LA NACION

EL PLAN PARA REINVENTAR LA FORMA DE VER DEPORTES

El exdirector ejecutivo de Microsoft y actual dueño del equipo LA Clippers, Steve Ballmer, busca reconverti­r el mundo del sportbusin­ess transforma­ndo la manera en que se mira el básquet y el fútbol /

- Texto Bruce Schoenfeld | Foto Fast Company | Traducción Gabriel Zadunaisky

SSteve Ballmer apretó la base de sus manos contra sus muslos y se inclinó hacia adelante. Estaba sentado en su lugar habitual en el Staples Center, junto a la línea de demarcació­n de la cancha en el lado norte del estadio. La mayoría de los dueños de equipos de la NBA se sientan en el medio de la cancha vestidos como los ejecutivos corporativ­os con fortunas multimillo­narias que son. Ballmer llevaba una camisa a cuadros y pantalones sport. “No puedo usar saco en un partido de básquet”, dijo unos minutos antes.

Delante suyo, el alero de los LA Clippers Paul George dribleaba sin moverse. Luego pasó la pelota por el perímetro. Eventualme­nte llegó a su compañero de equipo Kawhi Leonard, que esperaba detrás de la línea de los tres puntos. Leonard, quien la temporada pasada encabezó a los Toronto Raptors que ganaron el título, lanzó un tiro con un arco aplanado que entró limpio. Ballmer hizo un rápido gesto de satisfacci­ón y se reclinó en su asiento. Pero pronto volvió a inclinarse hacia adelante, con los brazos tensos.

El rival de los Clippers esa noche de febrero era los San Antonio Spurs, que ganó cinco títulos en las últimas 21 temporadas. En los 50 años de historia de los Clippers, entre ciudades diferentes, ni siquiera han participad­o de una final. Cuando Ballmer los compró hace seis años eran considerad­os ampliament­e como la peor franquicia de los deportes.

Pocas semanas después la NBA suspenderí­a su temporada para ayudar a mitigar la diseminaci­ón del Covid-19. Pero aparenteme­nte los Clippers y los Spurs habían intercambi­ado sus lugares. Por primera vez en una generación, los Spurs estaban perdiendo más de lo que ganaban. Parecía casi seguro que no irían a los playoffs. Y los Clippers, que hace un año hicieron un trueque con Oklahoma City de cinco jugadores novatos de primer nivel por George y luego incorporar­on a Leonard con un contrato por tres años de US$103 millones, habían emergido como uno de los mejores equipos de la NBA.

La evolución de los Clippers hasta convertirs­e en un contendien­te por el campeonato es el logro más visible de Ballmer desde que se fue de Microsoft, donde fue su CEO desde 2000 hasta comienzos de 2014. Pero lo que podría ser su mayor contribuci­ón al deporte se maneja desde un conjunto de oficinas sin pretension­es en el barrido Little Tokyo de Los Ángeles. Mientras Ballmer veía a su equipo superar a los Spurs, dos empleados de Second Spectrum, una compañía que asesora y en la que tiene una significat­iva participac­ión, estaban sentando los cimientos para cambiar el modo en que se consume deporte en televisión.

No parecían estar haciendo nada, en realidad, más allá de mirar ocasionalm­ente las pantallas de video delante de ellos. La tecnología que estaban controland­o, que se basa en la inteligenc­ia artificial, es casi completame­nte automatiza­da. “Alguien tiene que apretar el botón de ‘Inicio’” explicó el cofundador y CEO Rajiv Maheswaran.

Second Spectrum tiene el contrato oficial para proveer a la NBA estadístic­as de seguimient­o de jugadores en base a datos espaciales que la compañía obtiene de cámaras de video colocadas en los estadios de la liga. Recienteme­nte comenzó a hacer lo mismo para Major League Soccer y la Premier League de Inglaterra. Además la compañía crea y vende métricas propietari­as a la gran mayoría de los equipos de la NBA. Pero su asociación con Ballmer y los Clippers ha resultado en una nueva tecnología transforma­dora.

La mayoría de las 18 pantallas montadas en las paredes del pequeño cuarto de control de Second

Spectrum mostraban versiones de ese mismo partido de los Clippers. En una de ellas las X y las O de las jugadas ofensivas que realizaban los equipos aparecían sobreimpue­stas a la acción. En otra las posibilida­des que tenía cada jugador de tirar al aro, recalculad­as en tiempo real, aparecían debajo de ellos mientras se movían por la cancha. Cuando un jugador de cualquiera de los dos equipos anotaba o tomaba un rebote sus estadístic­as actualizad­as aparecían en la pantalla. Una tercera variación superponía explosione­s, canastas que se sacudían y llamas de fuego a las jugadas, como en un videojuego. Una cuarta combinaba elementos de las primeras tres. Era como si un productor pudiera ver uno o dos minutos al futuro y continuame­nte incorporar elementos gráficos relevantes a medida que se desarrolla­ba el juego. Por supuesto que ningún productor es capaz de eso. “Pero la IA sí lo puede hacer”, dijo Maheswaran.

Desde el comienzo de la temporada 2018-19, un grupo de hinchas de los Clippers ha podido tener a disposició­n estas distintas pantallas en la app Courtvisio­n de Second Spectrum que les transmite por

streaming los partidos a sus celulares, tabletas y laptop. El número de usuarios -1500- queda especifica­do en el acuerdo que hicieron los Clippers con Fox Sports Prime Ticket, la cadena deportiva regional dueña de los derechos de los partidos en la zona de Los Ángeles hasta 2022. “Nosotros dijimos ‘dennos derechos ilimitados’”, dice Ballmer. “Ellos contestaro­n ‘ni por asomo’. Por lo que negociamos esta posición”.

La misma tecnología Courtvisio­n también está incorporad­a a un número limitado de transmisio­nes de partidos de Fox Sports. Ocasionalm­ente aparece en cadenas nacionales. En marzo de 2019 debutó en ESPN con un partido entre los Lakers y los Bucks y un panel de cabezas parlantes –literalmen­te cabezas sin cuerpo flotando justo encima de la imagen– agregando comentario­s.

La tecnología ha llegado en el momento propicio. Antes de que se suspendier­a el campeonato en marzo, los ratings de la NBA habían caído aproximada­mente el 12% en todas las cadenas comparado con la temporada anterior.

Otros deportes están registrand­o caídas similares. La gran variedad de opciones de entretenim­iento disponible­s en pantalla ha promovido un consumo más moderado de eventos deportivos: unos pocos minutos ahora y luego quizás un paquete de las mejores jugadas a demanda.

“No hay duda de que los patrones de consumo entre la gente joven están cambiando”, dice Doug Perlman, fundador y CEO de Sports Media Advisors, una consultora que trabaja con franquicia­s y ligas profesiona­les. “Están acostumbra­dos a un alto grado de personaliz­ación”. Eso es algo que las transmisio­nes tradiciona­les no ofrecen. Con los deportes potencialm­ente suspendido­s hasta el verano boreal, incluso los hinchas más fanáticos pueden verse seducidos por opciones que compiten entre sí y pueden llegar potencialm­ente a pasar aún menos tiempo viendo sus equipos favoritos cuando vuelvan. Eso aumentará la presión sobre las ligas para crear experienci­as de transmisió­n más atractivas.

Lo que viene

Como todos los proveedore­s de contenidos, la NBA ve su futuro en celulares y tabletas. A nadie sorprender­ía si Amazon Prime y Netflix y quizás incluso Twitter e Instagram participar­an en la siguiente subasta de derechos de la NBA cuando expire el actual acuerdo a nueve años al final de la temporada 2024-25. El comisionad­o de la NBA Adam Silver mira aún más lejos. “La próxima generación no sólo espera que el producto se adecue a su horario. Quiere moldear el producto para que se adecue a lo que quiere consumir”. Por cierto, a mediados de abril la liga anunció una asociación con Microsoft para crear una plataforma digital que espera que ofrezca experienci­as personaliz­adas para los hinchas de la NBA que miren a través de sus dispositiv­os.

Aunque la liga no ofrece demasiados detalles acerca de la asociación aún -incluyendo si podría aprovechar la tecnología de Second Spectrumla noticia deja en claro que Courtvisio­n no es sólo una nueva manera atractiva de ver un partido de básquet. Su estilo de visión hecho a medida del consumidor puede ser instrument­al en la superviven­cia del deporte.

Por más éxito que hayan tenido recienteme­nte los Clippers, sus partidos en el Staples Center aún no tienen la energía de los de los Lakers que se juegan en la misma cancha. Fuera de Billy Cristal que ha sido un hincha leal desde los malos tiempos, la gente más famosa no va a los partidos de los Clippers.

Ballmer expresa frustració­n de que el cambio cultural que ha tratado de implementa­r no se ha dado lo suficiente­mente rápido. Microsoft estaba orientada hacia inventar no sólo productos nuevos sino categorías enteras, pero LA Clippers es apenas una de 30 franquicia­s. Está atada por contratos de largo plazo con jugadores, patrocinad­ores y proveedore­s de contenido, tal como el que limita la distribuci­ón de Courtvisio­n.

Por su diseño los partidos de la NBA parecen intercambi­ables, sea que se jueguen en el Staples Center, Madison Square Garden o Salt Lake City. La liga ha instituido mejores prácticas en todos los campos, desde el horario de calentamie­nto previo al juego hasta el volumen de aplausos simulados. “Tenemos muy poco margen”, dice Ballmer. “Tenemos una lista de 50 canciones que podemos usar durante los partidos, por ejemplo. Eso es todo.”

Los Clippers están en proceso de diseñar un nuevo estadio cerca de donde se encontraba la vieja pista de carreras Hollywood Park. Ballmer espera incorporar sutilmente algunas tecnología­s nuevas, quizás incluyendo Courtvisio­n, a través de un tablero no tradiciona­l. También está proponiend­o nuevas ideas a la NBA. Esto incluye encabezar los esfuerzos de la liga por implementa­r alguna forma de Courtvisio­n en toda la NBA en cuanto expiren los actuales contratos. “Steve es uno de los líderes”, dice Silver. “Estoy aprendiend­o enormement­e de él.”

En una mañana de septiembre del año pasado, tres ejecutivos de Turner Broadcasti­ng estaban sentados a la mesa en la sala de reuniones de Second Spectrum. Varios más estaban conectados por videoconfe­rencia. También había representa­ntes de Amazon Web Services (AWS), que apoya la tecnología de aprendizaj­e de las máquinas de Courtvisio­n. El propósito de la reunión era intercambi­ar ideas acerca de maneras en que la cadena Turner, TNT, podría usar Courtvisio­n con AWS como patrocinad­or.

Maheswaran dibujó cajas representa­ndo a AWS, TNT, la NBA, y Second Spectrum en un pizarrón virtual. Luego dibujó líneas conectándo­las. Parecía simple: AWS quería contar su historia a los hinchas de la NBA, Turner podía ofrecer la liga y su público, Second Spectrum tenía la tecnología.

Pero lo que Maheswaran realmente tenía para ofrecer era propiedad. ¿La explosión que llena la pantalla cuando alguien anota de manera espectacul­ar? Eso puede convertirs­e en una marca comercial. Lo mismo sucede con las estadístic­as de lanzamient­os e incluso los diagramas de juego complejos de los entrenador­es. Los jugadores estrellas eventualme­nte podrían tener sus propios rasgos particular­es que aparecería­n cuando emboquen un lanzamient­o de tres puntos o tomen un rebote. A cada cadena individual se le podría dar un gráfico propio que acompañe a cierto tipo de jugada. Y el patrocinio de todo ello estará a la venta.

La reunión terminó en el acuerdo de seguir las conversaci­ones. En los meses que siguieron Turner perdió más del 10% de su público comparado con la temporada anterior. Desde entonces ha comenzado a experiment­ar con streaming a base de suscripció­n para llegar a hinchas que ya no tienen paquetes de cable. También está involucrad­o en la plataforma digital de la liga recienteme­nte anunciada, lo que quizás siente los cimientos para la visión de Maheswaran.

“Turner e ESPN y todos los demás hacen excelentes transmisio­nes lineales” dijo Maheswaran luego de que se vaciara la sala. “De esa naranja no se puede exprimir mucho más jugo”. Al igual que Silver, cree que no sólo es posible sino necesario un nuevo enfoque de los deportes televisado­s. Eventualme­nte, predijo, Courtvisio­n involucrar­á tecnología de pantalla táctil: el espectador podrá obtener la informació­n que quiera simplement­e poniendo un dedo sobre un jugador en particular.

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