Primer paso del pacto social
A la espera de un decreto que otorgue un aumento salarial, Fernández logró el aval de diferentes sectores para negociar con el FMI y los acreedores de la deuda
●●● El presidente Alberto Fernández recibió ayer a empresarios, sindicalistas y dirigentes sociales para firmar un documento que implica el primer paso hacia un acuerdo social para enfrentar la crisis.
El Gobierno logró que las cámaras empresarias, las centrales obreras y los movimientos sociales escenifiquen un acuerdo que oficie de carta de presentación para negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los acreedores de la deuda argentina. Durante el encuentro multisectorial encabezado ayer por Alberto Fernández, las partes firmaron un compromiso genérico que aludió a la necesidad de “abordar la emergencia” y motorizar la producción, pero que no precisa el sendero que seguirá la pauta salarial ni de precios para el año que viene.
Como telón de fondo, para contener las ansiedades del sector trabajador, los gremios aseguran que esperan que en los primeros días de enero el Gobierno oficialice una suma fija, remunerativa y a cuenta de las paritarias tanto para empleados privados como públicos. En la práctica, esa norma fijaría un piso salarial para las paritarias de 2020. “Sabemos que va a haber una suma, pero no sabemos exactamente el monto ni la modalidad. Esperamos que llegue la semana que viene”, comentó un líder gremial a la nacion a la salida de la Casa Rosada. Aseguró haber conversado del tema con el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.
El encuentro, que se desarrolló en el Salón Eva Perón, del primer piso de la Casa Rosada, fue calificado por el Gobierno como el prefacio del consejo económico y social que impulsó en campaña. Podrían sucederse a partir de ahora reuniones sectoriales, aunque ese ámbito no se institucionalice por ley.
“Es un hecho inédito tener a todas las partes en la misma mesa. Terminamos el año de la mejor manera”, manifestó el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, tras el encuentro al que asistieron, entre otros, representantes de la CGT, de la dos CTA, de la UIA, de la Cámara Argentina del Comercio y de movimientos sociales y piqueteros.
Héctor Daer, uno de los dos secretarios generales de la CGT, puso en palabras la gestualidad que tuvo el encuentro de cara a la negociación con el FMI y los bonistas. “Se requiere honrar las deudas, pero también solicitar facilidades para el desarrollo de la economía”, dijo. Asistieron también el camionero Hugo Moyano;
el líder de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky; Antonio Caló (UOM); Armando Cavalieri (Comercio); Gerardo Martínez (Construcción), y Omar Viviani (taxistas).
El “compromiso argentino por el desarrollo y la solidaridad” buscó marcar la agenda de la negociación de la deuda. “La voluntad de pago requiere la atención de la deuda social y el crecimiento de la economía. Sin ello, sería imposible cumplir con las obligaciones”, rezó el texto común firmado por los diferentes sectores.
Daer aseguró que la cuestión salarial “nunca estuvo en la agenda de la reunión”. Pero pasó el mensaje al manifestar que “se está buscando mejorar el poder adquisitivo real” con “aumentos que empezarán a surgir a partir del 1° de enero”. “Los aumentos salariales no tienen que repetirse en precios”, dijo.
A su turno, el titular de la UIA, Miguel Acevedo, acotó que “todo tiene que estar encadenado” y marcó las prioridades de su sector. “Hay que salir de la recesión, fomentar la producción y acompañar los salarios”, dijo. Y subrayó que la cuestión salarial se abordará “sectorialmente”.
La Mesa de Enlace fue convocada al encuentro, pero declinó la invitación. El sector emitió un primer comunicado en el que se mostró de acuerdo en la necesidad de avanzar en el diálogo, pero dijo no haber tenido tiempo para evaluar el documento. El Gobierno aseguró haber recibido “el apoyo explícito de dos de la Federación Agraria Argentina y de la Coninagro”. Pero, finalizada la reunión, esas entidades subrayaron que no firmaron el acta.
Por el sector empresario asistieron la UIA y representantes de pymes. No estuvo la AEA, que nuclea a los dueños de las firmas más grandes del país.
La reunión concentró a más de 50 personas. Solo un grupo tomó la palabra durante la hora y media que estuvieron a puertas cerradas en el Salón Eva Perón. “Está claro que algunos están más agobiados que otros, pero toda la Argentina tiene problemas”, les dijo Fernández.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, fue el encargado de ajustar el texto junto con el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz. A la mesa se sentaron Moroni y el ministro de Producción, Matías Kulfas. El portavoz oficial fue Arroyo.
Durante el encuentro tomaron la palabra Acevedo; Daer; Moyano; el secretario general de la CTEP, Esteban “Gringo” Castro; Alberto Grimoldi (CAC), y un mantero recientemente despedido. Todos reconocieron representar intereses en conflicto, pero no realizaron reclamos y firmaron el compromiso, de tres páginas. El primer borrador era un poco más extenso. Pero en la Casa Rosada le hicieron ajustes y agregaron una alusión a los derechos a la tierra, el techo y el trabajo, como un guiño a los piqueteros.