El “hombre gato”. Gil Pereg, sin traslado y al borde del juicio oral
La defensa del acusado de matar a su madre y a su tía pedía que lo llevaran de Mendoza a Ezeiza
MENDOZA.– Nicolás Gil Pereg, acusado de asesinar a su madre ya su tía hace 13 meses, se exhibe cada vez más afectado psicológica mente, sobretodo cuando se encienden las cámaras y actúa como si fuese un gato. Se lo ve desmejorado y en público no habla, solo imita maullidos.
Lo repitió esta semana en los pasillos de tribunales, cuando era conducido a una audiencia solicitada por sus abogados, con foco en su salud mental, luego de saber que la causa por el doble crimen fue elevada a juicio. La defensa sostiene que Pereg sufre parafrenia, un delirio de transformación corporal, y que por eso él dice que “es” un gato. Para los fiscales, en cambio, es un fabulador que actúa como “hombre gato” para evitar la pena máxima, en un debate ante un jurado popular.
Los abogados pidieron que se lo traslade al pabellón psiquiátrico del penal de Ezeiza, en Buenos Aires. La Justicia se los denegó. Al israelí imputado por los brutales homicidios de su madre, Pyrhia Saroussy, de 63 años, y su tía Lily Pereg, de 54, ya no le queda más que sentarse en el banquillo de los acusados.
Bajo una fuerte custodia policial y con un aspecto físico descuidado, Pereg volvió a intentar demostrar que es inimputable. Su abogado, Maximiliano Legrand, insistió con la derivación al Programa Integral de Salud Mental Argentino (Prisma) del penal de Ezeiza, amparándose en peritajes que sugieren la internación del acusado, ya que representa un peligro para sí mismo y para terceros.
Asimismo, puso sobre la mesa un informe del Programa Nacional de Asistencia a las Personas con Discapacidad en sus relaciones con la Administración
de Justicia (Adajus), que recomienda derivarlo a un psiquiátrico.
Sin embargo, desde el Ministerio Público Fiscal, representado por Fernando Guzzo y Claudia Ríos, cuestionaron duramente las presentaciones realizadas en favor de Pereg; creen que el acusado está haciendo un “show” y que es consciente de sus actos. Y pusieron de relieve los estudios de los dos hospitales neuropsiquiátricos de la provincia, El Sauce y Pereyra, que consideraron innecesaria la internación.
Es más: durante el proceso, los fiscales han advertido sobre las condiciones de lucidez de Pereg, como cuando les transfirió armas de fuego a sus abogados como forma de pago.
Finalmente, Sebastián Sarmiento, juez del tribunal penal colegiado, consideró que Pereg padece un trastorno de personalidad, pero que no llega a constituir una discapacidad mental, por lo que rechazó la solicitud de la defensa. Pereg volvió a la celda del penal de Boulogne Sur Mer, donde periódicamente protagoniza episodios como si fuera un gato.
Las hermanas Pyrhia y Lily llegaron desde Israel el viernes 11 de enero de 2019. Se alojaron en un departamento de esta ciudad. El 12 se encontraron con Pereg en el predio derruido donde vivía, en Guaymallén. Pasaron el día juntos. Pero las mujeres jamás llegaron a la parada del micro, como él dijo. Durante la búsqueda, de casi 15 días, se constató que mentía, hasta que los cadáveres fueron encontrados, semienterrados en el patio de la propiedad de Pereg: Pyrhia, estrangulada, y Lily, con tres disparos.