no está impregnado de los bríos del clasicismo: ya desde su sardónica –y más atractiva– ópera prima I’m Still Here, protagoniz­ada por Joaquin Phoenix, se notaba que su mirada era otra, una más pegada a los vaivenes y errancias de otras zonas del cine contemporá­neo. La luz del fin del mundo es una película que evidencia un trabajo concienzud­o, esforzado, una construcci­ón sin fisuras. También, acaso, evidencia un déficit de singularid­ad, que en este tipo de apuestas puede hacer que los resultados sean un tanto decepciona­ntes, un tanto grises: la solidez y la homogeneid­ad no siempre (¿casi nunca?) son sinónimos de atractivo y de seducción.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina