Tiempo de cambios y de enfrentar desafíos
Para las empresas agroindustriales, la irrupción del nuevo coronavirus representó una oportunidad para acelerar algunas tendencias que ya se estaban presentando en la actividad como el trabajo remoto y el comercio electrónico, entre otras
La irrupción de la pandemia del
Covid-19 abrió un mundo diferente al conocido, con desafíos y riesgos, que tendrá algún grado de impacto en las empresas agropecuarias.
Entre los numeros encuentros virtuales, que reemplazaron a los reales, realizados en las últimas semanas se destacaron los del ciclo LIDE Debate, llamado “Agrolíderes”, y el que realizó Adblick Granos.
“Desde el sector agroalimentario solemos dedicar tiempo a explicar qué hacemos y por qué lo hacemos. Hoy intentemos debatir el para qué lo hacemos”, analizó Laura Loizeau, vicepresidenta de LIDE Agronegocios.
“El sector está diseñado con el fin de producir alimentos para las personas, un rol irremplazable e imprescindible para la humanidad”, y, para satisfacer eso, “invertimos, generamos empleo, capacitamos gente e interactuamos con otros sectores de la economía”.
Al respecto, destacó que el alto nivel de conocimiento, una vasta experiencia y la aplicación de tecnología son los principales aliados para gestionar los recursos de manera sustentable.
“El sector agroalimentario argentino cuenta con grandes ventajas competitivas debido a la gran inversión empresarial y a la calidad de los recursos humanos”, señaló Loizeau.
En tanto, Gustavo Grobocopatel, CEO de Los Grobo y presidente de LIDE Agronegocios fue irónico respecto de futuro inmediato. “Es más fácil saber lo que va a pasar en 2030 que a fines de 2020”, señaló.
No obstante, dijo que hay tres tendencias muy claras:
●“La convergencia tecnológica se va a acelerar. En términos productivos y organizacionales.
●“La transformación en las organizaciones. El concepto de cadena de valor será reemplazado por el de ecosistema, mucho más amplio, interrelacionado e inclusivo. ●“Existe un cambio en la tendencia de los consumidores. Hay un aumento en la demanda de alimentos acompañado por una exigencia mayor de información.”
Además opinó que los empresarios, desde su posición, deberá formar parte del proceso de inclusión social. “Nuestras empresas no pueden prosperar si dejamos a la gente fuera del sistema”, dijo.
Por su parte, Christophe Dumont, Presidente y CEO de Bayer Argentina y Cono Sur, destacó que “a pesar de la coyuntura, la vida sigue su curso y hay que ser positivo. Desde la compañía apostamos a una comunicación seria y responsable”.
El ejecutivo dijo que el plan de la compañía tiene como base cuatro puntos: colocar el foco en el cliente, promover el desarrollo de la cultura, generar una rápida transformación digital y comprometerse con la sustentabilidad.
Agregar valor
Por otra parte, en el encuentro organizado por Adblick para inversores de la compañía, Alejandro Meneses, gerente de la firma en el área de granos, destacó: “Todos los cambios que estamos experimentando van a agregar valor a la cadena. Son temas que se venían implementando y se acentuaron. Procesos como la digitalización y distintas modificaciones en la manera de trabajar, que se aceleraron por la pandemia, no tienen vuelta atrás”
Los ejecutivos del sector que participaron en el encuentro analizaron de esa manera los efectos que la pandemia tiene sobre las empresas y contaron cómo influye en los procesos de integración que ya venían llevando a cabo antes de la irrupción del Covid.
“De golpe nos pusimos a trabajar todos en nuestras casas. Una decisión que nos habría llevado diez años tomar se concretó en dos días, y lo sorteamos perfectamente”, dijo Ignacio Lartirigoyen, presidente de Lartirigoyen Cia SA.
En cuanto a las dificultades que se presentaron, detalló: “Al tener tantas compañías distribuidas y tantas pymes, tuvimos que hacer protocolos para cada organización. Fuimos aprendiendo sobre la marcha”.
Por su parte Ezequiel Garbers, country manager de Adecoagro explicó: “Hubo que instrumentar muchos cambios y medidas de seguridad para la gente que debe entrar a las plantas, para el traslado, también en algunos casos tuvimos que aislar personas por precaución”. Sin embargo, indicó que el sector “actuó con responsabilidad, proveyendo alimentos a las ciudades, algo que nunca se cortó”.
“Entre las cosas buenas que pasaron -agregó Lartirigoyen- creció muchísimo el e-check, que no se usaba y hoy se tornó habitual. En la consignataria se empezaron a hacer remates por Internet con muy buenos resultados”.
Para Garbers, en Adecoagro la integración fue surgiendo como una necesidad en distintas etapas, fundamentalmente para defender las producciones y agregarles valor. “De ahí fuimos tomando experiencias y aprendiendo. Nosotros veníamos más de la parte agrícola y fuimos adentrándonos en distintas áreas: en lo industrial, en lo comercial, en acceder a los mercados”, dijo.
Además, manifestó su optimismo en cuanto a las posibilidades que tiene el país y el sector agrícola en particular, de sortear las dificultades que presenta la pandemia.