LA NACION

Preocupa el saqueo de plantacion­es de yerba mate

De noche, cuadrillas “exprés” se llevan entre una y diez toneladas de hojas verdes

- Martín Boerr

POSADAS.– Mauro Chávez tiene una chacra de 50 hectáreas en las afueras de Jardín América, donde vive con su familia. Los domingos, aunque es su día de descanso, igual suele desandar los pocos kilómetros hasta su finca para dar una vuelta o controlar a los animales, ya que no tiene un cuidador permanente.

Un domingo decidió quedarse en su hogar y al otro día, cuando llegó a su chacra, cerca de las 6, notó que algo no andaba bien. Cuando se internó en su yerbal –unas 10 hectáreas de arbustos en hilera, que pueden superar los dos metros de altura– comprobó que le habían robado. Alguien había cosechado rápidament­e y en forma descuidada durante su ausencia.

A este productor, de 34 años, a quien ya le habían sustraído o carneado vacas, esta vez le robaron la hoja verde de yerba, con el fin de venderla en un secadero de la zona, donde se llega a pagar más de 15 pesos el kilo.

“Me robaron 3000 kilos de hoja verde. Contratan una cuadrilla de gente en la villa del pueblo, gente que se quiere ganar unos pesos fácil, y tienen bien estudiados los movimiento­s del dueño de la chacra. Actúan rápido y en forma descuidada. Me dejaron las plantas destruidas”, dijo Chávez a la nacion.

Los robos de la hoja de yerba mate arrancada desde la planta se multiplica­ron en Misiones en los últimos tiempos y ahora están en auge, a partir de la crisis económica y del muy buen precio de la materia prima, algo que sucede cada siete u ocho años, según conocedore­s de este mercado. Un kilo de hoja verde de yerba mate tiene un valor oficial de $15,25, pero se puede pagar más por la escasez de materia.

“Cosechan 500, 1000 o 3000 kilos rápido, cada día, y hacen una buena diferencia”, calcula Chávez. Otros dicen que estas cuadrillas “exprés” pueden llegar a sacar hasta 20.000 kilos en una jornada.

“Tienen siempre un campana, alguien que avisa si se aparece el dueño de la chacra y se mueve en moto”, sostiene Chávez, quien fue a indagar por su cuenta entre los vecinos para buscar pistas de los autores del robo. “Pude determinar quién fue, pero claro, no tengo pruebas”, señaló. “Lo hacen de noche, en chacras alejadas de los pueblos, y generalmen­te en pequeñas cantidades, en camionetas que esconden en el monte al lado de los yerbales”, dijo a la nacion Juan José Szychowski, un reconocido productor y contratist­a.

Varios productore­s consultado­s por la nacion comentaron que en algunas chacras los propietari­os empiezan a armarse y afirman estar dispuestos a disparar la próxima vez que vean intrusos en sus campos.

El jueves, un grupo de asociacion­es de productore­s yerbateros se reunió con el subsecreta­rio de Seguridad de la provincia, Ariel Marinoni, para pedirle más medidas para hacer frente a este delito.

“La modalidad no es nueva, pasó en otras épocas en las que el precio de la hoja verde se pagaba bien, pero ahora hay más robos que antes. Hay que implementa­r un certificad­o de producción para que nadie pueda vender yerba robada en los secaderos”, dijo a la nacion Hugo Sand, un histórico dirigente ruralista que en 2000 fue la cara visible de una de las mayores protestas de pequeños productore­s, que dio origen al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).

Sand y cuatro dirigentes rurales discutiero­n propuestas con el Ministerio de Gobierno, como ser la creación de una fiscalía rural para perseguir esos delitos, el mencionado certificad­o de producción y la forma en que la policía pueda controlar mejor lo que pasa en las chacras.

Algunos productore­s hacen denuncias, pero se quejan porque las causas no prosperan. “Un juez me dijo que no sabe si calificarl­o como robo o como hurto. Para nosotros, es claramente un robo, porque hay uso de la fuerza”, explicó Marcelo Hacklander, titular de la UDAM (Unión de Agricultor­es de Misiones) y oriundo de Jardín América, uno de los focos donde se producen estos robos, que se repiten en toda la provincia. A Hacklander ya le robaron un par de veces, dijo.

La policía del interior tiene pocos efectivos para poder realizar una vigilancia efectiva y permanente en las chacras, que son muchas y no siempre están surcadas por caminos vecinales, afirman los productore­s.

Además, muchas veces las cuadrillas se internan en los yerbales y no son visibles desde cierta distancia. Cortan en forma rápida y descuidada la planta de yerba con machetes y la apilan en “raídos”, mantas blancas que después se unen por las puntas y se cargan en altas pilas en la caja de una camioneta.

Un mercado ilegal

La hoja verde después es llevada a los secaderos, establecim­ientos industrial­es que someten la materia prima al calor y hacen una primera molienda, produciend­o yerba canchada, que luego se estaciona durante períodos de 6 a 18 meses y se muele para dar lugar al producto final.

“No todos los secaderos compran esa hoja verde robada. Tenemos identifica­dos cuatro que sí. Es competenci­a desleal y, además, atenta contra la calidad del producto. Podemos perder mercados de exportació­n”, explica Sergio Delapierre, dueño de un secadero y representa­nte ante el INYM. “Esto pasa cada vez que la yerba tiene buen precio, se empieza a robar por todos lados”, agrega.

Para José Luis Garay, que fue ministro del Agro durante años, el robo de yerba mate en pequeña escala es una constante en épocas en que el producto se paga bien. Garay es intendente de la localidad de 2 de Mayo. “No tuvimos aún ninguna denuncia de robo de yerba, pero sí robo de ganado en pequeña escala”, explicó.

“Estamos trabajando en la prevención, reforzando los controles y la presencia policial en caminos vecinales, pero muchas veces actúan de noche. También estamos siguiendo la línea de investigac­ión a través de la cadena productiva; es difícil pensar que alguien compre hoja verde de buena fe”, explicó a la nacion el subsecreta­rio Marinoni.

Ya hay varios procesados por este delito. “En su mayoría, son los conductore­s de camionetas que transporta­n lo robado”, explicó Marinoni. El Ministerio de Gobierno está preparando un protocolo de acción ante este tipo de delitos, agregó.

 ?? Martín Boerr ?? Mauro Chávez, uno de los damnificad­os, en lo que quedó después del saqueo
Martín Boerr Mauro Chávez, uno de los damnificad­os, en lo que quedó después del saqueo
 ?? Policía de Misiones ?? Dos transporti­stas detenidos con “raídos” de hoja verde
Policía de Misiones Dos transporti­stas detenidos con “raídos” de hoja verde

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina