Miremos a Singapur
Es una muestra de inteligencia mirar nuestra historia y lo que pasa en otros países. Todas las estatizaciones argentinas fueron calamitosas, desde los ferrocarriles, que se pagaron una fortuna, cuando en dos años Inglaterra por contrato los tenía que devolver sin mediar pago. Hubo un caballero inglés que trajo un millón de libras para “facilitar” el trámite. Gasalla personificó magistralmente al empleado público en su programa. Los invito a que miremos a Singapur. Los alumnos de la escuela son diferenciados según sus capacidades y comportamiento. Los mejores son invitados a grupos de máximo rendimiento. Todos hacen un pregrado en las mejores universidades del país y un posgrado en el exterior. Cuando retornan tienen un sueldo envidiable y un Mercedes Benz para su uso. Saben cuáles son sus opciones: solo dos, ¡o son docentes o empleados públicos! Los mejores, una elite intelectual que maneja el Estado y la docencia. Tanto las escuelas públicas como las empresas estatales de todo tipo son altamente superiores a las privadas. Las escuelas públicas y las empresas públicas nuestras son ineficientes y corruptas.
O cambiamos nuestra política o no hagamos públicas empresas privadas como Vicentin. En sus ineptas manos, solo generaran más impuestos para pagar sus quebrantos.
Juan Carlos Parodi DNI 4.396.466