Irresponsabilidad social y retroceso productivo
Según el proyecto de ley de Responsabilidad Social y Reactivación Productiva tratado en el Congreso y aprobado posteriormente, los derechos de exportación, mal llamados retenciones, aumentarían en el caso de la soja a un 33% y en un 15% como máximo para los cereales. Esto es en virtud de la autorización que le solicitó el Poder Ejecutivo al Poder Legislativo para incrementar los derechos de exportación en tres puntos porcentuales
Lo que llama la atención es que la agroindustria sea el único sector que tenga esta actualización y, además, un aumento. La suba de más de
8 puntos adicionales en derechos de exportación (desde
6,7% en maíz y 24,7% en soja) son 14 dólares por tonelada para maíz y 29 dólares por tonelada en soja. Por el momento del año en que estamos, con gran parte de la soja y el maíz ya sembrados, es imposible trasladar este aumento al resto de la cadena.
Si uno toma un margen bruto sobre campo arrendado del oeste de la provincia de Buenos Aires y tiene la suerte que el clima acompañe, la renta con este nuevo nivel de retenciones pasa a ser de 2 por ciento en caso del maíz y de 4,7 por ciento en el caso de la soja.
Prácticamente,siempreque los rendimientos de los cultivos acompañen, es una campaña que se trabaja, se invierte y se arriesga para que el fruto se lo lleve el Estado. Si se prefiere leer en quintales, el rendimiento de indiferencia en maíz pasa a ser de 88,2 quintalesyeldesojade36,5quintales.
Según los datos del Censo Nacional Agropecuario (CNA) concluido en 2019, el 80 por ciento de las explotaciones agropecuarias del territorio nacional tiene menos de 500 hectáreas y la mayoría son empresas familiares manejadas por sus propios dueños.
Los datos que aquí damos
La agroindustria es el único sector que tuvo una actualización
son modelos de empresa para una distancia de 300 kilómetros al puerto. Cuando uno hace estos mismos cálculos para zonas marginales, con menores rendimientos potenciales y con distancias más alejadas de los puertos, las rentabilidades pasan directamente a ser negativas.
Para los productores de granos de la Argentina esa ley (tratada y aprobada en el Congreso) se tendría que llamar, en verdad, de irresponsabilidad social y retroceso productivo.