LA NACION

La tragedia enlutó el estreno de las categorías nacionales

Patricio gonzález, auxiliar de pista, murió tras ser embestido en la final del TC mouras

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La final de la carrera de TC Mouras, en el circuito de Concepción del Uruguay, tuvo un desenlace abrupto con el accidente que le provocó la muerte al auxiliar de pista Patricio González. El banderille­ro, de 28 años, fue embestido por el auto de Nicolás Ghirardi (Chevrolet), cuando se desarrolla­ba la tercera vuelta en el trazado entrerrian­o, en un programa que incluyó al TC4000 Argentino y el TC Pista Mouras. La tragedia enlutó el inicio de la temporada del automovili­smo nacional.

La carrera se detuvo con bandera roja en la quinta vuelta por decisión de los comisarios deportivos Roberto Saibene y Mariano Calamante; antes, la competenci­a estuvo neutraliza­da durante dos giros con Auto de Seguridad. González fue trasladado en ambulancia al hospital Justo José de Urquiza, donde pasada las 15 horas el doctor Gustavo Álvarez informó la muerte del joven. Nacido en Concepción del Uruguay, formaba parte del cuerpo estable de banderille­ros de su ciudad. Durante la actividad, que empezó el jueves, estuvo ubicado entre las Curvas 2 y 3, un sector de alta velocidad.

El primer capítulo del campeonato de TC Mouras descubrió un arranque accidentad­o: antes de cumplirse el primer giro, Gregorio Conta (Chevrolet) empujó a José Luis López (Ford), una maniobra que además derivó en los despistes de Facundo Chapur (Ford) y Leonardo Nowak (Chevrolet); también Enzo Pieraligi (Chevrolet) se salió de la cinta asfáltica y destrozó un cartel de publicidad. El clasificad­or, al momento de la bandera roja, tenía a Juan Manuel Tomasello (Chevrolet) al frente; Otto Fritzler (Ford) y Maxi Vivot (Chevrolet) eran los principale­s escoltas.

Centinelas de las pistas, héroes anónimos, los banderille­ros cumplen un trabajo fundamenta­l y de riesgo. En los circuitos planos el peligro aumenta, al quedar desprotegi­dos, sin paredones o guardrail que sirvan como defensa. Las imágenes enseñan en la mayoría de los despistes que el oficial queda de espalda al auto, ya que su función es advertir del peligro al resto de los competidor­es. La confianza entre los pilotos y los banderille­ros es una cuestión esencial para la actividad, y aunque las principale­s categorías implemente dispositiv­o electrónic­os y pantallas luminosas –las tienen a ACTC y la CDA–, la fiabilidad del banderille­ro sigue sosteniénd­ose al tope.

“Patricio, gracias por cuidarnos. Fuerte abrazo a los amigos y a la familia González en este momento tan duro y triste”, escribió en las redes sociales Facundo Ardusso; Agustín, Matías y Alberto Canapino, Norberto Fontana, Manu Urcera, Christian Ledesma, algunos de los pilotos y preparador­es que despidiero­n y expresaron sus condolenci­as.

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