Guzmán y un brindis de fin de año con agua y un deseo: estabilizar la economía
El ministro dijo que busca que el déficit fiscal “no aumente este año” y admitió que no habrá una “expansión sustancial”; no dio detalles sobre la deuda pública
Le acercaron una copa con sidra. “¿Tiene alcohol esto?”, preguntó el ministro de Economía, Martín Guzmán. La respuesta del asistente fue positiva y Guzmán la rechazó de plano. Vino entonces un vaso de gaseosa. “Gracias, pero no”, dijo. El economista hizo su brindis de fin de año con periodistas levantando una copa con agua –mala suerte para algunos “cabuleros”– en el Palacio de Hacienda y un deseo manifiesto: estabilizar la economía argentina.
“Hay que tranquilizar a la economía argentina”, afirmó el funcionario, que ingresó en la sala de periodistas acreditados en el sexto piso cerca de las 15.30. Detrás de él, lo acompañaban su secretario de Política Económica y viceministro, Haroldo Montagu, y también su vocero, Ángel Coraggio, entre otros. Coraggio agradeció a los periodistas presentes y le cedió la palabra al ministro. Guzmán volvió entonces a mencionar que en el país existe una “crisis económica y social”, pero que en este fin de año hay “relativa paz”, lo que calificó de “gran noticia”.
Consultado por los medios presentes sobre una posible misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) al país o un eventual viaje a los EE.UU., no quiso dar precisiones todavía. “Prefiero comunicar las cosas con responsabilidad”, afirmó para justificar la falta de detalles al respecto. Anteayer, la Secretaría de Finanzas bajo su mando abrió una casilla de correo para que acreedores privados y bancos de inversión, entre otros agentes económicos, enviaran sus propuestas sobre la reestructuración de la deuda pública que impulsará el gobierno de Alberto Fernández.
“Queremos que la economía se estabilice”, reiteró Guzmán. Y cuando lo consultaron sobre su vida de académico en los Estados Unidos indicó que quería estar en el país en un momento “tan delicado” y señaló que se siente “cómodo” en su cargo tras 17 días. “Encontramos un ministerio que trabaja muy bien en una profunda crisis”, destacó el funcionario.
El ministro indicó que las medidas tomadas hasta el momento con la ley de solidaridad social y reactivación productiva tienen por objetivo generar “consistencia macroeconómica” y brindar sustentabilidad. Ratificó la necesidad de ir hacia un superávit fiscal, pero dentro de un “sendero sostenible”. Afirmó entonces: “La idea es que el déficit fiscal no aumente este año”.
En ese sentido, Guzmán reconoció que no habrá una “expansión sustancial” de la economía y volvió a descartar una emisión descontrolada en un contexto de baja de demanda de activos en pesos. Cuestionó, en tanto, la idea de que la inflación es solo un fenómeno monetario, y dijo que el gobierno de Mauricio Macri malentendió el fenómeno de transmisión de política monetaria a precios. “Si la expansión monetaria era cero, la inflación iba a cero, y eso no ocurrió”, cuestionó el funcionario.
Agregó que en el país existe una inercia inflacionaria y que, debido a eso, el Gobierno estableció mecanismos de coordinación, como el acuerdo de precios y salarios, que todavía no se impulsó desde el oficialismo, pero que Guzmán confirmó que se llevará a cabo.