Más organizados, los bancos volvieron a abrir
Abrieron sus puertas un día atípico y se mostraron más organizados; “alguien hizo las cosas mal”, dijo Fernández
Luego del caos que generaron el viernes las largas colas y quejas por el cobro de las jubilaciones en los bancos, que pusieron en riesgo la cuarentena por el coronavirus, ayer se intentaron normalizar los operativos en las sucursales, con un nuevo cronograma de pagos dispuesto por el Banco Central. Antes de la apertura de las entidades se desplegaron fuertes dispositivos de seguridad para contener la afluencia de personas que se iban a acercar a las sucursales.
En declaraciones radiales, el presidente Alberto Fernández se mostró “preocupado, enojado y molesto”, ante el desorden del viernes en los bancos. “No cabe ninguna duda de que alguien hizo mal las cosas”, señaló, aunque aclaró enseguida que el Gobierno “está trabajando mucho y no está pensando en renuncias” de funcionarios.
La secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, relativizó el impacto de la masiva salida de jubilados a la calle, pese a ser el principal grupo de riesgo frente a la pandemia, y afirmó que lo sucedido el viernes en los bancos “no significa que se haya roto la cuarentena” (ver aparte).
“La situación de la Argentina no es la misma que en Europa, donde la circulación comunitaria del virus es muy alta. Tenemos un porcentaje de casos negativos en los testeos y la circulación viral no tiene la intensidad de otros países”, explicó. Dijo, sin embargo, que el objetivo sigue siendo “evitar el contacto entre personas” y celebró que se hayan instrumentado medidas correctivas.
Las críticas que apuntaron contra los bancos por la falta de previsión en la atención de anteayer no fueron asumidas por la dirigencia sindical. El secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, transmitió su “preocupación por ver a personas en situación de riesgo en la calle” durante el día de ayer y declaró que “los trabajadores bancarios fueron víctimas de una cacería mediática”.
“Categóricamente no hicimos lobby para que la actividad financiera no fuera esencial. Me enteré del listado por los medios”, dijo Palaztina”, zo, tras asegurar que mantiene un “buen diálogo” con el Presidente.
Tras la polémica del día anterior, los bancos atendieron ayer a jubilados y pensionados por ventanilla, según el número final del DNI. Hoy les corresponderá el turno a los jubilados cuyo documento de identidad termina en 2 y en 3.
Más organización
En una recorrida a primera hora, la nacion comprobó que, a diferencia del día anterior, no había grandes aglomeraciones ni filas desde la madrugada. En muchos casos, se veía más gente esperando ingresar en supermercados y comercios. Hubo, de todos modos, jubilados que se acercaron a las sucursales bancarias para hacer consultas.
A las 9.30, la puerta de la sucursal del Banco Piano de Cabildo 1139 estaba cerrada, pero ya había personal en el interior y dos jubilados consultaban sus dudas con un empleado que les respondía desde el otro lado del vidrio. En la vereda, solo tres personas hacían fila.
“Esto lo llevo siempre, como previsión de cualquier situación argen
dijo con ironía y señalando el banquito plegable en el que estaba sentada la jubilada Isabel Boschi, última de la cola. Pensaba cobrar sus haberes el viernes, pero al ver por TV el caos en la calle, desistió.
“Me dio mucha ira lo que vi y mis amigos me llamaron durante todo el día para que no fuera”, contó Boschi, que llevaba barbijo y guantes, como protección, y una revista de crucigramas para hacer más llevadera la espera. Por temor a las colas, ayer se levantó muy temprano, pero al escuchar en el noticiero que había una mejor organización, se tomó todo con más calma.
“Es la primera vez que salgo desde que comenzó el aislamiento y pensé que iba a haber dos colas de cuadra”, dijo Cayetano Grenci, jubilado de 83 años, mientras aguardaba la apertura de la sucursal del Banco Nación, en Cabildo y Sucre. Delante suyo había solo tres personas. Para Grenci, las aglomeraciones del viernes tuvieron que ver con la difícil situación económica del país: “Tienen que pagarles a todos para que puedan comer”, se quejó.
También en la puerta del Banco Nación de Paroissien 2443, había un clima tranquilo. Dora, de 80 años, esperaba en primer lugar, ayudada por su bastón. Llegó a las 9, una hora antes del horario de apertura. “El viernes imaginé que iba a ser un lío y por eso no salí –explicó–. Además, mi hija me llamó todo el día para que no lo hiciera”.
A las 10.03 el banco abrió y un empleado de seguridad con barbijo hizo pasar de a uno a quienes esperaban. Veinte minutos después, ya no quedaba nadie en la calle. En varias sucursales de los bancos Nación, Provincia, Piano y Macro del partido de Vicente López el escenario fue similar.