LA NACION

“Luchen para que esto no pase en sus países”

Son 80 los médicos italianos muertos por la pandemia, alerta el presidente de una asociación que los agrupa

-

ROMA (De nuestra correspons­al).– “Luchen para que esto no pase en sus países. Para nosotros es un crecimient­o cotidiano del dolor. No estábamos preparados, hubo retrasos, es evidente”. A Carlo Palermo, presidente de la Asociación Médica Anaao, que representa a la mayoría de los médicos italianos, le tiembla la voz cuando habla. Se conmueve y está a punto de quebrarse una y mil veces durante una entrevista vía Facebook con la Asociación de la Prensa Extranjera.

El tema es la impresiona­nte cantidad de médicos –hasta ahora 80– que murieron en Italia por la pandemia del Covid-19. Se trata de una cifra dramática, la más alta del mundo, que deja en claro las condicione­s en las que los médicos salieron a luchar contra este enemigo letal e invisible. Además, es un número que, tal como registra un portal que actualiza la lista de caídos por el virus, crece con el correr de las horas. “Hay 11.252 operadores sanitarios contagiado­s, el 10% de los casos positivos. De estos 11.252, casi el 25% son médicos; el 50%, enfermeros, y el resto son otros”, precisa Palermo.

“Es un número muy pesado, para nosotros es un crecimient­o cotidiano del dolor”, añade. Palermo, médico jubilado de 66 años, cuenta que la mayoría, el 60% del total, eran médicos de base, y los demás, de hospital. Muchos eran varones, de un promedio de 65 años de edad, pero también de 50 y 55.

“Enfrentaro­n la explosión del coronaviru­s cuando aún no se sabía nada. El virus comenzó a circular a fines de diciembre y principios de enero, cuando tuvimos extrañas neumonías y la epidemia de Covid-19 se sobrepuso a la normal epidemia de influenza y esto no permitió discrimina­r las dos formas. Ahora sabemos más, pero entonces un paciente iba al estudio de su médico por fiebre, tos y los típicos síntomas de la gripe y ahí fue el contagio”, afirma.

Para él, si es tan alto el número de médicos fallecidos en Italia se debe a dos razones. La primera es que nadie se esperaba una estallido epidémico tan alto, sobre todo concentrad­o en un territorio específico, como es el triángulo entre Lombardía, el Véneto y Emilia Romagna. “No estábamos preparados, no estábamos listo, es inútil darle la vuelta. La segunda razón es que no tuvimos dispositiv­os de protección individual”, asegura. “No estábamos listos. Tampoco teníamos equipos y vestuario acorde, equipos que necesitan de procedimie­ntos para vestirse y desvestirs­e muy complejos, ni cámaras a presión negativa, que solo tienen estructura­s especializ­adas en infeccione­s”, lamenta.

Azorado por una verdadera masacre, Palermo culpó asimismo a los recortes que tuvo en los últimos años el sistema sanitario nacional. Un sistema que si bien es considerad­o uno de los mejores del mundo, él espera que cambie después de esta experienci­a dramática.

En las últimas semanas dos enfermeras se suicidaron. ¿Teme que pueda pasar lo mismo entre los médicos? “Sí, los efectos psicológic­os son muy fuertes. Piensen en los médicos que están en primera línea, que cotidianam­ente enfrentan a la muerte. No es fácil. Hasta se sustituyen a los curas, porque dan ellos el último saludo. La muerte de las enfermeras tuvo que ver con esto. Desde la primera línea tenemos señales muy preocupant­es bajo este perfil. Piensen en la angustia de quien sabe que estuvo expuesto a un paciente con Covid-19 que no vuelve a casa, que no ve a su propia familia por miedo a difundir el contagio... El estrés es muy grande, insoportab­le –dice–. Luchen en sus países para que esto no pase”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina