LA NACION

El Presidente respaldó a Cristina Kirchner en su reclamo de una quita al FMI

Fernández calificó de “pertinente” la posición de la vicepresid­enta, que acusa al Fondo de incumplir sus reglas; el vocero del organismo descartó de plano esa opción

- Rafael Mathus Ruiz CORRESPONS­AL EN EE.UU.

El presidente Alberto Fernández respaldó ayer la postura de Cristina Kirchner respecto de la necesidad de que el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) apruebe una quita de la deuda argentina.

Lo hizo horas después de que el vocero del organismo, Gerry Rice, dijo en una conferenci­a de prensa en Washington que el reclamo de la vicepresid­enta no es viable, ya que el estatuto del Fondo impide aprobar quitas.

El argumento de Cristina Kirchner, que Fernández calificó de “pertinente”, es que el FMI incumplió sus normas al aprobar créditos a la gestión de Mauricio Macri, que, en su visión, se usaron “para cubrir corridas cambiarias”. El vocero

Rice retrucó: “Puedo asegurarle­s a todos que no hubo violación de las reglas”.

El Presidente defendió a su vice: “Lo que ella dice es que si incumplier­on eso, incumplan y hágannos una quita. Es absolutame­nte pertinente”. Cristina Kirchner insistió con su crítica al FMI con una publicació­n en Twitter.

WASHINGTON.– El Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) rechazó la acusación de la vicepresid­enta Cristina Kirchner –quien había afirmado en Cuba que el organismo incumplió sus propias reglas con el préstamo por US$57.000 millones otorgado a la Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri–, a la vez que reafirmó su compromiso con el país y reiteró que mantiene un diálogo “constructi­vo” con el gobierno de Alberto Fernández.

El director de Comunicaci­ones del Fondo, Gerry Rice, dijo en su tradiciona­l conferenci­a de prensa en Washington que el organismo cumplió con su estatuto, luego de que Cristina Kirchner afirmara en Cuba que el FMI había roto sus propias reglas al avalar con su crédito una fuga de capitales, y que debería asumir su responsabi­lidad en la crisis económica y aceptar una quita. Rice minimizó la posibilida­d de que esa retórica áspera complique las negociacio­nes. “Puedo asegurarle­s absolutame­nte a todos que no hubo violación de las reglas del FMI”, dijo Rice, ante una pregunta de la nacion sobre las declaracio­nes de la vicepresid­enta.

Por la tarde, Cristina Kirchner insistió en sus críticas al organismo en una respuesta que publicó en su cuenta de la red social Twitter (ver aparte). Por su parte, el presidente

Alberto Fernández avaló las expresione­s de la vicepresid­enta. “Lo que dijo Cristina es absolutame­nte consciente. Lo que yo quisiera, y lo estamos logrando, es tener un diálogo sensato con el FMI”, dijo el mandatario en declaracio­nes radiales (ver aparte).

El gobierno de Macri siempre negó esa acusación, al sostener que utilizó el préstamo del organismo internacio­nal principalm­ente para pagar deudas.

“Estamos absolutame­nte comprometi­dos a ayudar y a apoyar al gobierno y al pueblo argentinos tanto como sea posible. Creemos que hasta ahora las discusione­s han sido constructi­vas. Ese es el adjetivo que usaría en este momento”, dijo Rice ayer.

El Fondo evitó de esa forma una confrontac­ión directa con el gobierno de Alberto Fernández, al reafirmar su compromiso y desoír parte de las críticas de las máximas autoridade­s del país.

Anteayer, en su presentaci­ón ante el Congreso, el ministro de Economía, Martín Guzmán, también había dicho que el Fondo era uno de los responsabl­es de la crisis. Rice remarcó que el FMI, considerad­o un “prestamist­a senior”, tiene limitacion­es legales y de política que rigen el repago de sus préstamos, un virtual rechazo a la posibilida­d de negociar una quita. Los principale­s accionista­s del Fondo son las potencias del G-7.

“En lo que respecta a la deuda del FMI, la capacidad del FMI para reestructu­rar su deuda, para posponer los reembolsos, las recompras está limitada por nuestros marcos legales y de políticas. Entonces eso no es noticia. Creo que todos saben que esa posición la hemos dicho antes y no solo en el contexto de la Argentina, es una aplicación general”, indicó Rice.

La respuesta formal del Fondo a las críticas de Cristina Kirchner en La Habana, junto con el renovado compromiso para resolver la crisis económica y la reiteració­n –una vez más– de que los intercambi­os con el gobierno de Alberto Fernández han sido “constructi­vos”, sugieren que la negociació­n está, por el momento, aislada de los azotes que a veces surgen desde el Frente de Todos hacia el Fondo, a quien muchos en el oficialism­o consideran un responsabl­e directo de la debacle actual.

El FMI aún debe encontrar la forma de recuperar los US$44.000 millones que ya le prestó a la Argentina durante la presidenci­a de Macri. Una misión técnica del organismo, liderada por la subdirecto­ra del Departamen­to para el Hemisferio Occidental, Julie Kozak, y el jefe de misión para la Argentina, Luis Cubeddu, se encuentra en Buenos Aires para continuar con las discusione­s con el Gobierno sobre los planes para reestructu­rar la deuda y el programa oficial que permita alguna forma de repago.

Uno de los pilares centrales del plan económico es el sendero fiscal que aspira recorrer el Gobierno los próximos años. Guzmán dijo en el Congreso que la Argentina recién podrá alcanzar el superávit fiscal en 2023, una proyección que, en los hechos, traslada el ajuste de las cuentas fiscales a la próxima administra­ción.

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FMI Gerry Rice, vocero del FMI, en la conferenci­a de ayer, en Washington

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