Sorpresa en Irlanda
El partido nacionalista, antiguo brazo político del IRA, se posiciona como la segunda fuerza y complicaría al gobierno
El crecimiento del Sinn Féin sacude el tablero político.
DUBLÍN.– Irlanda comenzó ayer el escrutinio definitivo de las elecciones legislativas celebradas anteayer. Según indican las primeras estimaciones de boca de urna, los resultados serán muy reñidos. El primer ministro saliente Leo Varadkar habría perdido una notable cantidad de votos ante el avance del partido republicano nacionalista Sinn Féin, que aspira a la reunificación del país con Irlanda del Norte y en décadas pasadas fue el brazo político del Ejército Republicano Irlandés (IRA).
El recuento de votos se inició ayer temprano por la mañana, pero debido al complejo modo en que se realiza el escrutinio los resultados definitivos tardarán algunos días en conocerse. Un estudio de Ipsos MRBI, realizado a la salida de los colegios electorales, con un margen de error del 1,3%, señaló sin embargo que Fine Gael, el partido de centroderecha de Varadkar, encabezaría el resultado con un 22,4% de los votos, seguido por el partido republicano de izquierda Sinn Féin (22,3%). Luego aparece el partido de centroderecha, Fianna Fail (22,2%).
El crecimiento en el caudal de votos del Sinn Féin despertó la mayor sorpresa de los comicios. El jefe de la sección política del Irish Times, Pat Leahy, consideró que el resultado de la contienda electoral es inédito. “Es un empate entre tres grandes partidos”, destacó. Irlanda es un país donde la vida política suele oscilar entre las dos principales formaciones de centroderecha, ya sea en alternancia o en coalición.
El resultado de la elección, de confirmarse, reflejaría el descontento con el gobierno. Leo Varadkar, de 41 años, hijo de un inmigrante indio y gay, encarnó en el pasado una figura moderna para la política, aunque en los últimos años su popularidad decayó. Las principales críticas contra él se centraron en su excesiva preocupación por el Brexit, cuando a los votantes les interesaban más las cuestiones de vivienda y de salud.
El Sinn Féin, por su parte, basó su campaña en un programa económico y social de izquierda que parece haber tenido un fuerte impacto sobre los jóvenes de todo el país, especialmente entre los electores menores de 50 y, dentro de ese grupo, los menores de 24.
“La gente nos dijo durante la campaña que quiere un cambio”, expresó la jefa del Sinn Féin, Mary Lou Mcdonald en Dublín. En tanto, Gerry Adams, figura histórica del Sinn Féin de Irlanda del Norte, destacó que el partido hizo una campaña centrada en “soluciones” para los irlandeses.
Queda pendiente saber cómo se repartirán los 160 escaños de diputados para el Dail, la Cámara baja del Parlamento irlandés. Las posibilidades del Sinn Féin de llegar al poder en estas elecciones parecen escasas, ya que el partido presentó apenas 42 candidatos.
En cuanto se sepan los resultados comenzará la etapa de negociaciones para formar un posible gobierno de coalición, a no ser que un partido logre 80 escaños, algo que parece muy improbable.
En este escenario, Fine Gael y Fianna Fail, que dominaron la política irlandesa desde la independencia, rechazaron formar una coalición con Sinn Féin debido a sus vínculos con el IRA, la organización paramilitar que se oponía a la presencia británica en Irlanda del Norte y que se desarmó en virtud de un acuerdo de paz.