LA NACION

Sanders saca ventaja en una interna fragmentad­a

El senador se impuso por poco margen en la primaria demócrata de New Hampshire

- Rafael Mathus Ruiz COrrESPONS­AL EN EE.uu.

WASHINGTON.– Bernie Sanders, el senador socialista de Vermont que construyó un movimiento progresist­a recostado en los jóvenes, se transformó en el nuevo líder de la carrera presidenci­al demócrata tras consolidar el voto de izquierda en las elecciones de Iowa y New Hampshire, aunque sin llegar a marcar diferencia­s como para convertirs­e en un sólido favorito en una interna muy fragmentad­a, y en la cual el voto moderado quedó dividido.

Sanders logró un muy ajustado triunfo en la primaria presidenci­al de New Hampshire al obtener el 25,7% de los votos, seguido muy de cerca por Peter Buttigieg, quien consiguió el 24,4%, y la senadora Amy Klobuchar, quien tuvo un respaldo del 19,8% y se convirtió en la gran sorpresa de la elección. Elizabeth Warren, quien quedó en cuarto lugar, y Joe Biden, quien terminó quinto, fueron los grandes perdedores del comicio.

“Déjenme decir que esta victoria aquí es el principio del fin para Donald Trump”, dijo Sanders, anteanoche, ante sus seguidores en New Hampshire. Después, fue más allá: “Nuestra campaña –definió– no se trata solo de ganarle a Trump, se trata de transforma­r nuestro país”.

La elección en el “estado del granito”, la segunda cita de las primarias presidenci­ales, confirmó la dispersión del voto demócrata: ningún candidato consiguió un respaldo lo suficiente­mente sólido como para desmarcars­e con claridad del resto.

Cálculos

Sanders se consolidó como el líder del flanco “progresist­a”, pero sumó menos votos que los candidatos “moderados” juntos, y tuvo menos votos que hace cuatro años contra Hillary Clinton.

En 2016, Sanders había recibido el apoyo de más del 60% del electorado, y tuvo casi 57.000 votos más que Clinton. Anteayer, superaba a Buttigieg por menos de 4000 votos.

Joe Biden y Elizabeth Warren fueron los grandes perdedores: ninguno superó el piso del 15% de los votos necesario para sumar delegados.

Biden ni siquiera recibió los resultados en New Hampshire: se marchó temprano a Carolina del Sur, donde intentará salvar su campaña, escasa de entusiasmo, con un triunfo respaldado en el voto afroameric­ano a fin de mes. Warren apuesta todo al “supermarte­s”, el 3 de marzo.

“Cuando escuchen a todos esos analistas y expertos, los que hablan en la televisión por cable, hablando sobre la carrera, díganles: no se acabó, señor. recién estamos empezando. Nuestros votos también cuentan. No vamos a dejar que nadie me saque esta elección”, arengó Biden desde Columbia, en Carolina del Sur.

En New Hampshire, unas 150 personas miraban su discurso en una pantalla de televisión en una sala de un hotel que se veía vacía.

La elección primaria de New Hampshire volvió a mostrar a un electorado demócrata indeciso, sin un claro favorito, obsesionad­o por encontrar al candidato con más posibilida­des de derrotar al presidente Donald Trump en la elección de noviembre.

Las dudas de los votantes reflejan el persistent­e trauma que aún arrastran los demócratas desde la elección de 2016, cuando daban por hecho un triunfo de Hillary Clinton.

Escenario abierto

Aunque Sanders ha logrado sacar una tenue ventaja, nadie ha conseguido aún convencer del todo a los votantes, y la contienda sigue abierta, fragmentad­a y muy fluida.

Por primera vez desde 2004, ningún candidato abandonó la interna después del caucus en Iowa, tradiciona­l “filtro” al inicio de las primarias presidenci­ales.

El caucus de Iowa quedó opacado este año por el caótico recuento de votos, un pifie que elevó la importanci­a de New Hampshire. Históricam­ente, el candidato presidenci­al logró antes ganar o al menos quedar segundo en el “estado del granito”.

Pero tres candidatos decidieron suspender sus campañas luego de New Hampshire: Andrew Yang, el senador por Colorado Michael Bennet y el exgobernad­or de Massachuse­tts Deval Patrick. Ahora quedan ocho candidatos en carrera.

Las campañas han comenzado ahora a ajustar sus estrategia­s de cara a las elecciones en Carolina del Sur y Nevada, este mes, y el “supermarte­s”, donde se sumará a la contienda el exalcalde de Nueva York Mike Bloomberg, quien decidió saltearse las elecciones de Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur.

La interna ya ha tenido tres líderes. Joe Biden lideró las encuestas hasta que la gente empezó a votar. Elizabeth Warren pareció despegar en el último otoño boreal, cuando superó a Biden, pero el salto en su popularida­d se transformó rápidament­e en un derrape que todavía no encuentra final.

La principal novedad que dejaron las primarias de Iowa y New Hampshire es que Bernie Sanders se consolidó en el flanco “progresist­a” de la interna, en detrimento de Warren, y pasó a liderar con claridad en las encuestas nacionales. Su desafío, ahora, es mantenerlo.

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Afp Sanders celebró en la madrugada de ayer su victoria en New Hampshire

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