De Vido, Boudou y otros exfuncionarios pidieron reformar la Constitución
Proponen nacionalizar el comercio exterior y formar un monopolio estatal de los servicios públicos
Luego de la polémica por los “presos políticos”, Julio De Vido y un grupo de dirigentes kirchneristas presionan ahora al gobierno de Alberto Fernández para que impulse una reforma de la Constitución nacional que consolide la “liberación nacional, económica y social” y que, entre otras medidas, nacionalice el comercio exterior y logre el “monopolio estatal” de los servicios públicos.
El exministro organizó ayer un encuentro en su chacra de Zárate, donde está detenido con un dispositivo electrónico de control por la causa Yacimiento Carbonífero Río Turbio, para discutir eventuales cambios en la carta magna. Horas después, difundió un documento en el que pide “restaurar los valores” de la Constitución de 1949, sancionada durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón.
Entre los dirigentes que apoyaron el pedido de reforma constitucional aparecen el exvicepresidente Amado Boudou, preso en Ezeiza por una condena de cinco años y diez meses por la compra de la imprenta Ciccone; José María olazagasti, exsecretario privado de De Vido y procesado como miembro de una asociación ilícita en la causa de los cuadernos, y Fernando Esteche, procesado en el expediente del memorándum de entendimiento con Irán.
También suscribieron el documento el exvicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto, el exsubsecretario de obras Públicas Abel Fatala y el exdiputado nacional Roberto Feletti. Los tres pasaron ayer por la chacra de De Vido junto a una docena de dirigentes que posaron con el exministro y su mujer, la extitular de la Sigen Alessandra Minnicelli.
En el documento plantean que la reforma de la Constitución impulsada por Perón representa “la máxima expresión de la voluntad popular constituyente puesta al servicio de la nación y de su pueblo” y que debe ser restaurada para “frenar definitivamente los proyectos neoliberales” y “consolidar un camino de liberación nacional, económica y social”.
“La derrota del macrismo no implica la derrota del neoliberalismo en la Argentina. Este presente no da lugar para más fracasos ni nuevas crisis”, subrayan.
Entre los elementos a “recuperar”, señalaron la nacionalización del comercio exterior, de las fuentes naturales de energía y el “monopolio estatal” de los servicios públicos.
Durante la campaña para las elecciones de 2019, Fernández rechazó la posibilidad de impulsar una reforma constitucional. “no hay ninguna posibilidad de que me convenzan”, afirmó en septiembre.
no es el primer desafío de De Vido a Fernández. El exministro es una de las principales voces –junto con Amado Boudou y Milagro Sala– que denuncian la existencia de presos políticos en el país, lo que obligó al Presidente y a varios de sus ministros en más de una oportunidad a advertir que en la Argentina no hay presos políticos, sino detenciones arbitrarias.
otros ministros, como Eduardo “Wado” de Pedro (Interior) y Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres), e incluso el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, señalaron que sí existen los presos políticos.
Fernández ya se mostró muy molesto por la polémica y dijo que esa “discusión semántica” puede afectar la imagen del país en el exterior.