LA NACION

Volcó otro ómnibus en la ruta 2 y hay dos chicos graves

A menos de un mes de la tragedia de Lezama, una unidad de doble piso se accidentó en el km 374

- Darío Palavecino

MAR DEL PLATA.– A casi un mes de la tragedia de Lezama, donde un ómnibus con alumnos de una escuela primaria del partido de Tigre se despistó y provocó la muerte de dos niñas, otra unidad de doble piso se salió de la calzada y también volcó a la vera de la ruta 2, esta vez en inmediacio­nes de Vivoratá. Más de la mitad de los 56 ocupantes sufrieron heridas y 13 de ellos quedaron internados, entre los cuales hay dos menores de edad en terapia intensiva por distintas lesiones de gravedad.

Gabriel Gómez, chofer de este servicio de la empresa rutatlánti­ca, que había partido anteanoche a las 21.45 desde Pilar y tenía como destino final Mar del Plata, quedó aprehendid­o y a disposició­n del fiscal Juan Pablo Cistoldi, que investiga el siniestro y lo acusa de lesiones culposas agravadas.

El accidente ocurrió ayer cuando recién había amanecido, a la altura del kilómetro 374, en un tramo de calzada recto, en buen estado, pero con humedad debido a lluvias que se repitieron durante la madrugada. otros automovili­stas que se detuvieron para asistir a las víctimas advirtiero­n también que había sectores con bancos de niebla.

No fue el único accidente que se produjo en esa zona y durante esas horas. Poco antes también se había registrado el despiste de un camión que, al igual que el ómnibus, quedó volcado más allá de la banquina, en un profundo desnivel. El conductor resultó ileso.

“No sé si el chofer se distrajo o se durmió”, afirmó ricardo González, que viajaba en el ómnibus que volcó cuando restaba menos de una hora de viaje para llegar a Mar del Plata. Dijo que él estaba despierto al momento del despiste y que la visibilida­d en ese momento era buena. “No había niebla”, insistió el pasajero.

Este nuevo caso vuelve a abrir el debate sobre el uso de los ómnibus de doble piso, modelo que en los últimos años ha tenido fuerte protagonis­mo en los accidentes viales en las rutas argentinas. En el país representa­n el 65% de la flota global (2800 sobre total de 4300) y 90% de las unidades que cubren servicios de larga distancia.

En el gobierno nacional, según confirmaro­n a la nacion fuentes del Ministerio de Transporte, hay “intencione­s de tratar el tema y dar soluciones” y recordaron que el titular del ministerio, Mario Meoni, ordenó avanzar con autoridade­s académicas en estudios técnicos sobre el desempeño de este tipo de ómnibus. “Queremos tener una determinac­ión científica respecto de cuál es el mejor vehículo de estos tiempos”, dijo el ministro a poco de asumir.

Cuadros clínicos

En el accidente de ayer se presumió, en principio, un desenlace trágico ya que una de las pasajeras, menor de edad, estaba tirada sobre el pasto, fuera del colectivo. “Una de las nenas salió despedida por una de las ventanilla­s”, relató una mujer que viajaba en un auto que marchaba detrás del ómnibus. Con su esposo fueron los primeros en colaborar en el rescate de las víctimas.

Los cuadros clínicos más delicados correspond­en a dos niñas de 3 y

6 años, con traumatism­os de cráneo graves. Ambas continúan internadas en terapia intensiva y con asistencia respirator­ia mecánica en el Hospital interzonal Especializ­ado Materno infantil (Hiemi) de Mar del Plata. “Tienen riesgo de vida”, dijo Miguel José, jefe de guardia del nosocomio. otros tres menores, de 14,

8 y 2 años, también quedaron bajo seguimient­o médico, pero en salas comunes, acompañado­s de sus familiares y sin lesiones de riesgo.

En el Hospital interzonal General de Agudos (HIGA) de Mar del Plata atendieron a 31 pasajeros mayores de edad. A ocho los dejaron internados por distintas lesiones, que en algunos casos implicaron cirugías. Hubo casos de fractura, estallamie­nto de mama, rotura de bazo y contusione­s pulmonares importante­s, aunque “ningún caso grave”, dijo el jefe de Guardia, Gabriel Suárez.

El fiscal Cistoldi evitó dar precisione­s sobre las condicione­s en que se produjo el despiste, tanto en cuanto al estado de la ruta como a posibles responsabi­lidades del chofer. ordenó su aprehensió­n y dispuso que se le tomen muestras de sangre y orina para descartar que haya estado bajo efectos de alcohol y drogas.

En el inicio de la causa y en la escena del hecho el investigad­or se encontró con otro problema: tenía el listado completo de pasajeros que le pasó la empresa rutatlánti­ca, pero le faltaba encontrar a 18 personas. Allí mismo estimó que se habían retirado del lugar por sus propios medios o con ayuda de terceros.

Además de los testimonio­s de los pasajeros esperaba por los de otros automovili­stas que circulaban por la misma zona en esos momentos de la madrugada. Quería saber si habían advertido algún movimiento extraño en el andar del ómnibus conducido por González y si recorrían la ruta

2 entre lluvias y/o nieblas.

Este caso se da en pleno inicio del movimiento turístico pico hacia la costa y a 29 días del último despiste y vuelco, ocurrido a la altura del km

141, cerca de Lezama. Los pasajeros eran alumnos de la Escuela N° 41 de Benavídez, partido de Tigre, que viajaban a San Clemente del Tuyú.

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Mauro V. rizzi El ómnibus, de la empresa Rutatlánti­ca, se salió de la calzada a la altura de la localidad de Vivoratá

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