LA NACION

Un pacto silencioso entre los jueces y la Casa Rosada

El arquitecto del acercamien­to fue el ministro del Interior, Wado de Pedro

- Iván Ruiz

El nuevo poder que se oficializó este mediodía en el Consejo de la Magistratu­ra es el resultado de largas conversaci­ones entre el Gobierno y los jueces en medio de un panorama conflictiv­o que incluye desde la reforma judicial que anunció Alberto Fernández hasta discusione­s por las jubilacion­es y el pago del impuesto a las ganancias.

Pero los primeros pasos de este nuevo Consejo, que entronó presidente al juez Alberto Lugones, comenzaron a darse el año pasado. Eduardo “Wado” de Pedro, hoy ministro del Interior, fue el gran arquitecto del acuerdo con los jueces. En 2019, como consejero, Wado tejió una excelente relación personal con el camarista Ricardo Recondo y el resto de los jueces. Es un rol que ahora continúa su hermano, Gerónimo Ustarroz, como representa­nte del Poder Ejecutivo en el Consejo.

El punto determinan­te para el acuerdo fue una reunión de una hora y media, en diciembre pasado, que unió posiciones que parecieron siempre antagónica­s. Por un lado, el kirchneris­mo; por el otro, Recondo, referente entre los jueces, que fue durante años el más acérrimo antikirchn­erista.

En ese encuentro se habló de las posibles reformas en la Justicia y del futuro del Consejo, dijeron fuentes al tanto de su contenido. Y ya entonces se planteó la idea de avanzar con una fórmula de consenso para presidir el organismo. Por el oficialism­o estaba Ustarroz. Distintas fuentes del Consejo aseguran incluso que el anfitrión de esa reunión fue Alberto Fernández en su departamen­to de Puerto Madero. Desde el entorno del Presidente, sin embargo, negaron que la reunión haya existido.

El contacto que Recondo encaró desde el año pasado con Wado y, sobre todo, este nuevo acuerdo que lo consagró vicepresid­ente del Consejo despertaro­n recelos en la oposición, a pesar de que todas las autoridade­s fueron votadas ayer por unanimidad. “Es un cargo que negoció él solo. Que después no digan que le dieron la vicepresid­encia del Consejo a la oposición porque eso no es cierto. Ya veremos cómo vota a partir de la semana que viene”, rezongó una de las espadas opositoras más afiladas.

Ante la consulta de la nacion, Recondo respondió: “Ahora no estoy en ninguna vereda política. ¿Cómo voy a estar en contra del oficialism­o si todavía no hicieron nada? Tenemos que llegar a una construcci­ón consensuad­a. La idea es tapar la grieta y hacer funcionar el Consejo”. Más allá de estos chispazos, desde la oposición remarcaron que la voluntad de diálogo del oficialism­o, encarnada ahora en Ustarroz, permitió allanar un acuerdo de autoridade­s y vislumbran un año colmado de negociacio­nes, pero con diálogo abierto.

Recondo y Lugones se reunieron en los últimos meses con la ministra de Justicia, Marcela Losardo, socia y persona de máxima confianza de Alberto Fernández, y con otros miembros del Gobierno que manejan con hermetismo la reforma judicial que anunció el Presidente ante la Asamblea Legislativ­a.

Los jueces llevaron al despacho de la ministra su preocupaci­ón por la intención del Ejecutivo de modificar el régimen jubilatori­o de los jueces y también, el histórico conflicto por el impuesto a las ganancias, según informaron fuentes oficiales.

La negociació­n tendrá mucho por pulir. Lugones, flamante presidente del Consejo, es uno de los abanderado­s en la lucha para defender las conquistas de los judiciales. “Es justo que los jueces no paguemos Ganancias. Si quieren que paguemos tienen que reformar la Constituci­ón”, adelantó en una entrevista con la nacion en diciembre de 2018. Con matices, la postura del resto de sus colegas jueces en el Consejo es similar.

Desde el Gobierno remarcan que las decisiones sobre temas tan trascenden­tales como el futuro de las jubilacion­es y el pago del impuesto a las ganancias corren por cuerdas separadas con respecto a esta negociació­n del Consejo. Losardo, por otro lado, habla permanente­mente con Ustarroz para saber el paso a paso de la nueva conformaci­ón del Consejo. “Son temas distintos, es cierto, pero la presidenci­a del Consejo es una buena señal para los jueces”, dijo Juan Manuel Culotta, el tercer juez que integra el organismo.

Casi sin investigac­iones contra jueces a la vista, el oficialism­o se enfocará en 2020 en el armado de las mayorías que le permitan aprobar nuevos pliegos para los concursos de magistrado­s, varios de ellos para ocupar vacantes en Comodoro Py. De hecho, la ministra Losardo ya tiene en su escritorio los 130 pliegos que Mauricio Macri había enviado al Senado, pero que Alberto Fernández pidió revisar. “La situación no está horrible, pero vamos a tener que revisar algunos casos puntuales”, advirtiero­n desde la Casa Rosada.

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