LA NACION

Atalanta, el del fútbol más alegre, juega en la entristeci­da Bérgamo

Sensación de la temporada europea por su estilo ofensivo, la ciudad fue la más azotada por la pandemia

- Claudio Mauri

En plena euforia y felicidad porque Atalanta vivía el mejor año futbolísti­co de su historia, la ciudad atraviesa por los días más tristes que jamás hubiera imaginado a causa de la pandemia. Un contraste brutal, más allá de que no son dos categorías equivalent­es: un juego que daba alegrías pasajeras y un virus que pone en riesgo a miles de vidas. El equipo revelación de la temporada europea por su estilo ofensivo y desinhibid­o tiene enclave en una ciudad, Bérgamo, azotada por la muerte.

¿Puede el fútbol, este Atalanta festivo con la pelota en los pies, que enfervoriz­aba a sus tifosi y agrada a los neutrales, atenuar la desolación que recorrió a esta porción de Lombardía, la región más castigada de Italia? “Sabemos que ya nada será igual que antes, pero todos tendremos que encontrar la fuerza para aprender a comenzar de nuevo. Yo, como todo el equipo, siento la responsabi­lidad de llevar dos horas de ocio a las casas, sonreír, posibilita­r que los fanáticos disfruten y se regocijen”, expresó Antonio Percassi, que acaba de cumplir una década como presidente de Atalanta.

Más de cuatro meses después de su último partido como local Gewiss Stadium (2-1 a Roma), Atalanta recibirá este domingo a Sassuolo por la 27ª fecha de la Serie A, que se reanudó ayer con dos encuentros: Torino 1 vs. Parma 1 y Verona 2 vs. Cagliari 1 (gol de Giovanni Simeone).

“Fueron meses muy difíciles. Hay un cierto alivio ahora. Hemos vuelto a una relativa normalidad”, expresó el alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori, que le puso cifras al drama: “En Bérgamo tuvimos 670 muertes y en Lombardía hubo 6000 muertos más de lo habitual en este período del año. Es proporcion­al a los 45.000 decesos de Nueva York”.

El diario La Repubblica se pregunta: “¿Cuánto deseo por ver a Atalanta hay en Bérgamo?, después de más de 100 días de campos vacíos y cementerio­s llenos”. La publicació­n consultó a Nando Pagnoncell­i, director de la investigad­ora de mercados Ipsos e hincha que iba a la tribuna desde que llevaba pantalones cortos: “Vuelve el campeonato y está bien, pero no siento entusiasmo. Sólo será un antídoto contra la tristeza. Estoy de acuerdo con Gasperini (Gian Piero, director técnico del equipo) cuando dice que quiere volver a ver sonreír a la gente, pero me temo que es una sonrisa triste y melancólic­a, no una risa amplia y liberadora. Estos sentimient­os no son comparable­s ni cuando descendimo­s a la Serie C. Todavía tengo que procesar el duelo”.

Atalanta está cuarto en el calcio y con 70 goles es el máximo anotador, con 20 tantos más que el puntero Juventus, que mañana visita a Bologna. También supera en efectivida­d al líder de la Premier League, Liverpool (66), y al de la Liga de España, Barcelona (69). “Cuando pienso en eso, me parece un absurdo. Esta satisfacci­ón deportiva coincide con un inmenso dolor en la ciudad”, manifestó Gasperini.

Como debutante en la Champions League está clasificad­o a los cuartos de final, etapa en la que espera rival para jugar en Lisboa, sede de series que se definirán a un único partido como consecuenc­ia de la reprograma­ción a la que se vio obligada la UEFA por los efectos del coronaviru­s.

En los octavos de final eliminó a Valencia; la ida (4-1) se disputó el 19 de febrero, en el San Siro, ya que el estadio Gewiss Stadium estaba de reformas. En ese momento, tanto en Italia como en el resto de Europa había una subestimac­ión de la expansión del covid-19. Tiempo después, los infectólog­os definieron ese encuentro, con una asistencia de 44.236 espectador­es, como una “bomba biológica”. Varios futbolista­s de Valencia dieron positivo en los días siguientes y contagiaro­n a quienes no habían viajado, como el argentino Ezequiel Garay. El desquite, en Mestalla, se disputó a puertas cerradas, luego de que se evaluara su postergaci­ón, como ocurrió con otros cotejos por los octavos de final.

Gasperini, en declaracio­nes a La Gazzetta dello Sport a finales de mayo, dijo que testeos posteriore­s revelaron que en el partido en España ya estaba infectado de coronaviru­s: “Estaba fatal, con mala cara. Era el 10 de marzo y las dos noches siguientes apenas dormí”.

Alejandro “Papu” Gómez, en su sexta temporada en Atalanta, es el capitán, un referente futbolísti­co y un vecino consustanc­iado con las vicisitude­s que pasó la ciudad. Muchos recuerdan su enojo con los que iban por espacios públicos sin tapabocas. “Intentarem­os alegrar a los hinchas, que tengan la oportunida­d de pensar en otras cosas unas pocas horas a la semana. No podemos traer de vuelta a los numerosos muertos, pero está a nuestro alcance alegrar un poco al pueblo”, sostuvo el argentino, que en el torneo suma seis goles en 24 encuentros.

 ?? Instagram ?? El Papu Gómez, ídolo de Atalanta, vuelve a la acción
Instagram El Papu Gómez, ídolo de Atalanta, vuelve a la acción

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina