Rebelión carcelaria en Colombia: 23 muertos
Hubo motines en penales de Bogotá, Medellín, Ibagué y Boyacá ante la supresión de las visitas de familiares
CARACAS.– El miedo al coronavirus incendió las cárceles colombianas. Una mezcla de motines e intento de fuga se conjuraron antes de la medianoche del sábado en una decena de centros penitenciarios del país cafetero, provocando enfrentamientos de gravedad.
La rebelión se produce en medio de los toques de queda y el confinamiento nacional en la mayoría de los departamentos, previos a la cuarentena oficial que el gobierno de Iván Duque impuso desde el próximo miércoles.
Hasta el momento, Colombia contabiliza 231 casos positivos por coronavirus y dos muertes en las últimas horas.
“Hoy es un día muy doloroso para el país. Anoche hubo un intento masivo y criminal de fuga en La Modelo (cárcel de Bogotá) y motines en varios centros penitenciarios. Hay 23 privados de libertad muertos y 83 heridos, de los que 32 están hospitalizados. Igualmente siete funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) y dos en estado crítico”, anunció Margarita Cabello, ministra de Justicia.
El gobierno de Duque asegura que las fugas se controlaron y ningún preso escapó.
“Aquí hubo un plan de fuga frustrado. Tampoco hay un problema sanitario que hubiera provocado esos motines. Hoy no hay un solo contagio”, aseguró la ministra, ni de presos ni de los custodios, ni siquiera, según su versión, aislamientos por sospechas de ser portadores de coronavirus.
Los videos que los propios reclusos hicieron llegar a medios y a familiares confirmaron de madrugada la violencia desatada en la capital, Medellín, Ibagué, Boyacá y otras ciudades del país, como si de un campo de batalla se tratara. Previamente los habitantes de la capital escucharon ráfagas constantes dentro de la prisión.
Sin visitas
En el origen de la rebelión se sitúan las medidas tomadas por las autoridades penitenciarias, que habían eliminado las visitas familiares.
La situación estaba ayer bajo control, aseguran desde el gobierno. “La rápida acción de nuestros cuerpos de custodia evitó una fuga de 5000 reclusos”, subrayó el general Norberto Mújica, director del Inpec.
En el trasfondo de la rebelión sobresale la situación de hacinamiento que afecta a las cárceles colombianas en el peor momento posible. La alcaldesa Claudia López insistió al gobierno que garantice la condiciones de salubridad y seguridad en las cárceles.
“Esto ya se veía venir por la cantidad de presos en hacinamiento. El coronavirus agravó la situación, unido a la cancelación de las visitas, fundamentales porque son las que nos dan motivación para continuar. En los siguientes días esto será peor, es una bomba de tiempo”, confirmaron a La Nacion desde el interior de una de las cárceles de Medellín, donde la sección de hombres también se amotinó en la noche de ayer.