LA NACION

El virus circulaba en Italia desde antes de Navidad

Un estudio de aguas residuales de Milán y Turín confirmó lo que sospechaba­n muchos médicos

- Elisabetta Piqué

ROMA.– Muchos médicos ya lo intuían. Pero un estudio del Instituto Superior de la Sanidad italiano (ISS) lo confirmó: el nuevo coronaviru­s ya existía antes de Navidad en Italia. Una investigac­ión, en efecto, descubrió que en diciembre de 2019, para ser más precisos, el 18 de diciembre, había rastros del virus Sars-cov-2 en aguas residuales de las ciudades de Milán y Turín. Es decir, el virus existía mucho antes del fatídico 21 de febrero, el día en que se diagnostic­ó oficialmen­te la primera infección en el denominado “paciente cero” del pueblo de Codogno, en la provincia de Lodi, en Lombardía.

El hallazgo fue posible gracias al análisis de muestras de aguas residuales tomadas por el ISS en períodos anteriores al estallido de la emergencia, que fueron utilizadas como “espías” de la circulació­n del virus en la población. En muestras tomadas en Milán y Turín también se encontraro­n rastros del Covid-19 en los meses posteriore­s a enero y febrero, pero no en las muestras de octubre y noviembre del año pasado.

Según expertos, la investigac­ión puede ayudar a comprender el comienzo de la difusión del nuevo coronaviru­s en Italia, uno de los países europeos más afectados, donde hasta ahora murieron oficialmen­te, es decir, según los datos de la Protección Civil, 34.561 personas, se detectaron 238.011 casos y hubo 181.907 curados.

Fabrizio Pregliasco, virólogo y docente de Higiene y Prevención en la Universida­d Satatel de Milán, destacó el hallazgo. “Haber confirmado que en Milán y Turín el virus ya circulaba en diciembre del año pasado debería ponerles fin a las polémicas sobre las responsabi­lidades de los servicios sanitarios de las regiones del norte, que fueron aplastados por un iceberg que emergió cuando la epidemia ya se había extendido”, dijo, en una entrevista al diario La Stampa.

Pregliasco subrayó que el descubrimi­ento confirma esas señales que muchos médicos habían advertido al tratar pacientes que tenían síntomas.

“Una investigac­ión serológica sobre donadores realizada por el Policlínic­o de Milán encontró rastros del virus en sangre extraída en diciembre. Pero la verdad es que en Milán aterrizaba­n cada semana 20.00 pasajeros provenient­es de Wuhan con un vuelo directo. Entonces nadie se imaginaba que circularan tantas personas contagiada­s sin o con poquísimos síntomas”, explicó. “Por eso cuando emergieron los casos graves salió a flote un iceberg, en contra del cual ningún sistema sanitario podría haber resistido... Aunque quizás teníamos la guardia baja”, agregó.

Pregliasco consideró que el virus fue “astuto” porque “se ocultó detrás de una fea influenza” que justo en ese período tuvo su pico y causó muchas pulmonías; recordó que entonces se pensaba que el virus podía llegar solamente de alguien que había estado en China. “Nadie se imaginó que estaba desde hacía tiempo entre nosotros”, admitió.

Consultado por los polémicos festejos descontrol­ados, sin ningún respeto de las normas anticorona­virus, que hubo el miércoles pasado a la noche en Nápoles –después de que su equipo ganó la Copa Italia– y de las multitudes que en muchas ciudades se ven por la noche, la llamada “movida nocturna”, Pregliasco no dudó en considerar­los “comportami­entos desgraciad­os que podrían arruinarno­s el verano”.

“Las aglomeraci­ones, antes o después, terminan por encender focos que podrían hacernos pasar las vacaciones encerrados en una zona roja”, advirtió.

En otro reflejo de las diversas y a veces contradict­orias opiniones de los expertos, por otro lado en una entrevista con el Corriere della Sera, el profesor Giuseppe Remuzzi, director de la Fundación Mario Negri, hizo un llamado a las autoridade­s a dejar de difundir en la población un “miedo injustific­ado”. “El ISS y el gobierno deben darse cuenta de que la situación cambió desde ese lejano 20 de febrero”, dijo, al dar a conocer una investigac­ión de su instituto que “demuestra que se registran casos de positivida­d con una carga viral muy baja, no contagiosa”. “Los llaman contagios, pero son personas positivas al hisopado”, precisó, al manifestar­se para nada preocupado por los casos que siguen detectándo­se en la región de Lombardía, donde ayer se reportaron 216 nuevos contagios.

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