El capitán aplicó estrategias del ex 10 para renovar el contrato
Fortalecido por su incidencia para el último título de la Superliga, el Apache se alejó de su costado visceral y, para negociar, tomó herramientas que usaba el enganche con otra dirigencia; sigue la grieta
La grieta entre Juan román riquelme y carlos Tevez sigue abierta. En enero pasado, la tregua que habían hecho para esta convivencia en 2020 y así terminar de la mejor manera la participación de Boca en los últimos siete partidos de la Superliga, había aquietado las aguas, y hasta había tomado un impulso de continuidad con la vuelta olímpica. pero todo volvió a revolucionarse. El Mundo Boca sintió un fuerte temblor cuando raúl cascini y Jorge Bermúdez, miembros del consejo de Fútbol, en los últimos días sentenciaron que Tevez “era un ex jugador cuando llegamos en diciembre”. La frase retumbó en medio de las negociaciones por la renovación del contrato del ídolo. Y ayer el apache salió a jugar su partido en declaraciones a radio La red. La contestación, la bronca desatada y las palabras sin medida, todo lo que conlleva el verdadero Tevez, se imponían en las apuestas, pero prefirió mostrarse con otra versión: dejó de lado las emociones y fue más calculador, jugó en modo riquelme.
como pocas veces, fue un ajedrecista. Declaró con frialdad. Se tomó su tiempo para mover la pieza. Lo analizó junto a su esposa Vanesa, su representante adrián ruocco, su hermano Diego y su hija Florencia. cuando tuvo planeada la jugada, movió las fichas. El tono de voz ahorraba el título: se lo notaba sereno, casi inocente. Sus primeras palabras, refiriéndose a cómo se había entrenado esa mañana y elogiando a Damián Lanata (preparador físico), ya daban una pista grande de la noticia que daría, después. Y su sentencia rompió todo eso: “Sigo en Boca, porque quiero ganar la copa Libertadores”.
aunque la pelota no esté rodando en el fútbol argentino, él puso en marcha el partido del escritorio a partir de asegurarle a los hinchas su voluntad de continuar. “Me llegó la oferta, hicimos una contraoferta, ellos respondieron y ahora nosotros le estamos por avisar que aceptamos, con algún cambio de condiciones. Ellos me ofrecieron un año, pero por afa les dije que no se puede. Que tienen que ser seis meses o un año y medio”, comenzó detallando. Hasta que gritó ‘jaque’: “Voy a seguir hasta diciembre. Y tomamos la decisión de donar el salario y las primas a una entidad benéfica para la gente que necesita la vacuna o que hace las ollas populares. No quiero saber nada de plata”.
claro que la decisión no es para nada reprochable. Todo lo contrario: es un ejemplo y mucha gente disfrutará de la ayuda del apache en una situación dramática. No obstante, de esa buena voluntad se lee –entre líneas–, primero, un abajada de perfil y, segundo, queriqu el me, el vicepresidente segundo y cabeza del consejo de Fútbol, no sólo fue un referente a copiar dentro del campo sino también fuera. La misma jugada se la hizo el ex 10 a una dirigencia macrista.
al solicitar sólo un semestre de contrato, Tevez se mostró bajo de pretensiones, evitó cortocircuitos y le puso a Boca una resolución –en teoría– fácil. pero el mismo ego se mezclaba dentro de los mensajes solidarios: “cuando volví de china yo sabía que tenía que rendir muchísimo más que el Tevez que le hizo ganar a Boca la Libertadores del 2003”. Después dijo “no soy Messi ni Maradona para ganar sólo una copa” y “tiramos todos del mismo lado y le pudimos dar la alegría del campeonato a los hinchas”.
La noticia la manejó muy similar a román, cuando Boca estaba por comprarle el pase a fines de 2007: Tevez viene de ser el artífice de la consagración de una Superliga que tuvo como mayor condimento imponerse a river agónicamente; riquelme, en ese entonces, venía de conseguir meses antes la copa Libertadores 2007 con Miguel Ángel russo como DT.