Día de decisiones tras la discusión del Dt con los hermanos romero
Tinelli, presidente de San Lorenzo, charlará con Monarriz y evaluará los pasos a seguir
Después de una semana en la que parecía haber encontrado la calma tras el triunfo ante Vélez, San Lorenzo tropezó contra Talleres (perdió 1-0) y transitó una noche de tensión en Córdoba. Momentos difíciles se vivieron en las entrañas del vestuario: hubo un fuerte cruce entre el entrenador, Diego Monarriz, y los hermanos Oscar y Ángel Romero.
Al volver del primer tiempo y luego de la insólita expulsión de Juan Ramírez (la primera tarjeta amarilla de Abal debió haber sido para Donatti), Monarriz conversó con los jugadores y decidió hacer algunos cambios en el equipo. La idea era que entraran Ramón Arias y Adolfo Gaich por Óscar Romero y Nicolás Fernández. La novedad no le agradó a Ángel, que puso en tela de juicio la decisión del DT de quitar a su hermano de la cancha.
¿Qué pasó? Entonces Monarriz fue más a fondo: resolvió sacar a los hermanos y no a Fernández (que posteriormente se lesionaría de gravedad en la rodilla izquierda). El mediocampista y el delantero paraguayos no salieron a jugar el segundo tiempo ante Talleres ni tampoco fueron al banco de suplentes con sus compañeros, actitud que sí suelen tomar con naturalidad todos aquellos futbolistas que son reemplazados en todos los clubes. La discusión en el vestuario habría sido en un tono elevado.
Desde ya, el hecho molestó a Marcelo Tinelli, el presidente del Ciclón, que pedirá un informe de lo ocurrido. Fundamentalmente porque en Boedo creen que ningún futbolista puede tomarse tales atribuciones, se llame como se llame. En definitiva, se lo ve como una falta de respeto. En principio, hoy habría una charla con el DT. Y hay más: en la salida del estadio Mario Alberto Kempes se observó a Monarriz en una reunión con Leandro Romagnoli y Alberto
secretarios técnicos del club, y Hugo Tocalli, que conduce el fútbol juvenil de la institución azulgrana.
Una relación difícil
La relación ya venía tensa desde la pretemporada, cuando el técnico tuvo un cruce con los hermanos Romero por la presencia de un familiar de ellos en la intimidad de un entrenamiento. ¿Qué sucedió aquella vez? El personal de seguridad no le permitió al suegro de Ángel sentarse en el banco de suplentes de la cancha auxiliar en la Ciudad Deportiva.
Los paraguayos suelen asistir a las prácticas con un fisioterapeuta brasileño que trajeron desde Asunción y un chofer. Ese día, también, al Bajo Flores arribaron con el suegro de Ángel. Al tratar de ubicarse este último en una zona reservada para los integrantes del plantel las fuerzas de seguridad se lo negaron. En ese momento, el ex jugador de Cerro Porteño y Corinthians le habría pedido a Monarriz que intercediera para que el hombre lograra quedarse, pero no consiguió su propósito. Algunas fuentes aseguran que hubo un intercambio de palabras. Y los paraguayos se marcharon molestos –y antes de tiempo– del entrenamiento.
Los hermanos Romero, de 27 años, llegaron a Boedo a mediados del 2019 y terminaron el año exhibiendo un nivel destacado en el equipo de Monarriz, con Ángel en mayor medida. Pero algunas situaciones dentro y fuera de la cancha los pusieron bajo la lupa de los simpatizantes y dirigentes de San Lorenzo.
Este lunes, a las 9, todos volverán a verse las caras en la Ciudad Deportiva del club, en el Bajo Flores, en el primer entrenamiento de la semana, a puertas cerradas y sin atención posterior a la prensa. En la agenda inmediata figura el clásico con Racing en el Nuevo Gasómetro, el sábado. Aunque antes se deberá resolver este conflicto con final incierto.