LA NACION

Uno por uno, los indicadore­s que entusiasma­n al gobierno porteño

En la Capital, creen que la curva está controlada, según el análisis del índice R y el tiempo de duplicació­n

- Fabiola Czubaj

Ayer, los números volvieron a enfrentar a la ciudad con la provincia de Buenos Aires en medio de la pandemia. Mientras que el gobernador Axel Kicillof sostuvo que en la ciudad hay más contagios (1 cada 100 habitantes, contra 0,3 cada 100 habitantes en la provincia), las autoridade­s porteñas se esperanzar­on con levantar la cuarentena sobre la base de otros indicadore­s que monitorean a diario.

Por estas horas, en el Ministerio de Salud, que dirige Fernán Quirós, afirman que el índice de contagiosi­dad o R “empezó a responder antes de poder atribuírse­lo al retroceso de la cuarentena”. Y confían en que esta etapa coloque ese indicador por debajo de 1, lo que indica un buen control de los contagios (ayer, el R era 1,05). Así, se iría controland­o la curva: al principio de la pandemia, el indicador trepó hasta 1,4 en el distrito y fue paulatinam­ente bajando. En mayo llegó a 1,2 y la semana pasada rondó 1,08.

Si para el 17 de este mes el R efectivame­nte desciende por debajo de 1, la Ciudad podría “ir desandando las medidas” y habilitar las actividade­s con las que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta tuvo que dar marcha atrás tras el aumento de contagios en el área metropolit­ana de Buenos Aires, que incluye la Capital y 40 municipios del conurbano.

Pero hay un número que entusiasma todavía más a la Ciudad y “está guardado bajo cuatro llaves”, según se dijo. Es la cantidad de días de duplicació­n de los contagios, que podría mejorar la marca de 25 días que había fijado el Ejecutivo nacional en mayo como meta para poder reanudar las actividade­s. En su peor valor, fue inferior a los 15 días, y, según el último dato conocido, hoy supera los 20 días.

Otro indicador que la gestión porteña considera “controlado” es la disponibil­idad de camas, con poco más de la mitad de las 400 plazas de terapia intensiva de los hospitales ocupadas hasta ayer. En los hoteles, adonde se derivan los casos leves, habían 3442 personas alojadas.

En los barrios populares, donde se confirmaro­n más de 10.000 casos y que fueron un factor de preocupaci­ón algunas semanas atrás, la letalidad es del 0,95% y por debajo de promedio en el resto de la jurisdicci­ón (1,92%).

Once ya son los barrios donde está desplegado el operativo Detectar, que empezó a implementa­rse el 5 de mayo pasado. Los equipos de búsqueda de casos “puerta por puerta” se desplegaro­n y quedaron instalados en Flores, La Boca, Balvanera, Constituci­ón, Barracas, Almagro, Villa Soldati, Palermo, Paternal, Chacarita y Parque Chacabuco. En promedio, cada dos o tres días se suma un nuevo barrio.

Los hisopados de los casos sospechoso­s que se hacen hasta el mediodía se envían a analizar a Anlis Malbrán, mientras que los que se hacen durante el resto del día se procesan en los laboratori­os propios de la ciudad.

Mientras que con este operativo se interrumpe la transmisió­n comunitari­a dentro de las familias o entre vecinos, el testeo del personal esencial –que es el que se moviliza a diario– apunta a controlar el mecanismo de transmisió­n social del virus. “Hay que cortar los dos”, afirmó Quirós ayer.

Que los mencionado­s indicadore­s, junto con otros que cada mañana actualiza el Ministerio de Salud, no estén mostrando saltos es atribuido, precisamen­te, a la combinació­n del despliegue territoria­l del equipo de rastreador­es con el testeo del personal de la salud, los geriátrico­s y la policía; el distanciam­iento social, el uso del tapabocas y la cuarentena.

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