LA NACION

Sube la tensión entre los jueces y el Gobierno por el recorte de las jubilacion­es

Los magistrado­s rechazan el proyecto, que eliminaría el beneficio del 82% móvil; se harán presentaci­ones judiciales por la discrecion­alidad del aumento otorgado el viernes

- Hernán Cappiello

La decisión del Gobierno de recortar las jubilacion­es del Poder Judicial abrió un conflicto que promete escalar. Los jueces rechazan que se les elimine el beneficio del 82% móvil a los futuros jubilados y advierten que la medida podría activar planteos judiciales. “Es inconstitu­cional”, dijo Ricardo Recondo, vicepresid­ente del Consejo de la Magistratu­ra.

El otro frente que genera tensión tiene que ver con las presentaci­ones judiciales que se harán contra la suba discrecion­al de las jubilacion­es anunciada el viernes pasado. La decisión del Gobierno de que los aumentos de marzo fueran con porcentaje­s diferentes dependiend­o del monto del haber mensual provocará demandas en la Justicia por parte de quienes se ven afectados. Es decir, por aquellos que tendrán una recomposic­ión inferior a la que les hubiera correspond­ido con la suspendida fórmula de movilidad de la ley 24.426.

En tanto, el presidente Alberto Fernández rechazó ayer que se trate de un ajuste y defendió el aumento del 2,3% más una suma fija de $1500 anunciado el viernes pasado.

Los jueces están en pie de guerra ante el proyecto de ley del Gobierno que recorta sus futuras jubilacion­es. La iniciativa, según el texto oficial, que ya está en el Congreso, les quita a los jueces que se jubilen en el futuro el beneficio del 82% del salario que cobrarían si estuvieran en actividad.

Los jueces trataron de evitar que este texto llegara al Parlamento, pero fracasaron a pesar de las gestiones ante la Casa Rosada de jueces de la Corte y de legislador­es. Hasta ayer no quisieron expresarse públicamen­te hasta tener una postura conjunta. Se pronunció solo el juez Ricardo Recondo, vicepresid­ente del Consejo de la Magistratu­ra, que calificó la medida de “inconstitu­cional” (ver aparte).

De todos modos, los jueces no rechazan de plano la idea, sino que buscan amortiguar sus consecuenc­ias. Algunos jueces federales consultado­s por la nacion, que no están cerca de la jubilación y no militan en la Asociación de Magistrado­s, se mostraron proclives a aceptar estos cambios en función de una mayor equidad.

La negociació­n entre el Gobierno, el Congreso y los jueces se realizó en varios frentes. Por un lado, los magistrado­s acudieron a la ministra de Justicia, Marcela Losardo, con quien tienen buena relación. También conversaro­n con Vilma Ibarra, secretaria legal y técnica de la Nación. Al mismo tiempo, el presidente de la Asociación de Magistrado­s, Marcelo Gallo Tagle, se reunió la semana pasada con el presidente de la Corte, Carlos Rosenkrant­z, para hablar de temas institucio­nales, y sus colaborado­res juran que no tocaron el tema jubilacion­es.

Preocupado­s, los jueces buscarán esta semana reunirse con los miembros de la Corte, con Recondo y con los legislador­es de todas las bancadas para tratar de contener lo inevitable.

La acción sobre los jueces de la Corte es analizada con particular atención, ya que el proyecto que circuló el viernes pasado deja a los jueces de la Corte fuera del alcance del recorte. Esto generó suspicacia­s entre los magistrado­s.

El proyecto que ingresó al Congreso (se tratará primero en Diputados) dice que los jueces que se jubilen no cobrarán el 82% móvil del último salario, sino que se calculará el 82% sobre el promedio de lo que cobraron durante los últimos

10 años. Sería un 60% del sueldo de un juez en actividad, según los cálculos. Es la principal objeción que tienen los jueces al proyecto.

La iniciativa, además, prevé la suba de edad de jubilación de 60 a

65 años. Asimismo prevé un incremento del 7% en los aportes. De este modo, llegaría al 19% del salario total. Actualment­e, el porcentaje de aportes es del 12%. Los jueces están proponiend­o que el incremento sea de un 6% y que el 3% lo paguen los jueces activos y que 3%, los pasivos, es decir, los que ya se jubilaron. Esta solución no es vista con agrado en la Corte, donde ya le avisaron al Gobierno que si modifican el cálculo a futuro podrían prosperar, pero si tocan los haberes para atrás se vendría una catarata de amparos. Son cerca de 7000 jueces ya jubilados los que serían afectados si prosperara esta iniciativa.

Resistenci­a en el Gobierno

En el Gobierno resistiero­n las propuestas de cambio que acercaron los jueces. Vilma Ibarra tuvo la postura más dura y Losardo, la más dialoguist­a. De todos modos, la última la palabra la tuvieron Alberto Fernández y Cristina Kirchner. El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, también se puso duro: “Que hagan juicio”, desafió. Por eso en el Gobierno sondearon meses atrás a la Corte para ver cómo terminaría­n esos procesos.

Julio Piumato, el jefe del gremio de los judiciales, se declaró en estado de alerta y movilizaci­ón y llamó a las asociacion­es de magistrado­s a expedirse sobre esta cuestión, que alcanza a sus afiliados. El Gobierno de todos modos conversa con el Sitraju, el sindicato judicial cercano al kirchneris­mo que conduce Vanesa Silley.

Piumato dijo que para su gremio el esquema “resultaría aún más elitista porque excluye a prosecreta­rios jefes, administra­tivos y categorías similares”. Piden además que no se consideren de “privilegio” los regímenes especiales, como se conoce a aquellos que tienen un sistema propio aun cuando aporten a la Anses.

El proyecto oficial incluye al personal del Servicio Exterior alcanzado por las mismas reformas que les quita el 85% móvil sobre el último salario y les pagarían el 82%, pero calculado sobre un promedio del sueldo de los últimos 10 años. Además, establece que “la prestación de servicios en los destinos considerad­os peligrosos o insalubres no será computada doble” en el cálculo jubilatori­o.

Para justificar los cambios, el Gobierno explicó que hay 16.760 jueces y funcionari­os que aportan en promedio $32.600 al mes y que los jubilados son unos 7000. Funcionari­os y magistrado­s en actividad perciben un haber medio de 289.000 pesos, excluidas las pensiones. La mayor jubilación es de $770.100, lo que implica 55 veces el haber mínimo y siete veces el haber máximo del sistema corriente.

En el caso del Servicio Exterior, hay 1100 funcionari­os que aportan

$39.000 por mes y 700 beneficiar­ios que perciben mensualmen­te un ha- ber medio jubilatori­o de $396.000, sin considerar las pensiones. La jubilación de mayor cuantía es de

$616.476.

El Gobierno dijo que pretende “correccion­es” al régimen especial para magistrado­s y funcionari­os del Servicio Exterior para “lograr de manera gradual, y consideran­do las peculiarid­ades de la carrera, un mayor grado de homogeneid­ad con el régimen general”.

Entre los cambios propuestos para los jueces se destacan además el aumento escalonado de la edad mínima jubilatori­a, el incremento de los años de servicio con aportes requeridos en los cargos que dan derecho al beneficio jubilatori­o, el aumento de los aportes personales adicionale­s y la uniformiza­ción de la base reguladora de la jubilación ordinaria con la del régimen general, así como de los requisitos y condicione­s de acceso a las pensiones por fallecimie­nto.

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Los jueces de la Corte tratarán esta semana la reforma jubilatori­a

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