Tensión en la provincia: quedó trabado el plan impositivo de Kicillof
Cambiemos se negó a habilitar el debate, y el gobernador denunció una “oposición irresponsable”; la discusión es por la magnitud de las subas
Sin ocultar su fastidio, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, denunció ayer una maniobra “irresponsable” de la oposición de Juntos por el Cambio, que impidió debatir el proyecto de ley impositiva para 2020, que contempla subas de hasta el 75% en el Inmobiliario Rural.
Dos días de tensas negociaciones terminaron en fracaso cuando la sesión del Senado bonaerense se quedó sin quorum por la ausencia de los legisladores del macrismo.
La derrota complica a Kicillof en su plan para fortalecer sus ingresos, de cara a un año muy complicado, signado por cuantiosos compromisos de deuda en dólares.
El malestar lo expuso en una conferencia de prensa, convocada cuando ya había naufragado el diálogo. “Vienen de una derrota electoral muy contundente. Perdieron por 15 puntos. Nosotros sacamos el 52 por ciento. No están dejando hacer. Primero dejaron a la provincia arrasada cuando fueron gobierno, y ahora no dejan hacer nada para arreglar las cosas que hicieron”, denunció.
Dijo que no va a aceptar “extorsiones” y apuntó contra su antecesora, María Eugenia Vidal, al recordar que está de vacaciones en París.
El gobernador revisa ahora su estrategia: prevé ingresar el proyecto con cambios por Diputados –donde tiene mayoría– y ganar tiempo para negociar en el Senado.
Sin respaldo de la oposición, el gobernador bonaerense, Axel Kicill of en su segundo intento de aprobar la ley impositiva 2020, que implicaba un fuerte aumento de los impuestos para las grandes propiedades rurales y urbanas. Pese al traspié, el mandatario provincial defendió la iniciativa y anunció que intentará su sanción, posiblemente el próximo lunes, aunque esta vez el proyecto ingresaría por la Cámara de Diputados.
Enojado, con fuertes críticas para Juntos por el Cambio y los medios de comunicación, el gobernador sostuvo que la oposición mantuvo “una actitud irresponsable”, pero al mismo tiempo pidió que sigan “negociando”. Y agregó: “Estamos ante una situación penosa, nos dejaron sin ley impositiva. Ya está, se cayó”.
Ahora, Kicillof volverá a la carga para intentar sancionar una ley que considera “fundamental”. Para lograrlo, según anticiparon fuentes oficiales, el gobernador evalúa cambios en el texto de más de 150 artículos y definió que ingresará el proyecto por la Cámara de Diputados, donde tiene mayoría, para avanzar rápidamente. En principio, la idea es que todo suceda el lunes, aunque el problema es que no habrá actividad, ya que los empleados públicos de la provincia tendrán asueto. Todo será materia de análisis, debate y negociación durante el fin de semana.
Dos son los puntos que la oposición exige modificar para acompañar la norma. Primero, que rebaje sus pretensiones y establezca como máximo un incremento en línea con la inflación. Es decir, que no supere el 55 % –cerca de la exgobernadora María Eugenia Vidal ratificaron que no convalidarán incrementos del
75%– y elimine del proyecto la facultad para que ARBA avance con un nuevo revalúo, algo que según fuentes de Juntos por el Cambio le daría a Kicillof una “excesiva discrecionalidad”.
Ambas cláusulas son “invotables” para Cambiemos, que tiene el peso para frenar el debate en el Senado, ya que cuenta con 26 escaños, sobre
20 del Frente de Todos. En ese sentido, Kicillof cargó contra la exgobernadora Vidal, de vacaciones en Europa, y contra el exjefe de gabinete Federico Salvai, a los que acusó de vaciar la discusión.
“La exgobernadora no está, su jefe de gabinete tampoco. No tuvimos interlocutores claros, hablamos con uno y el otro lo desautorizaba. No sé si tienen problemas de comunicación entre ellos. Lo que sé es que estamos sin ley”, describió el mandatario, acompañado por la vicegobernadora, Verónica Magario, y por Federico Otermín, presidente de la Cámara de Diputados bonaerense.
Según detalló, de los cuatro millones de contribuyentes en el distrito más importante del país, el 94% pagaría un aumento anual de hasta $7500, en cinco cuotas. “No les pediríamos un esfuerzo si no pudieran pagar. Basta de mentirle a la gente, basta de sacar rédito político. Basta de marketing. De esta forma estamos recuperando la inflación del año pasado, no recaudando más. Y no es cobrándoles lo mismo a los grandes que a los pequeños propietarios”, declaró el gobernador.
Las diferencias, al menos hasta ahora, fueron irreconciliables. A eso se sumaron las declaraciones altisonantes, que generaron más ruidos internos. Desde el gobierno acusaron a la bancada que lidera Vidal de no querer negociar y los calificaron como “pocos serios”. Según el jefe de gabinete bonaerense, Carlos Bianco, la “oposición no está escuchando el resultado de las urnas”.
La reacción opositora
En la oposición, uno de los encargados de responder fue el intendente de Vicente López, Jorge Macri. “La ley fracasó porque el gobierno se aferró a aplicar un aumento del 75%, que nos parece excesivo. El límite tiene que ser la inflación. Nuestra intención no es frenarla, pero tenemos mayoría en el Senado y tenemos que estar de acuerdo”, dijo el primo del expresidente, quien calificó el fracaso del tratamiento en el Senado como “un tropezón”.
Para Macri, se trata de un proyecto “complejo y de mucho impacto impositivo”, que tiene un impacto muy fuerte en la clase media. “Nos pareció que no era el mejor proyecto. Tenemos la voluntad de seguir trabajando”, añadió el jefe comunal, que estuvo conectado todo el día con Vidal y Salvai.
Otro de los que tuvieron una fuerte participación fue el diputado provincial Alex Campbell, quien adelantó que no acompañarán el proyecto “porque golpea directo al bolsillo de los bonaerenses, con aumentos impositivos superiores a la inflación actual, la proyectada para 2020 y los aumentos salariales”. Este es uno de los puntos que comparten la gran mayoría de los senadores opositores: ninguno quiere cargar con el señalamiento público de que permitieron un “impuestazo” sobre la base de sus votantes.
Otro tema que sobrevoló todo el día fue la falta de entendimiento por el reparto de cargos. La oposición reclamó designaciones en el directorio del Banco Provincia, en la Contaduría, la Tesorería y el directorio de las empresas del Estado, como Aubasa, IOMA y el Grupo Bapro. Mientras Kicillof deslizó la presión, el que no anduvo con eufemismos fue el diputado massista Jorge D’onofrio.
“La pelea es por los cargos. Están pretendiendo lugares que ellos creen que le corresponden a la oposición. Es una oposición extorsionadora”, lanzó el legislador.