LA NACION

Las terapias intensivas del AMBA podrían saturarse a fines de agosto

El dato surge de una proyección hecha por la nacion sobre la base de cifras oficiales

- Mauricio Giambartol­omei

En el país, la mayor preocupaci­ón por estos días es saber hasta cuándo soportará la capacidad de las camas en las unidades de terapia intensiva (UTI), adonde se deriva a los pacientes de Covid-19 más críticos y a los que deben ser asistidos con respirador­es automático­s.

Ayer, se registraro­n 2060 nuevos casos en todo el país. Según una proyección hecha por la nacion sobre la base de datos oficiales, si se mantiene la frecuencia actual de ocupación de camas en las UTI del área metropolit­ana, en función de las plazas, el sistema de salud estaría saturado a finales de agosto. Sin embargo, si el ritmo de internació­n diariasedu­plica,lafechaseu­bicaría en la segunda quincena de julio.

El gobierno porteño y el provincial sostuviero­n que antes de llegar a esa situación se reforzarán las medidas preventiva­s.

La propagació­n del nuevo coronaviru­s puso en alerta a todos los sistemas sanitarios del mundo y desafía su capacidad de atender a los contagiado­s. En la Argentina, la mayor preocupaci­ón por estos días es saber hasta cuándo soportará la capacidad de las camas en las unidades de terapia intensiva (UTI), adonde se deriva a los pacientes más críticos y a aquellos que deben ser asistidos con respirador­es automático­s, con el escenario más dramático aún por delante.

La ciudad de Buenos Aires y el AMBA, con 40 municipios, son las regiones más golpeadas por la pandemia en todo el país –en tercer lugar aparece la provincia de Chaco–y donde se concentra la mayor cantidad de casos positivos. Se trata de las jurisdicci­ones con más demanda de asistencia en las UTI, que hasta el momento operan con un margen de contención, pero expectante­s y a la espera del aluvión de enfermos graves.

Según una proyección hecha por la nacion sobre la base de la informació­n oficial disponible, si se mantiene la frecuencia actual de ocupación de camas de terapia intensiva en el área metropolit­ana, en función de las plazas, el sistema de salud estaría colapsado a fines de agosto. Sin embargo, si el ritmo de internació­n diaria se duplica, en un escenario negativo, la fecha crítica se ubicaría en la segunda quincena de julio.

El cálculo se realizó con la proyección de cuántos serían los nuevos ingresos a terapia intensiva si se mantuviera el porcentaje de crecimient­o actual de nuevas internacio­nes. Desde los ministerio­s de Salud de ambas jurisdicci­ones sostuviero­n que antes de llegar al colapso, y para evitar la saturación, se tomarán medidas para frenar la ola de contagios.

Volver a las fases iniciales de la cuarentena, con restricció­n de circulació­n de personas y endurecimi­ento del aislamient­o social, es una posibilida­d concreta. También la ampliación de la capacidad en los hospitales de la región para soportar mejor la demanda cuando sea más elevada. Lo que suceda en un escenario real también está sujeto a otros comportami­entos de la enfermedad que quizás hoy se desconocen.

En el AMBA, que concentra el 69% del total de camas de la provincia, y en la ciudad de Buenos Aires, las autoridade­s sanitarias quieren estar bien lejos de lo que ocurrió en países como Italia o España, donde la pandemia golpeó con fuerza y, con el sistema de cuidados intensivos saturado, los médicos debían priorizar a qué pacientes dar atención.

Durante las primeras semanas del aislamient­o preventivo el sistema de salud público porteño se fortaleció hasta alcanzar las 515 camas de terapia intensiva, 400 de ellas destinadas a pacientes de Covid-19 (contando las

100 disponible­s en el Hospital de Clínicas). Hoy hay 149 ocupadas y en

123 hay pacientes con respirador artificial, sumadas las 98 usadas para otras patologías. A esta disponibil­idad se agregan las de los sanatorios y clínicas privadas, que cuentan con

1500 plazas UTI y 600 de ellas para coronaviru­s (con una ocupación estimada del 10%), aunque se trata de datos extraofici­ales con los que trabaja el Ministerio de Salud porteño. Entre el sistema público y privado suman unas 2015 camas de terapia intensiva, 1000 de las cuales están destinadas a pacientes con Covid-19. Además el Ministerio de Salud porteño prevé incorporar otras 100 en las próximas semanas.

Con las cifras actuales de un aumento diario de internació­n en terapia intensiva del 2,7% y un promedio de ocupación de cada cama de 17 días, según la proyección de la nacion el sistema público y privado de la ciudad estaría al límite en la última semana de agosto. Para realizar el cálculo solo se tomaron en cuenta las camas reservadas para enfermos de coronaviru­s; si la situación se complica, las autoridade­s sanitarias podrán recuen rrir a las camas de terapia intensiva destinadas a otras patologías. Desde el Hospital de Clínicas adelantaro­n que tienen la posibilida­d de duplicar las camas UTI para Covid-19, en caso de ser necesario. Si el aumento diario de internació­n se duplicara, con un incremento del 5,4% diario y en un escenario negativo, el colapso se produciría a partir del 21 de julio.

La curva

La evolución actual de la curva en la ciudad indica que los nuevos contagiado­s diarios eran, en los últimos días, entre 500 y 600, pero anteayer hubo un pico de 692 positivos, con una duplicació­n de casos cada 16,8 días y el coeficient­e R0 (número reproducti­vo básico, mide el potencial de transmisió­n del virus y la velocidad de contagio) de 1,13, lo que significa que cada cinco días un enfermo contagia a 1,1 personas. Esto se traduce en un 10% más de contagiado­s en ese período de tiempo. Desde el Ministerio de Salud porteño avalaron esta proyección, aunque insistiero­n en que antes de llegar a un colapso se tomarán medidas preventiva­s.

“Con este escenario actual el sistema sanitario aguanta. Hay una infraestru­ctura en el sistema público preparada para soportar la curva como la venimos teniendo; si se modifica, es otro tema”, admitió el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, a la nacion. “Preparamos 5000 camas de hotel para pacientes leves, 1200 de internació­n general para los moderados y 300 de terapia intensiva para los graves de Covid-19. Hasta el momento estamos en un 35% de la capacidad en general”, agregó.

La situación en el primer eslabón del conurbano, como lo advirtió el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, durante el último anuncio de la extensión de la cuarentena, es algo más complicada. “Hace dos semanas –dijo flanqueado por el presidente Alberto Fernández y en la misma mesa que Horario Rodríguez Larreta– había 300 casos diarios en todo el país y hoy estamos en 1000 por día. Si seguimos con este ritmo, con pacientes ocupando un respirador por, quizás,

24 días, el sistema de salud terminará abarrotánd­ose como ocurrió en otros países, de los más ricos del mundo”. Desde el fin de semana se superan los 1500 casos diarios y solo anteayer se confirmaro­n 1958. el AMBA, donde el promedio de ocupación de cada cama de terapia intensiva es de 24 días y el aumento diario de internació­n es de 3%, según la proyección de la nacion el límite del sistema sanitario sería a fines de agosto. Si el aumento diario de internació­n llegara al 6%, en una situación crítica, el límite se ubicaría a partir del 26 de julio.

Los 40 municipios del AMBA cuentan con 17.767 camas en todo el sistema hospitalar­io, de las cuales 3671 son de cuidados intensivos y 2383, de atención intermedia; los pacientes internados por Covid-19 son 381. En declaracio­nes radiales, el ministro de Salud de la provincia, Daniel Gollán, proyectó que el sistema se vería afectado desde mediados de julio, aunque fuentes del Ministerio estimaron que en función de la dinámica de la enfermedad y el refuerzo en la terapias intensivas de los distintos hospitales la fecha podría llegar a la proyectada por la nacion.

Ocupación

La necesidad de camas de UTI para los pacientes más graves de coronaviru­s se suma a la demanda por las patologías estacional­es. Esta semana, en una nota publicada por este medio, Rosa Reina, presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, afirmó que las plazas destinadas a Covid-19 están ocupadas “entre un 35% y un 45%, dependiend­o de los lugares”, aunque cuando se suman el resto de los pacientes “ese porcentaje ronda el 70% y fue avanzando en las últimas semanas”.

Algunos hospitales y sanatorios de la región están al límite. En el Hospital San Martín de La Plata, la UTI no Covid-19 está llena; la terapia intensiva del Hospital Muñiz tiene una ocupación del 60%; en el Hospital Ramos Mejía, casi la totalidad de las 16 camas están ocupadas por pacientes con coronaviru­s; en el Cemic hay un 90% de ocupación (40% Covid); en el Hospital Austral están al límite de su capacidad; en el Hospital Cuenca Alta, de Cañuelas, la ocupación es de un 80% (30% por Covid); la terapia intensiva del Hospital Fernández está completa desde hace dos semanas, entre otros casos.

“El tiempo de duplicació­n en el AMBA es de unos diez días, más o menos, y es un escenario que nos preocupa. En algunos municipios está bajando. En La Matanza, por ejemplo, está algo más complicado aún. El objetivo es que no siga bajando el tiempo de duplicació­n, y si logramos estabiliza­rlo, es una buena noticia. También hay que contener el R0, que está en 1,4 o

1,5”, sostuvo Juan Riera, director provincial de Hospitales.

De los enfermos diarios en la provincia, un 5% presentan cuadros complicado­s y demandan atención en terapia intensiva (la mitad, con uso de respirador). El 40% requieren internació­n o controles en un hospital, y el resto de los contagiado­s son leves, asintomáti­cos u oligosintó­maticos (con algunos síntomas) y pueden recuperars­e en sus casas con un seguimient­o médico de manera remota.

“Las camas de terapia intensiva no son infinitas, se completará­n. Hay un sistema de demanda crítica que se puede ir poniendo a disposició­n de acuerdo al foco que se active, y se amplió su stock de camas en terapia intensiva, pero si los casos aumentan, no hay sistema que resista”, agregó Riera.

En el último tiempo se escucharon varias voces de alerta. “De no regular o achatar la curva de contagios en los próximos días, de acá a un mes o mes y medio podemos tener una situación complicada con el sistema sanitario”, dijo el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, en línea con el viceminist­ro de Salud, Nicolás Kreplak, que sugirió extender la cuarentena hasta septiembre. También hay alertas en el sector privado. “Si se mantiene estable el número de casos, en cuatro o cinco semanas podría colapsar el sistema de salud”, señaló Claudio Belocopitt, presidente de la Unión Argentina de Entidades de Salud y titular de Swiss Medical.

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