Las estrategias de las desarrolladoras para sobrevivir
con las obras paradas desde hace más de dos meses, el sector rearma sus estructuras para atravesar la cuarenta y reconoce que, por ahora, el nivel de mora es bajo; cómo negocian con los inversores
En tiempos de pandemia, con la mayoría de las obras de construcción en la ciudad de Buenos Aires paralizadas, los desarrolladores están preocupados. Igual se preparan para la “nueva normalidad”. Durante los meses de cuarentena, las empresas focalizaron sus energías en elaborar estrategias para atravesar lo mejor posible la situación. Realizan análisis económico-financieros de las compañías, evalúan sobrecostos derivados de los nuevos protocolos de construcción a implementar, revisan los proyectos en curso, redefinen propuestas, apelan a la creatividad en las estrategias comerciales y analizan el riesgo de sus inversores. Pero, además de ocuparse de atender la compleja coyuntura, comienzan a trabajar en cómo será el regreso a las obras en las zonas del país que aún están paralizadas y se inquietan al analizar el futuro del real estate tras el Covid-19.
Gustavo Llambías, socio de la desarrolladora Real Estate Developers (RED) y vicepresidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV), expresa su preocupación: “Somos uno de los sectores más afectados porque se paró la producción a cero. No podemos hacer delivery de departamentos “, afirma. Su empresa actualmente desarrolla dos proyectos en la Capital Federal: In Lope de Vega, un complejo residencial ubicado sobre un terreno de 6000 m2 en el barrio Vélez Sarsfield, que tendrá viviendas, locales comerciales, un gran parque central y área de coworking, entre otros amenities; y Dorrego Mío, un edificio de 13 pisos integrado por estudios profesionales y departamentos en Palermo.
En tanto, Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), coincide en que si bien “todavía está muy complicado para las obras en la ciudad y en la provincia de Buenos
Aires, en el interior hay plazas -como Salta, Neuquén, Mendoza y Rosarioen las que se trabaja con limitaciones, aunque sin mayores problemas”.
Consultado sobre los aspectos contractuales y las herramientas que pueden desplegar los actores del sector ante la situación que se atraviesa, Pedronicholson,socioyabogadoque dirige el departamento de Real Estate y Hospitalidad del Estudio Beccar Varela, aclara que el impacto depende del momento en el que la ola pegó. Si se trata de un proyecto que está por la mitad, la ola golpea mucho más fuerte porque están todos los contratos en ejecución y esto era algo imposible de prever. “Los abogados no somos magos. Entonces, en esos casos muchas veces habrá que parar la pelota para hacer un análisis de daños y ver exactamente cómo está la situación, cómo afecta en ingresos y egresos y qué hay que recalcular porque se tendrá que renegociar en simultáneo tanto con las constructoras, como con los proveedores y los compradores. La sugerencia sería alinear todas las negociaciones”, relata.
Flavio Galli, fundador de Grupo Tueroc, con cinco proyectos de viviendas y usos mixtos en desarrollo y dos por lanzar comenta que su estrategia fue salir agresivamente a comprar materiales al mercado. “En la primera etapa nos reorganizamos para enfrentar la crisis. Después distribuimos roles y realizamos un análisis de fondeo de riesgo de inversores e implementamos una nueva cultura de trabajo”, relata. Además, realizó un análisis económico de cada uno de los emprendimientos en curso porque no todos presentan la misma problemática ni están en las mismas etapas. Por otra parte, le llevó “tranquilidad” a los contratistas. “En paralelo, el área de arquitectura comenzó a estudiar qué materiales se comportan mejor técnicamente con las bacterias y virus como para incorporarlos a las obras que aún no tuviesen materiales de terminación comprados”, agrega. En cuanto a las ventas, explica -entusiasmadoque cerraron varias