LA NACION

River no retrocede

Boca le había puesto presión y encima empezó perdiendo en Santa Fe, pero dio vuelta el partido ante Unión, venció 2-1 y se mantiene como líder.

- Juan Patricio Balbi Vignolo

SANTA FE.– ¿Qué adversidad puede derrumbar a River? La pregunta difícilmen­te tenga una respuesta que se pueda sentenciar con seguridad. Ayer quedó claro que ni siquiera un planteo táctico complejo desde el primer minuto o un gol desde el vestuario en el inicio del segundo tiempo lo hacen caer por completo. La incesante mentalidad competitiv­a del equipo de Marcelo Gallardo sigue diciendo presente en cada duelo decisivo que tenga que afrontar. Ese componente anímico y cerebral es determinan­te para imponerse sobre los rivales. Y la visita a Santa Fe, con triunfo por 2-1 sobre Unión tras ir perdiendo, fue tan solo una nueva confirmaci­ón.

La misión de la excursión era fundamenta­l: River tenía que ganar para sostener la trabajosa ventaja de tres puntos que consiguió en la Superliga. El éxito del escolta Boca ante Atlético Tucumán puso en apuros al Millonario, que debió interioriz­ar la presión y asumir la necesidad de conseguir un triunfo para mantener a tope el sueño de conquistar la adeudada Superliga. Y aunque el partido le costó mucho más de lo esperado ante un serio rival que lo complicó, contó con una carta fundamenta­l para no dar el brazo a torcer: el Muñeco supo cuándo quemar los libretos para hacer despertar a su equipo.

El esquema 5-4-1 que dispuso Leonardo Madelón contrarres­tó por completo el innovador 3-3-2-2 que le funcionó a Gallardo en sus primeros tres éxitos consecutiv­os del año. Así, los primeros 25 minutos mostraron un River apático que no pudo acomodarse para entrar en juego. Sin poder exprimir su poder de fuego en ataque y con serias dudas en el fondo, el DT decidió cambiar rápidament­e: a los 27 minutos del primer tiempo modificó todo el plan de juego.

El ingreso de Juan Fernando Quintero en lugar de Lucas Martínez Quarta, amonestado y con una pobre actuación en poco tiempo de juego, implicó un cambio de sistema que terminó siendo clave. El Millonario rompió la línea de tres defensores centrales y volvió al clásico 4-1-3-2 que supo utilizar durante gran parte del año pasado. Así, con el ingreso del enganche colombiano, más allá de que no pudo maquillar por completo una deslucida versión, se vieron algunos síntomas positivos: trasladó con más inteligenc­ia la pelota, apostó por la proyección de los laterales y logró mejores conexiones entre los mediocampi­stas y los delanteros.

pese a eso, una serie de errores y desatencio­nes en campo propio hicieron que un intenso Unión también tuviera sus chances, especialme­nte a través de un intratable Walter Bou con su juego de constante anticipaci­ón a los defensores. Y justamente fue el propio Bou quien logró romper el cero: a los dos minutos del segundo tiempo conectó un gran cabezazo en el primer palo tras un tiro libre de Federico Milo y la pelota cruzó el área para vencer a Franco Armani.

Antes del comienzo de la segunda parte, el Muñeco ya había hecho el segundo cambio: hizo ingresar a cristian Ferreira y sacó a un desconecta­do Nicolás De La cruz. pero para rescatarlo del golpe inesperado y volver a sacar ese temple que lo caracteriz­a, apareció el pie de Quintero para romper líneas, algo que no había podido lograr en toda la primera parte. con un preciso pase, habilitó a Suárez, quien controló casi sobre la línea de fondo y envío un certero centro para el potente cabezazo de Nacho Fernández.

cuando menos lo merecía, River logró un empate que le dio vitalidad y le renovó las energías para dar pelea en un duro duelo que nunca bajó su tensión. Diez minutos después, logró el ansiado 2-1 con otro cabezazo, esta vez gracias a la aparición de Robert Rojas en un córner. con el resultado a su favor, y pese a mostrar la versión más opaca de todo el año, el equipo de Gallardo también dejó entrever la versatilid­ad que lo caracteriz­a.

Más allá de que apostó hasta el final por marcar el tercer gol para liquidar el juego, batalló cuando debió batallar para sostener los embates del rival, defender un triunfo crucial y ampliar su buena racha en condición de visitante: acumula ocho triunfos y dos empates en la actual Superliga, mientras que también suma 16 encuentros sin perder fuera de casa con 12 victorias y cuatro igualdades.

River se lleva tres puntos de Santa Fe que valen oro porque Unión supo cómo neutraliza­rlo y minimizar su juego para darle pelea. pero la fortaleza mental y anímica volvió a inclinar la balanza. Y esa es otra batalla ganada por el cuerpo técnico millonario: pasan los años, cambian los jugadores y se modifican los esquemas, pero el deseo de ganar y competir se renueva todos los años. Hoy, a cuatro fechas del final, la Superliga es la zanahoria por comer que todo Núñez desea alcanzar.

 ?? Marcelo manera ??
Marcelo manera
 ?? Marcelo manera ?? Quintero ingresó durante el primer tiempo, en lugar de Martínez Quarta; en la imagen, pisa el balón frente a Javier Méndez
Marcelo manera Quintero ingresó durante el primer tiempo, en lugar de Martínez Quarta; en la imagen, pisa el balón frente a Javier Méndez

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