Recrudecen las tensiones internas en el oficialismo por el rumbo del Gobierno
Jueves 16 de julio de 2020 el ministro rossi pidió “bancar” a Fernández y Larroque solicitó “paciencia” a los miembros de la coalición; los ataques comenzaron con cristina y bonafini
El recrudecimiento de la confrontación interna en el oficialismo obligó a sectores del kirchnerismo a pedir el respaldo al presidente Alberto Fernández para preservar la unidad de la coalición gobernante.
Las críticas comenzaron con Cristina Kirchner, que reprodujo en las redes un artículo que cuestionaba la convocatoria a empresarios de Alberto Fernández. Continuaron con una virulenta carta de Hebe de Bonafini, de Madres de Plaza de Mayo, contra la misma reunión que encabezó el Presidente.
Ayer, Fernández reiteró su vocación dialoguista. “Sigamos trabajando más juntos que nunca y fortaleciendo el diálogo porque estas cosas son las importantes”, dijo.
A la vez, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, un histórico kirchnerista, le reclamó al oficialismo “bancar” al Presidente. Andrés Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires y uno de los líderes de La Cámpora, pidió “paciencia” a los referentes de la coalición. En la Casa Rosada, la directiva al círculo más cercano al Presidente fue evitar la confrontación pública, sobre todo con Cristina Kirchner.
Ante la profundización de la confrontación interna en el oficialismo, el Gobierno y sectores del kirchnerismo reaccionaron ayer para preservar la unidad de la coalición y salir en defensa del presidente Alberto Fernández.
Con distintos tonos pero en el mismo sentido, referentes de derechos humanos cercanos a la Casa Rosada, exfuncionarios y recién llegados al mundo kirchnerista redoblaron en los últimos días sus críticas y cuestionamientos hacia el presidente por su reciente reunión con empresarios y el rumbo de la política de seguridad.
Atentos a preservar el equilibrio de la coalición de gobierno, y excluyendo de manera deliberada de las críticas a la expresidenta Cristina Kirchner, desde la Casa Rosada apuntaron al papel “contenedor” del Presidente, y aseguraron que la vigencia del Frente de Todos está garantizada más allá de los tironeos y las disidencias públicas. Es decir, el fuego amigo podrá generar cortocircuitos, pero la coalición oficialista seguirá de pie. Ese es el mensaje de la Casa Rosada.
Las críticas habían partido tanto de Cristina Kirchner, al reproducir en las redes un artículo que cuestionaba la convocatoria a empresarios de Alberto Fernández, como de la virulenta réplica posterior de Hebe de Bonafini.
Este miércoles, durante el anuncio de nuevos fondos para obras de infraestructura en universidades de todo el país, el Presidente reiteró su vocación dialoguista. “Sigamos trabajando más juntos que nunca y fortaleciendo el diálogo porque estas cosas son las importantes”, dijo el primer mandatario.
“Lo que dijo Hebe no es novedad, ella siempre pensó eso”, expresaron desde un despacho clave de la Casa Rosada, en referencia a la carta donde la titular de Madres de Plaza de Mayo criticó a Fernández por “sentar a su mesa a los que saquearon el país”, en referencia a los empresarios de la UIA, la Cámara de Comercio, la Sociedad Rural y otras entidades que lo acompañaron en el acto del 9 de Julio.
“Alberto contiene y suma, es lo que él expresa y se pone por arriba de esa discusión. Que Hebe diga lo que quiera”, agregaron voceros del Gobierno, donde destacaban, de todos modos, que otra referente del espacio de derechos humanos, Tati Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, calificó de “lamentable” la carta de Bonafini.
Las críticas de la titular de Madres de Plaza de Mayo lograron el aval del exministro Julio De Vido, quien sostuvo que no se podía “tapar lo evidente en nombre de la correlación de fuerzas”. “Él es autónomo; no pasa por el filtro de Cristina ni del Instituto Patria”, le restaron importancia en la Casa Rosada.
En los despachos oficiales se remitieron también a la respuesta de Juan Grabois, el titular de la CTEP, que acusó al extodopoderoso ministro de Planificación del kirchnerismo de “juntarse a hacer negocios con varios de los que están en la foto” de los empresarios con el Presidente.
Las señales de la Casa Rosada estuvieron dirigidas a controlar el daño. Así, los funcionarios destacaron la defensa de la gestión de Fernández que hicieron miembros del kirchnerismo duro, como el ministro de Defensa Agustín Rossi (habló de “bancar” al Presidente) o el ministro camporista de Axel Kicillof, Andrés Larroque, cercano a la vicepresidenta.
“Alberto no les da bolilla a muchos comentarios, salvo el de Hebe, que sí le importa. Vive haciendo equilibrio”, destacaron en la Casa Rosada. Y excluyeron de la oleada de críticas a Nora Cortiñas, porque –aseguraron– los dardos de la veterana dirigente contra la política de derechos humanos (“están fusilando a nuestros jóvenes, no hay una política de defensa de la vida”, afirmó) están “dirigidos a (Sergio) Berni” por la actitud del ministro de Seguridad bonaerense en relación con la desaparición del joven Facundo Astudillo Castro cerca de Bahía Blanca.
“A los demás, no perdemos tiempo en contestarles”, afirmó un asesor en referencia a los insultos públicos de Santiago Cúneo (cercano a De Vido y a Pablo Moyano) . “Son como Fernando Iglesias, pero de este lado”, describió otro asesor, en un intento de comparar al diputado de Juntos por el Cambio y los sectores más marginales del kirchnerismo.
“La base de sustentación de Alberto es el centro, no se va a mover ni correr de ahí”, insistieron desde el entorno presidencial, con la intención de cerrar la discusión en el seno del Frente de Todos.