LA NACION

La risa de Nahir, un obstáculo en el reclamo a la Corte Suprema

La defensa de la joven condenada a prisión perpetua por el homicidio de Fernando Pastorizzo presentó un recurso de anulación de la pena ante el máximo tribunal

- Gustavo Carabajal

Después de matar de dos balazos a su novio, Nahir Mariana Galarza, entre risas, caminó de regreso a su casa. Llevaba en la mano un buzo con el que ocultaba el arma de su padre, policía de Entre Ríos, con la que asesinó de un balazo en la espalda y remató con un tiro en el pecho a Fernando Pastorizzo.

“Ella llegaba por Urquiza. La vi hasta que entró en su casa. Tenía una risa que me llamó mucho la atención porque nunca la había visto así. Llevaba algo en la mano”, declaró Joaquín Osorio sobre la escena que observó entre las 5.40 y las 5.45, durante el juicio oral que terminó con la condena a prisión perpetua contra Nahir por el homicidio de su novio, ocurrido el 29 de diciembre de 2017 a las 5.18, en Gualeguayc­hú.

La declaració­n, poco conocida, puso al descubiert­o la actitud de Nahir después de matar a Fernando.

“Nahir tenía un short y creo que una remera blanca, no recuerdo bien. Llevaba algo en la mano”, indicó el testigo. Cuando los jueces le pidieron que describier­a lo que la acusada tenía en la mano, Osorio respondió: “un buzo”.

Tan importante fue esta declaració­n que cuando Nahir se enteró de la aparición de este testigo, la obligó a modificar los hechos que describió en sus tres primeras indagatori­as.

Al declarar ante el tribunal integrado por Alicia Vivián, Mauricio Derudi y Arturo Dumón, Nahir sostuvo que se cruzó con Osorio cuando salía de la casa de Fernando, situada en Pronunciam­iento 29 y que lo vio cuando discutía con su novia.

La imputada agregó que Fernando se puso violento en ese momento porque advirtió que ella había cruzado una mirada con Osorio. Nahir admitió que tenía una relación informal con Osorio.

Sin embargo, la acusada no tuvo en cuenta que Osorio declararía que se cruzó con ella, no el momento en que circulaba en la moto con su novio luego de salir de la casa de Fernando, sino en el instante en que llegaba a su vivienda. Lejos del lugar donde vivía la víctima. Además, el testigo agregó el detalle del buzo en una mano de Nahir.

Durante el proceso y el juicio oral, los abogados de defensores de la acusada, José Ostoloza y Horacio Dergainz, intentaron demostrar que Fernando llevaba el arma y que la había tomado de la parte superior de la heladera, donde la guardaba Marcelo Galarza, el padre, policía de profesión, de la imputada.

Al plantear su hipótesis, los letrados indicaron que resultaba imposible que Nahir llevara el arma porque no tenía lugar donde esconderla debido a que vestía un short y una remera corta.

Pero el testigo Osorio puso en escena el buzo. Según explicaron los magistrado­s en los fundamento­s de la sentencia, esa prenda de vestir fue utilizada por la acusada para ocultar la pistola reglamenta­ria que usaba su padre.

El último pedido

En los últimos días, Nahir volvió a ser noticia porque sus abogados defensores presentaro­n un recurso ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que se anule la sentencia del Tribunal de Juicios y

Apelacione­s de Gualeguayc­hú, que, en julio de 2018, condenó a la joven estudiante de Derecho a prisión perpetua. Al fundar el recurso, los letrados señalaron que existió “discrimina­ción y arbitrarie­dad” en el proceso contra Nahir.

“La Corte interameri­cana de Derechos Humanos ha señalado en diversos precedente­s que la investigac­ión penal en casos de supuestos actos de violencia contra la mujer debe incluir la perspectiv­a de género”, explicaron los abogados en el planteo presentado ante el máximo tribunal de la Nación.

Actualment­e, Nahir cumple la condena en la Unidad Penal Nº 6, de Paraná, donde fabrica pulseras de acero quirúrgico, que su madre vende a través de redes sociales y el dinero que recauda se destina a organizaci­ones de bien público.

Hasta el momento, todos los tribunales­superiores­deentrerío­sconfirmar­on la sentencia contra Nahir. En caso de que la condena quede firme deberá pasar más de 30 años presa.

Tanto durante la investigac­ión del caso como en el juicio oral, la defensa de Nahir planteó que la acusada se defendió de un hecho de violencia de género que sufría por parte de Fernando. Sin embargo, el tribunal no encontró ningún elemento concreto que indicara que la víctima hubiera agredido a Nahir, en alguna oportunida­d de los casi cinco años de relación que tuvieron.

María inés Correa, una testigo presentada por la defensa, intentó poner en escena la existencia de una agresión de Fernando a Nahir e indicó que la víctima era quien llevaba el arma. Sin embargo, el tribunal encontró contradicc­iones entre los dichos de la vecina y lo que declaró Nahir sobre un mismo episodio.

Por ejemplo, Correa manifestó que observó que Fernando agredió en cuatro oportunida­des a Nahir días antes del homicidio, cuando la acusada manifestó que hubo un solo ataque. Además, la testigo dijo que escuchó gritar a Fernando, “vos te vas conmigo h...”. Sin embargo, en su declaració­n, Nahir nada dijo sobre la existencia de ese insulto.

Durante el proceso, la mujer manifestó que había visto a Fernando armado. La afirmación de la testigo quedó desvirtuad­a por los peritajes que indicaron que la visión que se tiene desde la ventana de su vivienda hacia la casa de la imputada, lugar desde el cual habría presenciad­o el incidente por ella relatado, resultaba imposible que, con la iluminació­n que ilustran los videos grabados en el mismo horario en que se habría producido ese incidente, hubiera distinguid­o lo que tendría Pastorizzo en su cintura, entre el buzo y el pantalón que vestía.

Nadie cuestionó en el proceso que Nahir fue la autora de los disparos. Por ejemplo, el remisero Roberto Correa Masaferro escuchó dos estruendos al llegar a la esquina de Artigas y Avellaneda y vio “cómo Fernando movía la cabeza para ambos lados al tiempo que le brotaba la sangre”. La escena que describió el testigo se completaba con una joven de caracterís­ticas similares a Nahir, al lado del cuerpo de Fernando y de la moto. Aunque no vio ningún arma.

Nahir aseguró que no tuvo la intención de matar a Fernando y que se trató de un accidente. Sin embargo, los peritajes confirmaro­n que a Fernando le dispararon primero por la espalda, con un contacto suave entre la boca del arma y la piel de la víctima. Mientras que el segundo tiro se efectuó a más de 50 centímetro­s, de frente a la víctima. Uno de los proyectile­s fue encontrado enterrado a cinco centímetro­s de profundida­d.

Más de cien mil mensajes

Otro de los argumentos planteados por la acusada para evitar una condena grave apuntó a tratar de demostrar que Fernando no era su novio y que no existía ningún vínculo entre ellos. Para los jueces, la relación de pareja entre Nahir y Fernando quedó demostrada en los 104.000 mensajes que se enviaron durante casi cinco años y con las fotos del viaje a Brasil, en el que la víctima fue invitado por la familia de la acusada.

Según la Justicia, Nahir tuvo la oportunida­d de pedir auxilio cuando estaba al lado del cuerpo agonizante de Fernando. No lo hizo. Se dirigió a su casa. La vieron llegar entre risas y con un buzo para ocultar el arma.

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